Mad Max 3. Más allá de la cúpula del trueno
1985 

5.7
19,724
Acción. Ciencia ficción
Tras la catástrofe nuclear, Mad Max cruza un desierto donde pierde su caravana de camellos. Llega a una ciudad donde le proponen cambiárselos a cambio de que ataque al tirano de la ciudad subterránea, un enano que fabrica gas metano con excrementos de cerdo. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2016
1 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
27/05(10/02/16) Tercera entrega de la popular saga creada en 1979 por el australiano George Miller, que además catapultó a la fama a su protagonista Mel Gibson, esta viene lastrada por una especie de “disneycización”, le llegó mucha plata de Hollywood y esto puede que repercutiera en el carácter de la historia, con escasas dosis de mala leche que si tenían las anteriores, sobre todo la segunda, con unos villanos inanes, y por unas escenas de acción escasas, a lo que se suma la subtrama de los niños, parecen sacados de “El Señor de las Moscas”, metidos con calzador. También seguro afecto al resultado final de la cinta la muerte del productor y gran amigo del director, Byron Kennedy (productor de las dos anteriores), fallecido en un accidente de helicóptero en 1983 mientras buscaba localizaciones para el film, Miller cayó en la desidia, dijo <Me resistía a seguir adelante.... Y luego hubo una especie de necesidad, de vamos a hacer algo sólo para superar el trauma y el dolor>, apareciendo en los créditos finales "... Para Byron". Miller siguió adelante pero recabando la ayuda de un amigo director, George Ogilvie, quedando Miller, al parecer, para la dirección de escenas de acción.
Estamos en un mundo post-apocalíptico, árido y violento, Mad Max (Mel Gibson) es un tipo solitaria que va por el desierto con su caravana tirada por camellos, cuando le es robada esta va a parar a Negociudad, tras algún percance se encuentra con la ama de la ciudad, Tia Ama (Tina Turner), esta le propone un duelo contra el Golpeador (Paul Larsson), un tipo enorme con una máscara que lleva en sus hombre a un enano, Maestro (Angelo Rossitto), este tiene el secreto de cómo transformar las heces de cerdo en gas metano.
El guión es del propio director junto a Terry Hayes (“Mad Max “”, “Desde el infierno” o “Payback”), un libreto donde se nos hurta de gran parte del atractivo de la anterior, uno espera en su continuación que se ahonde y se exploten las virtudes y el universo creado, pues no, en esta se prostituye el proyecto por una especie de parque temático blandito de espíritu, las dosis ácidas de tenebrismo y sombriedad se atenúan a favor de un producto destinado a quinceañeros imberbes que llenen las salas a corto plazo. Lo que en la primera era un despliegue de vehículos tuneados atávicamente, donde el protagonista conducía un tuneado vehículo V8 sin más rumbo que ir encontrando combustible para continuar su huida hacia ningún lugar, aquí se convierte en una caravana tirada por camellos, donde en una sola escena salen unos buggys persiguiendo una locomotora de tren, la guerra por la gasolina en que se centraban las guerras de la segunda, aquí no existen, se han sustituido por una ridícula batalla por la mierda de cerdo.
Un film con pocos picos de interés, y varios chirriantes, lo de la urbe post-apocalíptica Negociudad es una idea sugestiva, pero mal explotada, lo del lugar con cerdos para conseguir metano resulta de pobreza visual y de muy impostado, lo de la pelea a muerte en la cúpula es un gran punto a favor, muy bien desarrollada, muy imaginativa, lo mejor del film, luego está el tramo con los niños, de una ñoñería tremenda, una especie de cruce entre los niños de “El Señor de los Mosquitos” y los de la Isla de Nuncajamás de “Peter Pan”, una pandilla de niños repelentes, con anhelos de reflejar referencias religiosas por lo de hacer un cuasi-emulo del Mesías del desierto a Max, pero de un modo torpón, para llegar a un clímax final de una clásica persecución de vehículos a motor, inferior a la de la segunda en tensión y planificación, y ello coronado con un prólogo metido con calzador que suena a copia de otros.
Miller decide domesticar la fiera que había creado, parece una historia hecha con desgana, con un refrito de ideas ya muy vistas, con un corta y pega que orgánicamente queda livianamente cosido, incluso las influencias a western distópico quedan anuladas en pos de una cinta que por lo menos entretiene, sin pretensiones más allá de esto, de ser un producto ameno, aunque hubiera estado mejor con un poquito de mala baba y no la asepsia que respira.
