El acorazado Potemkin
Drama. Bélico
Basada en hechos reales ocurridos en 1905. El acorazado Potemkin acaba de regresar de la guerra con Japón y su tripulación está a punto de amotinarse debido al trato brutal y a las malas raciones. Cuando una mañana les sirven carne infestada de gusanos, los marineros acaban rebelándose. se cansan del tratamiento vejatorio e injusto de los oficiales. Con este motín comienza el reguero revolucionario por Odesa y toda Rusia en contra de ... [+]
2 de diciembre de 2020
2 de diciembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obviando la conocida reputación de la obra en cuanto a contenido audiovisual; el tema a tratar por " El acorazado Potemkin" ( debido a su notable contenido propagandístico soviético) puede atraer tanto defensores como detractores.
A si que, personalmente, mostraré mi admiración y veneración hacia el contenido al completo de dicha obra.
El analfabetismo, la hambruna y la terrible represión militar asolaban a un pueblo sumergido en el medievalismo. Corría el año 1905 y la influencia de la corriente socialista promulgada por Karl Marx comenzaba a calar en todos y cada uno de los rincones del imperio ruso; siendo el único atisbo de esperanza que contenía el pueblo para salir del oscuro infierno zarista. La película se basa en una historia verídica ocurrida en el año 1905. La sublevación de los tripulantes del acorazado Potemkin debido a las deplorables condiciones de vida que estos tenían, sirvió de inspiración para que 20 años después, Eisenstein nos deleitara con dicho largometraje.
A si que, personalmente, mostraré mi admiración y veneración hacia el contenido al completo de dicha obra.
El analfabetismo, la hambruna y la terrible represión militar asolaban a un pueblo sumergido en el medievalismo. Corría el año 1905 y la influencia de la corriente socialista promulgada por Karl Marx comenzaba a calar en todos y cada uno de los rincones del imperio ruso; siendo el único atisbo de esperanza que contenía el pueblo para salir del oscuro infierno zarista. La película se basa en una historia verídica ocurrida en el año 1905. La sublevación de los tripulantes del acorazado Potemkin debido a las deplorables condiciones de vida que estos tenían, sirvió de inspiración para que 20 años después, Eisenstein nos deleitara con dicho largometraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El detonante de la insurrección contra los almirantes del acorazado fue el mal estado en el que se encontraba la carne que los tripulantes procedían a ingerir. La carne estaba en un claro estado de putrefacción, conteniendo gusanos que incluso podían apreciarse a simple vista. Los almirantes negaron rotundamente la podredumbre de los alimentos y ofrecieron de mala manera salmuera como solución. Esto propició el caldo de cultivo necesario para que la tripulación iniciara un heroico alzamiento contra los almirantes que acabaría siendo apoyado por toda la tripulación. Una de las escenas de la pelicula representa lo que parece ser la imagen personificada de dios; reflejado con la apariencia de un simple mortal (Con un aspecto adán y desaliñado). Esta trivial encarnación de dios simboliza el triunfo de la razón sobre las creencias religiosas (componente fundamental del gobierno zarista).
Uno de los sucesos que marcan el largometraje es la muerte de uno de los tripulantes;.siendo velado por todo el pueblo ruso, y evocando así a la unión del pueblo ruso contra la tiranía zarista. La película, además, no contiene protagonistas, esto es otro de los detalles que simbolizan el ideal colectivista del socialismo. Otro detalle que promulga los ideales de esta corriente, se aprecia en la escena final, en la que sin necesidad de provocar fallecimiento alguno, las tropas de la embarcación zarista se unen fraternalmente a la causa bolchevique.
Las escena de la escalera, es una de las escenas más egregias de la historia del cine. Esta muestra sin tapujos la frialdad y la inhumanidad del ejercito zarista fusilando a miles de rusos ( niños y mujeres inclusive) mientras estos huyen aterrorizados bajando unas escaleras que parecen no acabarse nunca.
Otro momento a destacar, es la conmovedora imagen del grito de exasperación de una madre mientras suplica ayuda con su hijo moribundo y malherido en sus brazos. El ejercito responde aplicando fuego a discreción sin ningún remordimiento.
