Despedidas
2008 

7.6
11,655
Drama
Daigo Kobayashi, antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataud y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá ... [+]
6 de septiembre de 2010
6 de septiembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una persona en un punto de se rutina en algún. Toca el violonchelo en una orquesta. Tiene una esposa a la que ama. Al perder el trabajo, toma una decisión que cambiará su vida. Pero se siente vacía y vive perdida. Es más, ni siquiera vive. Sólo existe. Escapando así de esa situación, vuelve al lugar donde se crió. El lugar donde todo tuvo origen. Ahí se verá cara a cara con sus temores, su pasado y su presente. Y deberá afrontarlos.
Ésta es una película que no habla sobre la muerte, sino de la vida. Habla sobre una persona que se encontraba totalmente perdida por unos traumas familiares que le impedían ser feliz y de como, del modo que menos esperaba, logra sentir la vida en su interior y en todo lo que le rodea. Comprende que tras la muerte sólo hay vida.
Con un lirismo en las imágenes espectacular, algunas dignas del mejor pintor, nos muestra el transcurrir de la vida, son sus alegrías y sus penas. El guión de la película combina perfectamente comedia y drama, haciéndose así muy ameno el metraje. La situaciones son realistas y eso es de agradecer. Con unas interpretaciones sobrias, sobretodo por parte de Motoki, que hace un trabajo sencillamente espectacular, nada sobreactuado. La banda sonora, siempre acompañada del ya comentado violonchelo del protagonista, es totalmente conmovedora. En los momentos dramáticos, todo encaja a la perfección: realismo, planos lentos y cuidados, fotografía preciosista, interpretaciones buenas y una gran banda sonora. Y la mayoría de ellas, sin ni una línea de diálogo. Es ahí donde se perciben las verdaderas emociones, en el silencio. Y en este caso, el sobrecogedor silencio de la muerte.
Además, recomiendo totalmente esta película pues te da a conocer la visión sobre la muerte de la cultura japonesa. Totalmente emotiva.
En definitiva, comentar que si buscas una cinta donde reinen las emociones humanas, esta es tu película.
Sigo en el spoiler destacando un par de escenas:
Ésta es una película que no habla sobre la muerte, sino de la vida. Habla sobre una persona que se encontraba totalmente perdida por unos traumas familiares que le impedían ser feliz y de como, del modo que menos esperaba, logra sentir la vida en su interior y en todo lo que le rodea. Comprende que tras la muerte sólo hay vida.
Con un lirismo en las imágenes espectacular, algunas dignas del mejor pintor, nos muestra el transcurrir de la vida, son sus alegrías y sus penas. El guión de la película combina perfectamente comedia y drama, haciéndose así muy ameno el metraje. La situaciones son realistas y eso es de agradecer. Con unas interpretaciones sobrias, sobretodo por parte de Motoki, que hace un trabajo sencillamente espectacular, nada sobreactuado. La banda sonora, siempre acompañada del ya comentado violonchelo del protagonista, es totalmente conmovedora. En los momentos dramáticos, todo encaja a la perfección: realismo, planos lentos y cuidados, fotografía preciosista, interpretaciones buenas y una gran banda sonora. Y la mayoría de ellas, sin ni una línea de diálogo. Es ahí donde se perciben las verdaderas emociones, en el silencio. Y en este caso, el sobrecogedor silencio de la muerte.
Además, recomiendo totalmente esta película pues te da a conocer la visión sobre la muerte de la cultura japonesa. Totalmente emotiva.
En definitiva, comentar que si buscas una cinta donde reinen las emociones humanas, esta es tu película.
Sigo en el spoiler destacando un par de escenas:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando Dai explica a su esposa la historia de las piedras y la relación que tienen con los sentimientos. Simplemente precioso.
Y el final... ¡qué final! Sinceramente no me esperaba que se resolviera así el conflicto con su padre, pensé que quedaría en el aire, sin resolver. Ver esas imágenes, a Dai llorando en silencio mientras acaricia el rostro inerte de su padre... hace que te emociones profundamente. Y ese símbolo final, con la piedra de tacto suave para su esposa...