La puesta en escena es digna del gran presupuesto que tuvo auspiciada por la llegada de plata hollywoodiense, con un notable diseño de producción de Graham Walker (“Pitch Black” o “The walking dead”), con escenarios que transmiten desolación, rodándiose en exteriores de la ciudad minera de Coober Pedy , conjunto de Bartertown construido en una antigua fábrica ladrillos (el Brickpit) en la bahía de Homebush en los suburbios occidentales de Sydney, en las Mermaid's Cave, Blue Mountains (New South Wales, Australia), para el campamento de la tribu de niños, esto con la buena fotografía de Dean Semler (“Bailando con lobos”, “Apocalypto” o “Maléfica”),emitiendo calor, polvo, desazón, con estupendas tomas de grúa y aéreas, aportando ritmo, y planos de exquisita belleza. Esto adornado por la música de Maurice Jarre (“Lawrence de Arabia”, “Doctor Zhivago” o “Único testigo”), con melodías que generan inquietud y tensión, a lo que se suman dos canciones interpretadas con brío por Tina Turner “One of the Living” y la fabulosa “We Don't Need Another Hero”.
Mel Gibson resulta demasiado hierático, parece no padecer ni sufrir, se pasa en inexpresivo, está acartonado, sin duda donde mejor está es en la segunda, en esta me queda sin alma. Tina Turner demuestra que lo suyo no es la interpretación, aprendió la lección y no volvió a meterse en una labor que no es la suya. Y es que esta es una de las grandes taras del film, su falta de carisma en los personajes, haciéndose resplandeciente en lo referente a villanos de enjundia, no hay contrapeso alguno, se siente huérfana la historia de un malo con fuerza y con carácter, sobre todo si se comparan con los de la segunda entrega. El que mejor es un Bruce Spence que transmite matices y mucha simpatía.
(sigue en spoiler)
Estamos en un mundo post-apocalíptico, árido y violento, Mad Max (Mel Gibson) es un tipo solitaria que va por el desierto con su caravana tirada por camellos, cuando le es robada esta va a parar a Negociudad, tras algún percance se encuentra con la ama de la ciudad, Tia Ama (Tina Turner), esta le propone un duelo contra el Golpeador (Paul Larsson), un tipo enorme con una máscara que lleva en sus hombre a un enano, Maestro (Angelo Rossitto), este tiene el secreto de cómo transformar las heces de cerdo en gas metano.
El guión es del propio director junto a Terry Hayes (“Mad Max “”, “Desde el infierno” o “Payback”), un libreto donde se nos hurta de gran parte del atractivo de la anterior, uno espera en su continuación que se ahonde y se exploten las virtudes y el universo creado, pues no, en esta se prostituye el proyecto por una especie de parque temático blandito de espíritu, las dosis ácidas de tenebrismo y sombriedad se atenúan a favor de un producto destinado a quinceañeros imberbes que llenen las salas a corto plazo. Lo que en la primera era un despliegue de vehículos tuneados atávicamente, donde el protagonista conducía un tuneado vehículo V8 sin más rumbo que ir encontrando combustible para continuar su huida hacia ningún lugar, aquí se convierte en una caravana tirada por camellos, donde en una sola escena salen unos buggys persiguiendo una locomotora de tren, la guerra por la gasolina en que se centraban las guerras de la segunda, aquí no existen, se han sustituido por una ridícula batalla por la mierda de cerdo.
Un film con pocos picos de interés, y varios chirriantes, lo de la urbe post-apocalíptica Negociudad es una idea sugestiva, pero mal explotada, lo del lugar con cerdos para conseguir metano resulta de pobreza visual y de muy impostado, lo de la pelea a muerte en la cúpula es un gran punto a favor, muy bien desarrollada, muy imaginativa, lo mejor del film, luego está el tramo con los niños, de una ñoñería tremenda, una especie de cruce entre los niños de “El Señor de los Mosquitos” y los de la Isla de Nuncajamás de “Peter Pan”, una pandilla de niños repelentes, con anhelos de reflejar referencias religiosas por lo de hacer un cuasi-emulo del Mesías del desierto a Max, pero de un modo torpón, para llegar a un clímax final de una clásica persecución de vehículos a motor, inferior a la de la segunda en tensión y planificación, y ello coronado con un prólogo metido con calzador que suena a copia de otros.
Miller decide domesticar la fiera que había creado, parece una historia hecha con desgana, con un refrito de ideas ya muy vistas, con un corta y pega que orgánicamente queda livianamente cosido, incluso las influencias a western distópico quedan anuladas en pos de una cinta que por lo menos entretiene, sin pretensiones más allá de esto, de ser un producto ameno, aunque hubiera estado mejor con un poquito de mala baba y no la asepsia que respira.