La película acaba con la unión fraternal de los tripulantes del Acorazado Potemkin y los tripulantes del zar. Emulando el reconocido mensaje de Marx invitando a la unión de los pueblos y de la clase obrera mundial contra la tiranía capitalista.
Uno de los sucesos que marcan el largometraje es la muerte de uno de los tripulantes;.siendo velado por todo el pueblo ruso, y evocando así a la unión del pueblo ruso contra la tiranía zarista. La película, además, no contiene protagonistas, esto es otro de los detalles que simbolizan el ideal colectivista del socialismo. Otro detalle que promulga los ideales de esta corriente, se aprecia en la escena final, en la que sin necesidad de provocar fallecimiento alguno, las tropas de la embarcación zarista se unen fraternalmente a la causa bolchevique.
Las escena de la escalera, es una de las escenas más egregias de la historia del cine. Esta muestra sin tapujos la frialdad y la inhumanidad del ejercito zarista fusilando a miles de rusos ( niños y mujeres inclusive) mientras estos huyen aterrorizados bajando unas escaleras que parecen no acabarse nunca.
Otro momento a destacar, es la conmovedora imagen del grito de exasperación de una madre mientras suplica ayuda con su hijo moribundo y malherido en sus brazos. El ejercito responde aplicando fuego a discreción sin ningún remordimiento.
La película acaba con la unión fraternal de los tripulantes del Acorazado Potemkin y los tripulantes del zar. Emulando el reconocido mensaje de Marx invitando a la unión de los pueblos y de la clase obrera mundial contra la tiranía capitalista.
16 de junio de 2006
16 de junio de 2006
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y esto no lo inventé yo, lo dijo Charlie Chaplin. Técnicamente es una gran realización, una gran inventiva la que se manejó en 1925, Un gran fotógrafo, Tissé, una imagen que desborda calidad y buen gusto. La multicitada y recreada escena de las escaleras de Odesa ¿Acaso no es una muestra de lo que quiero explicar?.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Claro que también estoy de acuerdo que el filme está enfocado como un documental contra los "malditos explotadores", se entiende que en esa época y en Rusia tenía que resaltarse la justicia para el proletariado. Históricamente fue verdad ésa subversión en el acorazado Potemkin y la solidaridad del pueblo de Odesa; claro que la subversión terminó por falta de apoyo y en la película se plantea lo contrario...obvio.
Claro que las actuaciones no son de primera (incluso el mismo Einsenstein sale como sacerdote), pero es la imagen y la narrativa lo que le da el mérito a la película, es la magia que años atrás había iniciado Meliés para contar historias. Es eso lo que vale la pena ver y disfrutar.
Claro que las actuaciones no son de primera (incluso el mismo Einsenstein sale como sacerdote), pero es la imagen y la narrativa lo que le da el mérito a la película, es la magia que años atrás había iniciado Meliés para contar historias. Es eso lo que vale la pena ver y disfrutar.
25 de noviembre de 2007
25 de noviembre de 2007
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando a parte las valoraciones sobre la expresiva fotografía, el montaje impactante y lo propagandístico de la película que tan bien se observa como regla general en otros comentarios, interesa la relación entre el hombre y la natualeza.
Buena parte de la película se sitúa en el interior de una máquina como es el propio acorazado. Las escenas en tierra se localizan, bien en el puerto (un suelo artifical, construido), bien en las escaleras (otro escenario refinandamente antinatural). Estos escenarios son sintomáticos. Son el territorio de un hombre moderno, artificial, que "es" por sus circunstancias sociales, que vive en un medio construido. Clase (opresor-oprimido), Función (trabajador-ejercito-etc), Rol (héroe-masa)... el hombre existe en un medio artificial, un medio construido... Y que puede cambiar, dice la película.
Me quedo no obstante con la sensación del hombre moderno viviendo dentro de una inmensa máquina. Otros lo retrataron con más humor. A Hegel esto mismo le puso muy nervioso en su estancia en París...