... Dai por fin vive en paz.
Y el final... ¡qué final! Sinceramente no me esperaba que se resolviera así el conflicto con su padre, pensé que quedaría en el aire, sin resolver. Ver esas imágenes, a Dai llorando en silencio mientras acaricia el rostro inerte de su padre... hace que te emociones profundamente. Y ese símbolo final, con la piedra de tacto suave para su esposa...
... Dai por fin vive en paz.
29 de noviembre de 2010
29 de noviembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que nos encontramos ante una película de entidad perfectamente realizada y donde conviven el drama, la comedia, el amor y sobre todo la emoción.
No es sorprendente que desde oriente asistamos a propuestas innovadoras, diferentes y con una puesta en escena de mucha altura, y este film, es un buen exponente. Desde una mayor ortodoxia y clasicismo, la película nos embarca en un viaje con un protagonista que asume su ausencia de talento en el arte de la música, para encontrarlo en otro que tras la reticencia inicial se nos presenta a la misma altura que el anterior.
El formalismo estético y la delicadeza de las imágenes y la no necesidad de decirlo todo con palabras ilustran una película que ayuda a "pasar" por un sitio por el que todos transitaremos.
Emoción contenida, guion y ritmo perfectos y unas interpretaciones perfectas que dan vida a unos personajes cuyos universos individuales convergen en una placidez formal y espiritual. Gran obra.
No es sorprendente que desde oriente asistamos a propuestas innovadoras, diferentes y con una puesta en escena de mucha altura, y este film, es un buen exponente. Desde una mayor ortodoxia y clasicismo, la película nos embarca en un viaje con un protagonista que asume su ausencia de talento en el arte de la música, para encontrarlo en otro que tras la reticencia inicial se nos presenta a la misma altura que el anterior.
El formalismo estético y la delicadeza de las imágenes y la no necesidad de decirlo todo con palabras ilustran una película que ayuda a "pasar" por un sitio por el que todos transitaremos.
Emoción contenida, guion y ritmo perfectos y unas interpretaciones perfectas que dan vida a unos personajes cuyos universos individuales convergen en una placidez formal y espiritual. Gran obra.
27 de agosto de 2011
27 de agosto de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno este film nunca llegue a verlo en el cine ya que en Chile las buenas películas prácticamente no llegan, creo que es la primera película en que tratan con tanto respeto a la muerte, no como algo malo, simplemente un ciclo de la vida al que debemos respetar tanto como a los demás, la vi con mi hija que en ese tiempo tenia 11 años y se conmovió tanto. Totalmente recomendable.
13 de julio de 2013
13 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una despedida es el comienzo de un reencuentro. Siempre lo es. Decir adiós significa dejar la puerta abierta a un abrazo de bienvenida.
Despedidas es una película magnífica. La firma Yojiro Takita. Habla sobre la muerte, sobre la relación entre personas y, de forma especial, sobre la emoción que siempre causa esperar que todo vuelva a estar en su sitio. Es una película emocionante de principio a fin, divertida (sobre todo en su primera parte llega a ser cómica), llena de matices que dejan al espectador en una situación inigualable para recibir el mensaje desde un lugar cómodo y agradable. Las interpretaciones son magníficas. La fotografía se presenta cuidada y exacta. La música (fundamental en el entramado narrativo) hace que lo visto se tiña para que aparezcan distintos tonos que enriquecen cada fotograma.
La carga mitológica de la película es casi aplastante. Se presenta desde el rito. El personaje principal debe dejar su trabajo en Tokio y viaja, junto a su esposa, a la ciudad en la que nació y vivió con sus padres. Allí, le contratan como amortajador. Aprende el oficio mientras su mujer no sabe a qué se dedica. Van produciéndose situaciones ridículas hasta que todo toma forma como definitivo. Y la muerte tras cada esquina, en cada secuencia, en cada nota de la banda sonora. Pero una muerte que no inquieta, que no asusta. Porque no parece ser el final. La muerte en la película de Takita es la antesala a un encuentro futuro, la solución a enigmas pasados, un estado que puede causar problemas pasajeros a los vivos y nunca a los muertos. La muerte es la vuelta a los orígenes. La muerte puede llegar envuelta en amor. ¿Por qué no? Y la muerte puede ser la ausencia desquiciante e incomprensible que se soluciona con la propia muerte.
