Pixar se mueve de una primera parte absolutamente genial a esta secuela de Increíbles 2 bastante aburrida. La hija de unos amigos nuestros dejó de interesarse por la película a la media hora, y nuestra hija (10 años), se quedó dormida.

En esta película, han decidido pasarse a la política, hasta el extremo de que el argumento que justifica la trama, es si se firma o no un tratado internacional. Toda la película está trufada de mensaje feminista, y como tienen que explicarlo, le dedican muchísimo tiempo a hablar. La motivación de los malos, es bastante confusa y se suceden acciones que no tienen sentido.

Se consume mucho tiempo en los problemas familiares y eso es lo que aburre a los niños. Yo en la sala, les vi más bien despistados.

El guión, está demasiado preocupado por el mensaje político: el papel de la mujer en la vida familiar y profesional, el ego herido del hombre, la importancia de cumplir o dejar de cumplir la ley aunque esta sea injusta. Incluso se pone en tela de juicio el proceso penal en función de si el acusado es o no rico. Todo temas que los niños no entienden, y que le quita frescura a la película. Por supuesto, nada del humor que había en la primera.

Espero que si la saga continúa, no siga por este camino.

Bastante fatua. Mucha posturita, mucha miradita, mucho diálogo sin sentido. Empieza con cierta fuerza, pero a la media hora ya pierde fuelle. Llega un momento en que se hace aburrida. Todo se basa en primeros planos de la protagonista, poniendo caritas. La acción es irregular, con mucho momento pseudofilosófico que hace perder fuerza a la historia. Menos mal que estaban los tambores. Alguien en la orquesta se lo ha debido pasar genial, porque el de los tambores no ha tenido límite.

La primera de la serie fue una película estupenda, las secuelas siguientes fueron perdiendo calidad. Esta última es difícil de soportar. Se trata de una serie de gags sueltos ya muy repetidos en medio de una historia que no tiene pies ni cabeza. La trama es bastante absurda y se incorporan conflictos padre hija con batallas con piratas y un deshielo que no casan de ninguna manera. Solo cabe mencionar la incorporación de un nuevo personaje, que es la abuela de Sid, que me recuerda a la mía.

Historia muy bien contada de los esfuerzos de un sacerdote por la promoción de la enseñanza en una época en la que por los usos y costumbres estaba vetada a un grupo importante de la población, lo que hacía en la práctica que se convirtieran en siervos de los mejor formados. Entre este colectivo se encontraba la mujer, a quien en general, también entre las propias mujeres, no se le encontraba gran utilidad a que tuvieran una formación integral, ya que o bien podían vivir con el sueldo de sus maridos o debían dedicar todo su tiempo a la crianza de sus hijos o la atención de su casa. Este sacerdote se dio cuenta del potencial de las mujeres, y se ocupó de crear unas escuelas de formación de profesoras de corte cristiano. En la película traen a colación el ejemplo que representaba ya en su época, la Institución Libre de Enseñanza, ente de formación aconfesional de gran prestigio a principios del siglo veinte. La película representa muy bien las dificultades por las que tuvo que pasar el protagonista para llevar a cabo su obra. La resistencia le venía, no sólo del poder político, ya empeñado en tener el monopolio de la formación en su poder, sino de la propia Iglesia, a quien preocupaba el escándalo que provocaba en su época esta iniciativa, y por fin, de las propias familias de quienes acudían a sus escuelas, por la intromisión que representaba en sus propias vidas. Muy reveladora una frase de una de las profesoras: " Empezamos a ser molestas para demasiada gente." Llama la atención lo actual de la problemática de la formación y la política. Esa lucha del poder por adoctrinar a la población persiste cien años después, con los mismos problemas en la calidad de la enseñanza por lo altamente politizada que está.
La película está muy bien interpretada. Lástima que al protagonista le falta algo de expresividad y que seguramente por falta de medios, a pesar de que la película cuenta el transcurso de treinta años, por los personajes parece que no transcurre el tiempo. La historia se cuenta de forma muy ingeniosa, de forma retrospectiva, aprovechando momentos muy bien hilvanados del momento en que se cuenta. La trama tiene tensión durante todo el metraje, manteniendo la atención del espectador y sin cansar en ningún momento, aunque dura casi dos horas. Los personajes son todos interesantes y el director se ocupa de entrar en la intimidad de muchos de ellos. Los actores en general, son buenos. Gran interpretación de Elena Furiase. Muchas escenas se ruedan en escenarios de lo más apropiados, combinando muy bien interiores y exteriores y acompañadas de una música excelente. Es francamente una película para disfrutar. Llama la atención que no se hayan interesado por ella los grupos feministas, seguramente por razones de su carácter confesional, porque esto es verdadera promoción de la mujer.

La película es para disfrutar de los trucos de Jackie Chan. Es divertida, para pasar un rato agradable. Tiene sus escenas de acción y la narrativa típica de estas películas cómicas ligeras. No aburre en ningún momento y es facil de olvidar. Las diferentes escenas tienen su sentido y en ningún momento convierten la película en una idiotez.