Buena parte de la película se sitúa en el interior de una máquina como es el propio acorazado. Las escenas en tierra se localizan, bien en el puerto (un suelo artifical, construido), bien en las escaleras (otro escenario refinandamente antinatural). Estos escenarios son sintomáticos. Son el territorio de un hombre moderno, artificial, que "es" por sus circunstancias sociales, que vive en un medio construido. Clase (opresor-oprimido), Función (trabajador-ejercito-etc), Rol (héroe-masa)... el hombre existe en un medio artificial, un medio construido... Y que puede cambiar, dice la película.
Me quedo no obstante con la sensación del hombre moderno viviendo dentro de una inmensa máquina. Otros lo retrataron con más humor. A Hegel esto mismo le puso muy nervioso en su estancia en París...
18 de octubre de 2017
18 de octubre de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su llegada al poder, el 20 de Octubre de 1894, el zar Nikolái II sería el inspirador del feliz ocaso de la monarquía rusa, pues, con sus improcedentes manejos de la economía, sus necias intuiciones en sus afanes de expandir el imperio, y sus brutales agresiones a la clase obrera y campesina que le valieron el mote de “Nikolái el sanguinario”, le fueron creando una animadversión que tendría su primera demostración en 1905, cuando las masas, orientadas por la intelligentsia y con un significativo número de células opositoras, comenzaron a agitarse organizando huelgas, manifestaciones y disturbios en varias zonas del país. Ya, Lenin había publicado su texto “¿Qué hacer?” (1902) y las derrotas en la guerra contra el Japón que, entonces, estaba teniendo lugar, dieron aliento a la clase trabajadora para enfrentar a la monarquía.
El 9 de enero de 1905, los obreros y campesinos protestaban en San Petersburgo y marchaban con el propósito de llevar al zar una petición escrita en la que solicitaban diversas mejoras laborales. Sus únicas armas eran crucifijos y otros símbolos religiosos, con los que hacían patente su espíritu pacifista… pero, de repente, apostadas en el Palacio de Invierno surgieron varias tropas cosacas, y sin mediar palabra, abrieron fuego contra la multitud entre la que se encontraban numerosas mujeres, niños, discapacitados y ancianos. Persiguieron luego a los que conseguían escapar, y durante horas, asesinaron a varios miles de personas.
El zar Nikolái II, se convirtió, así, en el hombre más odiado por todo el pueblo ruso y quedaba abierta la senda que desembocaría en la Revolución de Octubre de 1917.
El Potemkin (Потёмкин), fue un acorazado construido por la Armada imperial rusa y hacía parte de la flota que se movía en el Mar Negro. Durante la Revolución Rusa de 1905, en este buque ocurrió un fuerte incidente que también hizo historia, y el director Sergei M. Eisenstein, ha unido estos hechos para convertirlos en una película, “EL ACORAZADO POTEMKIN”, que, por su composición de imágenes (donde asume con gran fuerza y significado los diferentes tipos de planos); su creativa e ingeniosa simbología (balanzas con la comida, el crucifijo que hace las veces de hacha, el cinturón con el cisne, las sombras siniestras, el cochecito con el bebé que rueda por las escaleras…); su ejemplar edición (para crear un ritmo físico-emocional que nos da tiempo a conectarnos muy íntimamente con el sentir de sus personajes)… le han merecido ser considerada como una de las más grandes obras del arte cinematográfico.
A todo esto, las composiciones orquestales de Edmund Meisel que acompañaron originalmente las imágenes, sobre todo en el funeral de Vakulinchuk y en la brutal escena de las escaleras de Odesa, son para la eterna memoria.
Lo demás, ya es harto conocido: Eisenstein, incrementó de enorme manera los potenciales del montaje cinematográfico. El cine político adquirió un nuevo significado, y la cinematografía demostró de nuevo que, de tanto en tanto, consigue alcanzar la categoría de Arte.
Un claro error de continuidad en la escalera de Odesa -que vine a descubrir tras haber visto la película por cuarta o quinta vez- no logra empañar de manera alguna, una obra cinematográfica de la más alta trascendencia.
