Esta película es una auténtica tontería en la que ya de primeras sabemos lo que va a pasar, y es que lo que aqui se muestra ya lo hemos visto. Nada que ver con la original, aquella creaba suspense y Arnie estaba firme en su papel, aqui tenemos a un Danny Glover sobreactuadísimo dándoselas de capitan de policía histérico. Esta secuela me parece una ridiculez con falta de propósitos repitiendo lo mismo pero mal llevado. Un título del todo prescindible que tampoco aporta nada, pues insisto, desde el principio sabemos como se va a desarrollar, ya que la historia no hace gran cosa por mantener la atención del espectador, nos encontramos ante una secuela nada destacable, se la podían haber ahorrado y no nos hubieramos perdido nada. Un alienígena menos carismático que el de la primera parte, siendo el de esta segunda mucho más cafre y temerario, saltando sin camuflaje en medio de una docena de geos, matando gente a diestro y siniestro sin ningún proceso de selección, dejándose ver por todas partes y escapando ridiculamente de Glover, nada que ver con su primo de risa diabólica "El diablo cazador de hombres" que tanto costó derrotar en la original. Nefasta secuela, mal doblada, llena de escenas ridículas, oportunista y sin nada que ofrecer.

Segundas partes nunca fueron buenas.
Eso no es cierto, ayer vi Depredador 2.
Claro, la excepción confirma la regla.
La segunda parte de Depredador a mí no me pareció inferior,
a pesar de que la sorpresa se había perdido.
Pero hay momentos en que la tensión se mantiene.

En mi opinión fácil de comentar:

Diseños excelentes, mejores efectos especiales, una historia muy interesante....pero un doblaje malísimo y un Danny Glover pésimo ( y eso que con la saga "Arma letal" hizo un gran trabajo ) lo estropean por completo.

Una lástima, pudo haberse convertido en algo infinitamente mejor

a más ver

H

Tras el exitazo que supuso Depredador de John McTiernan, la secuela no se hizo esperar. Tres años después, Stephen Hopkins (Los demonios de la noche, Perdidos en el espacio) ofreció una nueva historia con carácter futurista, en un contexto apocalíptico y excesivamente pesimista.

La acción se sitúa en Los Angeles, ciudad que se ha convertido en un campo de batalla entre los clanes de la droga y la policía. En medio de todo este embrollo, nuestro cazador extraterrestre favorito se va de safari, intentando aumentar su sala de trofeos.

El primer reto era cómo superar la falta de suspense. El espectador ya conoce al monstruo y de qué es capaz. Si evocamos la saga Alien, James Cameron solventó un problema similar con Aliens: el regreso, generando tensión con brillantes secuencias de acción. Hopkins, sin embargo, plantea la película desde un prisma erróneo, ya que vuelve a lo visto en la primera parte: unos personajes que buscan a un misterioso asesino y que no comprenden la situación hasta bien avanzado el metraje, lo cual resulta indefectiblemente aburrido para el espectador, que sí está informado de todo.

Y en cuanto a la mencionada acción, el despropósito de tiros y persecuciones sin orden ni concierto con el que Hopkins nos castiga, queda todavía más en evidencia al tener como referencia la excelente factura visual de McTiernan en Depredador y Cameron en Aliens.

Es curioso que el libreto fuera escrito por los responsables del film original (Jim y John Thomas) ya que el desarrollo de la historia no tiene nada que ver: Ni intriga, ni suspense, ni miedo, ni clímax final (de hecho el último tramo es tan excesivamente largo como ridículo). Así pues, la historia narrada es un simple pretexto para volver a poner en liza al exterminador alienígena y volver a llenar las salas de cine (negocio fácil y rápido).

Se trata de dar otro sello al relato con la incursión de elementos de vudú y la rivalidad entre la policía de la ciudad y los federales, pero el resultado es bastante mediocre. Y eso que el elenco de actores con el que contaban es importante: Danny Glover (Arma letal, Silverado), Gary Busey (Le llaman Bodhi, Alerta máxima), Rubén Blades (El color de la noche, La caja china), María Conchita Alonso (Perseguido, La casa de los espíritus), Bill Paxton (Aliens, Twister), Adam Baldwin (La chaqueta metálica, Independence Day), Robert Davi (La jungla de cristal, Los goonies)…

El film sobrevive gracias al recuerdo que poseemos del original, algo a lo que ayuda el uso de la misma banda sonora de Silvestri, pero realmente es un producto muy inferior, tanto que el mismísimo Schwarzenegger declinó su participación cuando tuvo acceso al guión. No me extraña.

Secuela de aquella con el mismo nombre de 1987 de Arnold Schwarzenegger. Ahora bien, aunque el bicho es el mismo, es decir de la misma especie, el protagonista es otro al que interpreta Danny Glover, otra vez haciendo de policía. Como es Los Ángeles hasta podemos pensar que es el agente Murtaugh, de la saga de Arma Letal lo que me ha llevado a pensar que valdría su peso en oro asistir al enfrentamiento entre Martin Riggs (Mel Gibson) y el predator. Un loco y un extraterrestre. Seguro que ganaría Martin. Elucubraciones al margen Stephen Hopkins nos traslada diez años hacia adelante para situarnos en un hipotético 1997, supongo que para darle un puntito futurista apocalíptico en plan Robocop, que la verdad, no le sale muy bien.

Se critica a esta "Depredador 2" pero no creo que sea inferior a la primera que tampoco es que fuera un obra maestra dentro del género. De hecho me parece una idea muy buena la de llevar a este monstruos (¿aunque acaso lo es?) de una selva real a otra figurada, la de una gran ciudad derretida por una ola de calor y el crimen organizado. Para ser precisos arranca con fuerza, sigue con cierta intriga, con esas extrañas muertes, se enreda un poco en la parte central pero por fortuna nos deja una recta final trepidante en un aguerrido cara a cara humano alienígena, por más que durante varias secuencias la similitud formal con lo visto en Alien ya la de 1979, ya la de 1986, sea evidente. No tuvo tanto éxito comercial como la otra pero tiene su interés.