El jinete pálido
7.4
20,274
Western
Un grupo de colonos buscadores de oro se establece en un lugar de California, pero sufren el acoso de los hombres de Lahood, el propietario del resto de las explotaciones mineras. Pero un día al poblado llega un misterioso y frío predicador (Clint Eastwood) que se pone de parte de los colonos, y comienza a enfrentarse al temido cacique local. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2014
6 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un pequeño pueblo minero cerca de la ciudad de "LaHood" sufre los acosos, amenazas y ataques del cacique local que da nombre a la ciudad, "Coy LaHood". LaHood es un hombre rico y ambicioso, por ello quiere hacerse con ese pueblo a toda costa pues posee muy probablemente un rico yacimiento de oro. Los habitantes del pequeño pueblo están hartos de ésta situación, por eso muchos abandonan y buscan un nuevo destino y otros esperan hacer lo mismo, no tienen suficiente coraje para hacer frente a LaHood y sus hombres.
Pero llega un forastero, un predicador concretamente, que contra todo pronóstico hace alarde del coraje que falta a todo el pueblo para derribar a cuantos hombres de LaHood se le ponga por delante. Por eso, con la llegada del predicador, los mineros ven que los enemigos son simples mortales como ellos y deciden aunar fuerzas para hacerles frente, tienen esperanza de poder defender sus tierras. Pero Coy LaHood, ante éste nuevo contratiempo, decide llamar al sheriff Stockburn y sus hombres, hombres que solo defienden la "ley del dinero".
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Entretenida película de Clint, con alguna escena un tanto difícil de creer (aunque la protagonice él), lo único que no me ha hecho gracia es...(ir al spoiler)
Pero llega un forastero, un predicador concretamente, que contra todo pronóstico hace alarde del coraje que falta a todo el pueblo para derribar a cuantos hombres de LaHood se le ponga por delante. Por eso, con la llegada del predicador, los mineros ven que los enemigos son simples mortales como ellos y deciden aunar fuerzas para hacerles frente, tienen esperanza de poder defender sus tierras. Pero Coy LaHood, ante éste nuevo contratiempo, decide llamar al sheriff Stockburn y sus hombres, hombres que solo defienden la "ley del dinero".
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Entretenida película de Clint, con alguna escena un tanto difícil de creer (aunque la protagonice él), lo único que no me ha hecho gracia es...(ir al spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
...que todo lo hace él. Se supone que quien sufre el acoso es el pueblo minero, pero quien se ocupa de todo es Clint. Hubiera estado mejor que los mineros defendieran, aunque fuera con su ayuda, su propio pueblo y sus familias.
18 de junio de 2014
18 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta sea quizás una de las mejores películas sobre western jamás rodadas. La atmósfera, el toque mesiánico y oscuro de la cinta hacen de ella una obra muy sugerente.
Es el epílogo perfecto a la trilogía del oro. Así como su lado oscuro: si en El Bueno, el Feo y el Malo se contaban las peripecias de tres forajidos barnizados por el solaz destino del western latino. Aquí emerge la cruz sobria, oscura e irrendenta de un género crepuscular.
Siempre me gustó más ésta película que Sin Perdón, porque va más allá de las licencias típicas del género, para ahondar en otras más "líricas", sin depreciar por un segundo su violencia innata y el carácter fantasmagórico de Clint. La fotografía y dirección artística brindan más detalles de trazo fino, hay más matices, más texturas en toda la historia y sus personajes: los sórdidos y despreciables y el pueblo llano indefenso frente a la brutalidad caciquil y codiciosa del villano.
Como digo, es el perfecto epílogo para la epifanía westeriana heredada y perfeccionada por Clint. Y como todo buen vino, macera con dignidad y elegancia.
Indispensable para los amantes del cine de aventuras, y el gran cine en general.
Es el epílogo perfecto a la trilogía del oro. Así como su lado oscuro: si en El Bueno, el Feo y el Malo se contaban las peripecias de tres forajidos barnizados por el solaz destino del western latino. Aquí emerge la cruz sobria, oscura e irrendenta de un género crepuscular.
Siempre me gustó más ésta película que Sin Perdón, porque va más allá de las licencias típicas del género, para ahondar en otras más "líricas", sin depreciar por un segundo su violencia innata y el carácter fantasmagórico de Clint. La fotografía y dirección artística brindan más detalles de trazo fino, hay más matices, más texturas en toda la historia y sus personajes: los sórdidos y despreciables y el pueblo llano indefenso frente a la brutalidad caciquil y codiciosa del villano.
Como digo, es el perfecto epílogo para la epifanía westeriana heredada y perfeccionada por Clint. Y como todo buen vino, macera con dignidad y elegancia.
Indispensable para los amantes del cine de aventuras, y el gran cine en general.
3 de abril de 2015
3 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típica película del "oeste" con magnifica fotografía, aunque sin sorpresas no por ello menos buena. Eastwood está siempre imponente en este género, por el que fue mundialmente conocido, su fisico siempre le ayudo en esta empresa, aunque no es desde mi opinión donde mejor se encuentra. En la película los buenos son muy buenos y los malos muy malos solo el personaje de "el predicador" esta en medio en esa escala de grises.
