No lo es. No lo es porque es un intento de reinicio de la franquicia que parece no ha dado resultado. Se pierde la conexión con todos los personajes anteriores que son esencia de la saga.

Y sin serlo, me ha parecido una película entretenida, muy renovada gráficamente, se nota el paso de los años. La historia no está mal, no es más floja que las tramas de las últimas películas.

En cuanto a mecánica, es la misma. Un justiciero toma el relevo de Jigsaw para poner orden, en este caso, en el cuerpo de policía y castigar a los corruptos. Otro juego, misma mecánica. Funciona aunque no se respire el ambiente de la saga original.

Reinicio de una de las sagas más grimosas del cine. Grimosa por lo de porno tortura que, creo que fui capaz de aguantar hasta la cuarta, pero que, por lo que oigo, es muy interesante si se es capaz de soportar todo ese museo de la tortura.

Esta nueva vuelta de tuerca, más cerca de la primera película de la saga (con diferencia, la mejor) deja las trampas tan elaboradas y tortuosas de las anteriores, aunque también le llegan bien. Me pregunto de dónde saca el tiempo el malo para hacer todo eso, pero bueno.

También hay que decir que si no llevase el nombre de Saw dudo que alguien la tomase como una continuación o reinicio. Lo del imitador está bastante traído por los pelos y si no hubiese referencias al anterior antagonista sería un entretenido policiaco más que, en teoría y también práctica, es lo que es.

Bien. Como ya dejé claro que no soy fan de la tortura, pues esta película me acabo pareciendo un más que digno entretenimiento. Empezando por un trio protagonista (Chris Rock, Max Minghella, Samuel L. Jackson) estupendos en sus trabajos, junto a secundarios como Marisol Nichols, la jefa del peor y más corrupto departamento de policías desde Serpico.

La cinefilia que desprende el personaje de Chris Rock es otro punto favorable para que me cautive. Impagable su monólogo sobre Forrest Gump, con pullita para una continuación y otra, más contundente, a la pesadilla de lo políticamente correcto.

Con el aliciente de ser parte de la saga, o intentar serlo, de Saw se desarrolla este film que quien vio alguna de esas películas no encontrará nada nuevo. Como siempre hay un asesino que mata de las maneras más rebuscadas y absurdas que puedan existir, girando el guión alrededor de un policía compuesto por un Chris Rock (mas cerca de la parodia que de un film de acción) en donde se ve involucrado en una serie de muertes que poco a poco lo irán sumergiendo en situaciones cada vez mas peligrosas. También esta Samuel L. Jackson (que quien sabe porque habrá aceptado esta tontería) que por suerte para él trabaja poco. En síntesis es una película mediocre que esta lejos de la saga (que de por sí no era gran cosa) y que verla consiste en una total perdida de tiempo.

Una vuelta de tuerca más, innecesaria y pueril, a la saga de SAW. Desde el principio todo es previsible, solo esperamos la siguiente muerte y ver qué inverosímil mecanismo o artilugio ha inventado el psicópata asesino para matar masacrando.

A menos que solo busques eso, gore, sangre, desmembramientos, sufrimiento visual ajeno, la película es mala, un pecado si pensamos que cuenta con actores solventes como Chris Rock (penoso aquí, lejos del protagonista mafioso de la tercera entrega de la serie FARGO), Minghella y, sobre todo, Samuel L. Jackson, que parece que pasaba por ahí y aceptó cobrar para meterse en un personaje imposible de defender y con el que tampoco se compromete mucho.

Una decepción total, con momentos incluso ridículos, con giros absurdos e increíbles que, además, el espectador adivina antes de que se produzcan.

Ni para verla en casa. Y yo fui al cine...

Da igual que sea o no una continuación de Saw. La película es una mierda. Si hubiera sido buena, a un cinéfilo con criterio poco le hubiera importado que fuese una extensión de la original.

Spiral no aporta nada al cine, de hecho, lo atropella. Porque sus personajes asaltan la pantalla burdamente, sin presentación, con una falta de personalidad terrible y una estereotipación llevada al límite.

¿El guion? Lo hay, pero tan precipitado y mal ejecutado que, ciertamente, te crea bastante incredulidad durante todo el metraje.

Resumiendo, nada, pero nada, aconsejable.