El 9 de enero de 1905, los obreros y campesinos protestaban en San Petersburgo y marchaban con el propósito de llevar al zar una petición escrita en la que solicitaban diversas mejoras laborales. Sus únicas armas eran crucifijos y otros símbolos religiosos, con los que hacían patente su espíritu pacifista… pero, de repente, apostadas en el Palacio de Invierno surgieron varias tropas cosacas, y sin mediar palabra, abrieron fuego contra la multitud entre la que se encontraban numerosas mujeres, niños, discapacitados y ancianos. Persiguieron luego a los que conseguían escapar, y durante horas, asesinaron a varios miles de personas.
El zar Nikolái II, se convirtió, así, en el hombre más odiado por todo el pueblo ruso y quedaba abierta la senda que desembocaría en la Revolución de Octubre de 1917.
El Potemkin (Потёмкин), fue un acorazado construido por la Armada imperial rusa y hacía parte de la flota que se movía en el Mar Negro. Durante la Revolución Rusa de 1905, en este buque ocurrió un fuerte incidente que también hizo historia, y el director Sergei M. Eisenstein, ha unido estos hechos para convertirlos en una película, “EL ACORAZADO POTEMKIN”, que, por su composición de imágenes (donde asume con gran fuerza y significado los diferentes tipos de planos); su creativa e ingeniosa simbología (balanzas con la comida, el crucifijo que hace las veces de hacha, el cinturón con el cisne, las sombras siniestras, el cochecito con el bebé que rueda por las escaleras…); su ejemplar edición (para crear un ritmo físico-emocional que nos da tiempo a conectarnos muy íntimamente con el sentir de sus personajes)… le han merecido ser considerada como una de las más grandes obras del arte cinematográfico.
A todo esto, las composiciones orquestales de Edmund Meisel que acompañaron originalmente las imágenes, sobre todo en el funeral de Vakulinchuk y en la brutal escena de las escaleras de Odesa, son para la eterna memoria.
Lo demás, ya es harto conocido: Eisenstein, incrementó de enorme manera los potenciales del montaje cinematográfico. El cine político adquirió un nuevo significado, y la cinematografía demostró de nuevo que, de tanto en tanto, consigue alcanzar la categoría de Arte.
Un claro error de continuidad en la escalera de Odesa -que vine a descubrir tras haber visto la película por cuarta o quinta vez- no logra empañar de manera alguna, una obra cinematográfica de la más alta trascendencia.
16 de mayo de 2018
16 de mayo de 2018
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi por primera vez el 28 de junio de 2011, y creo que no cambio la puntuación. Película que rememora lo que sucedió en 1905, que el pueblo se revele a sus superiores, y hay revueltas.
Es muy fuerte que se atacara directamente a civiles inocentes. Bueno, no sé porque me sorprende, ya que a día de hoy sigue pasando, aunque parezca mentira.
La película cuenta con un gran apoyo de la crítica, por ser muy novedosa técnicamente. Y sí, hay muchos planos, y composiciones extrañas para la época. Fue muy novedoso, aunque para mí, a veces me saturaba.
La escena más famosa de la escalera, es quizás lo que más destaco de la película. Tanto del carrito del bebé rodando para abajo como el disparo hacía una mujer inofensiva que tenía en brazos a su hijo muerto.
7 de 11 usuarios han encontraron útil mi crítica anterior, espero que esta sea algo mejor!
Es muy fuerte que se atacara directamente a civiles inocentes. Bueno, no sé porque me sorprende, ya que a día de hoy sigue pasando, aunque parezca mentira.
La película cuenta con un gran apoyo de la crítica, por ser muy novedosa técnicamente. Y sí, hay muchos planos, y composiciones extrañas para la época. Fue muy novedoso, aunque para mí, a veces me saturaba.
La escena más famosa de la escalera, es quizás lo que más destaco de la película. Tanto del carrito del bebé rodando para abajo como el disparo hacía una mujer inofensiva que tenía en brazos a su hijo muerto.
7 de 11 usuarios han encontraron útil mi crítica anterior, espero que esta sea algo mejor!
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