2 de mayo de 2015
2 de mayo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El jinete pálido de Clint Eastwood es un western remake de Raíces profundas basado en un grupo de personas que buscan oro y sufren el acoso de una banda del propietario del resto de las explotaciones mineras, mientras tanto, llega un enigmático predicador que defiende a los colonos del cacique local. Dirigida con un ritmo pausado y con un estilo personal del director que mete emotividad y mensaje de integridad a un film del oeste, es una obra notable cuya trama está mejor trabajada que la mayoría de los western, profundizando en los personajes para calar en toda clase de espectadores y no solo a los seguidores del género, concluyendo un hermoso film que cala en el público eficazmente por su historia y calidad cinematográfica.
La fotografía es evocadora del western gracias a sus portentosas imágenes que están repleta de detalles estéticamente bien trabajados, haciendo sentir confort o impacto al espectador dependiendo de la escena. La música es inquietante y turbadora en las escenas oportunas, logrando un insidioso trabajo con sonidos intensos que estimulan o tranquilizan según el momento de la acción, manteniendo al público expectante en su visionado. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor técnica mediante el uso de los circulares, travellings, seguimiento, primeros y primerísimos planos, panorámicos, reconocimiento, cámara en mano, planos medios y generales, subjetivos y avanti que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y remarcables. Como protagonistas Clint Eastwood está deslumbrante en un papel en el que a su faceta habitual de tipo duro se le suma gran amabilidad con los colonos y Sydney Penny está natural y susceptible en su papel de joven adolescente, siendo también señaladas las interpretaciones de Michael Moriarty, Elisha Cook, Chris Penn y Carrie Snodgress entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos y bien elaborados al western en una gran labor que junto con los pertinentes decorados te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por Michael Butler y Dennis Shryack, es un claro remake de Raíces profundas y tiene una atractiva historia en su interior en la que de nuevo aparece un jinete desconocido que en esta ocasión es un predicador sin nombre que se queda en la tierra de colonos para protegerlos del cacique local, concluyendo un apasionante film con toques románticos y emotivos que gustará a toda clase de públicos y no solo a los amantes del género. Esto se lleva a cabo con una narrativa variada de afable y cordial por un lado a insidiosa y amenazadora por otro según el personaje en una acertada tarea.
En definitiva, la considero un western magnífico y con detalles particulares del director que va generando poco a poco interés hasta alcanzar un emocionante final que mantiene al público en suspense y le deja totalmente satisfecho. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a El jinete pálido, un film imprescindible en el género y en la filmografía del director, ya que gustará a toda clase de públicos por no ceñirse solo al tipo de género al que pertenece, sino que ofrece también otros detalles que se le suman.
La fotografía es evocadora del western gracias a sus portentosas imágenes que están repleta de detalles estéticamente bien trabajados, haciendo sentir confort o impacto al espectador dependiendo de la escena. La música es inquietante y turbadora en las escenas oportunas, logrando un insidioso trabajo con sonidos intensos que estimulan o tranquilizan según el momento de la acción, manteniendo al público expectante en su visionado. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor técnica mediante el uso de los circulares, travellings, seguimiento, primeros y primerísimos planos, panorámicos, reconocimiento, cámara en mano, planos medios y generales, subjetivos y avanti que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y remarcables. Como protagonistas Clint Eastwood está deslumbrante en un papel en el que a su faceta habitual de tipo duro se le suma gran amabilidad con los colonos y Sydney Penny está natural y susceptible en su papel de joven adolescente, siendo también señaladas las interpretaciones de Michael Moriarty, Elisha Cook, Chris Penn y Carrie Snodgress entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos y bien elaborados al western en una gran labor que junto con los pertinentes decorados te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por Michael Butler y Dennis Shryack, es un claro remake de Raíces profundas y tiene una atractiva historia en su interior en la que de nuevo aparece un jinete desconocido que en esta ocasión es un predicador sin nombre que se queda en la tierra de colonos para protegerlos del cacique local, concluyendo un apasionante film con toques románticos y emotivos que gustará a toda clase de públicos y no solo a los amantes del género. Esto se lleva a cabo con una narrativa variada de afable y cordial por un lado a insidiosa y amenazadora por otro según el personaje en una acertada tarea.
En definitiva, la considero un western magnífico y con detalles particulares del director que va generando poco a poco interés hasta alcanzar un emocionante final que mantiene al público en suspense y le deja totalmente satisfecho. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a El jinete pálido, un film imprescindible en el género y en la filmografía del director, ya que gustará a toda clase de públicos por no ceñirse solo al tipo de género al que pertenece, sino que ofrece también otros detalles que se le suman.
27 de agosto de 2015
27 de agosto de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra película más de Clint Eastwood, que te deja buen sabor de boca. Desde un guión simple, saca una gran película. Del gusto de los aficionados al western. Con las dosis justas de acción y un buen planteamiento de la trama. El malo, es un poco flojete. El entorno está bien caracterizado y en esencia, lo que se ofrece es el personaje de Eastwood. El resto de los actores están correctos y la película tiene pulso todo el rato.
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