Ante una forma de convivir en occidente con estos asuntos que se hace casi enfermiza, se recibe con gratitud esta otra que mira a la cara de vivos y muertos sabiendo que todo es lo mismo. Emocionante, de verdad.
Si echan un vistazo a la película (eso espero porque sé que pasarán un rato de lo más agradable) no olviden buscar, en su próximo paseo, la piedra que corresponda. Y no olviden meterla en un sobre y enviarla a quien corresponda. Tal vez sea el comienzo de algo tan necesario como la propia existencia: saber hacia qué lugar caminamos y al que tenemos que regresar antes o después. Ya entenderán a qué me refiero.
Excelente película. Eso es todo lo que se puede decir. Y ya está dicho.
inventodeldemonio.es/blog
Despedidas es una película magnífica. La firma Yojiro Takita. Habla sobre la muerte, sobre la relación entre personas y, de forma especial, sobre la emoción que siempre causa esperar que todo vuelva a estar en su sitio. Es una película emocionante de principio a fin, divertida (sobre todo en su primera parte llega a ser cómica), llena de matices que dejan al espectador en una situación inigualable para recibir el mensaje desde un lugar cómodo y agradable. Las interpretaciones son magníficas. La fotografía se presenta cuidada y exacta. La música (fundamental en el entramado narrativo) hace que lo visto se tiña para que aparezcan distintos tonos que enriquecen cada fotograma.
La carga mitológica de la película es casi aplastante. Se presenta desde el rito. El personaje principal debe dejar su trabajo en Tokio y viaja, junto a su esposa, a la ciudad en la que nació y vivió con sus padres. Allí, le contratan como amortajador. Aprende el oficio mientras su mujer no sabe a qué se dedica. Van produciéndose situaciones ridículas hasta que todo toma forma como definitivo. Y la muerte tras cada esquina, en cada secuencia, en cada nota de la banda sonora. Pero una muerte que no inquieta, que no asusta. Porque no parece ser el final. La muerte en la película de Takita es la antesala a un encuentro futuro, la solución a enigmas pasados, un estado que puede causar problemas pasajeros a los vivos y nunca a los muertos. La muerte es la vuelta a los orígenes. La muerte puede llegar envuelta en amor. ¿Por qué no? Y la muerte puede ser la ausencia desquiciante e incomprensible que se soluciona con la propia muerte.
Ante una forma de convivir en occidente con estos asuntos que se hace casi enfermiza, se recibe con gratitud esta otra que mira a la cara de vivos y muertos sabiendo que todo es lo mismo. Emocionante, de verdad.
Si echan un vistazo a la película (eso espero porque sé que pasarán un rato de lo más agradable) no olviden buscar, en su próximo paseo, la piedra que corresponda. Y no olviden meterla en un sobre y enviarla a quien corresponda. Tal vez sea el comienzo de algo tan necesario como la propia existencia: saber hacia qué lugar caminamos y al que tenemos que regresar antes o después. Ya entenderán a qué me refiero.
Excelente película. Eso es todo lo que se puede decir. Y ya está dicho.
inventodeldemonio.es/blog
19 de septiembre de 2020
19 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es admirable que se cuente una historia tan conmovedora de un tema que es un poco sombrío en algunas culturas, debido a que no todas las culturas toman el tema de la muerte de la misma manera, pues hay culturas que la celebran y adornan sus festejos, así como hay culturas que lo toman como solemne y místico. Es impresionante que, a lo largo de las diferentes vivencias del protagonista, este encuentre el contacto con su propio ser; como de algo, tal vez un poco siniestro, sea capaz de encontrar la luminiscencia que sentía hacía falta en su vida.
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