La puesta en escena es digna del gran presupuesto que tuvo auspiciada por la llegada de plata hollywoodiense, con un notable diseño de producción de Graham Walker (“Pitch Black” o “The walking dead”), con escenarios que transmiten desolación, rodándiose en exteriores de la ciudad minera de Coober Pedy , conjunto de Bartertown construido en una antigua fábrica ladrillos (el Brickpit) en la bahía de Homebush en los suburbios occidentales de Sydney, en las Mermaid's Cave, Blue Mountains (New South Wales, Australia), para el campamento de la tribu de niños, esto con la buena fotografía de Dean Semler (“Bailando con lobos”, “Apocalypto” o “Maléfica”),emitiendo calor, polvo, desazón, con estupendas tomas de grúa y aéreas, aportando ritmo, y planos de exquisita belleza. Esto adornado por la música de Maurice Jarre (“Lawrence de Arabia”, “Doctor Zhivago” o “Único testigo”), con melodías que generan inquietud y tensión, a lo que se suman dos canciones interpretadas con brío por Tina Turner “One of the Living” y la fabulosa “We Don't Need Another Hero”.
Mel Gibson resulta demasiado hierático, parece no padecer ni sufrir, se pasa en inexpresivo, está acartonado, sin duda donde mejor está es en la segunda, en esta me queda sin alma. Tina Turner demuestra que lo suyo no es la interpretación, aprendió la lección y no volvió a meterse en una labor que no es la suya. Y es que esta es una de las grandes taras del film, su falta de carisma en los personajes, haciéndose resplandeciente en lo referente a villanos de enjundia, no hay contrapeso alguno, se siente huérfana la historia de un malo con fuerza y con carácter, sobre todo si se comparan con los de la segunda entrega. El que mejor es un Bruce Spence que transmite matices y mucha simpatía.
(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo más recordable del film es la lucha a muerte entre Golpeador y Max en la cúpula, todo un alarde de corea grafía imaginativa puesta al servicio de la acción, pero es que esto se da a menos de mitad del metraje, quedan muchos minutos donde llega a caer en la inanidad, tanto que cuando vuelve la acción en su rush final te da igual lo que pase, acentuado esto por el tufillo adolescente que le incrustan. También sugestivas son las tomas en el epílogo de una Sydney post-apocaliptica, envuelta en ruinas y polvo, surcada por el aire por el Transavia PL-12 pilotado por Jebediah (Bruce Spence).
Algo que no se entiende y resulta un insulto a la saga, es el torpe recurso de que este en el film Bruce Spence, que también estaba en la segunda, con la misma imagen, también era piloto aéreo, el Capitán Giro, se hizo amigo de Max, y en esta vuelve a aparecer, pero no se entiende sea con otro personaje, al que Max no conoce, pero sin embargo tiene la misma personalidad simpática, tomadura de pelo que despista.
Lo más recordable del film es la lucha a muerte entre Golpeador y Max en la cúpula, todo un alarde de corea grafía imaginativa puesta al servicio de la acción, pero es que esto se da a menos de mitad del metraje, quedan muchos minutos donde llega a caer en la inanidad, tanto que cuando vuelve la acción en su rush final te da igual lo que pase, acentuado esto por el tufillo adolescente que le incrustan. También sugestivas son las tomas en el epílogo de una Sydney post-apocalíptica, envuelta en ruinas y polvo, surcada por el aire por el Transavia PL-12 pilotado por Jebediah (Bruce Spence).
Por cierto, menudo agujero, los niños que huyen en la miniavioneta no son todos, son unos pocos de la tribu infantil, decenas se quedan abandonados y nadie hace referencia a ellos.
Recomendable a los incondicionales de la saga, aún con todos los defectos remarcados, he de decir que es mucho mejor que la primera, pero peor que la segunda, y le doy un seis por los picos buenos. Fuerza y honor!!!
Algo que no se entiende y resulta un insulto a la saga, es el torpe recurso de que este en el film Bruce Spence, que también estaba en la segunda, con la misma imagen, también era piloto aéreo, el Capitán Giro, se hizo amigo de Max, y en esta vuelve a aparecer, pero no se entiende sea con otro personaje, al que Max no conoce, pero sin embargo tiene la misma personalidad simpática, tomadura de pelo que despista.
Lo más recordable del film es la lucha a muerte entre Golpeador y Max en la cúpula, todo un alarde de corea grafía imaginativa puesta al servicio de la acción, pero es que esto se da a menos de mitad del metraje, quedan muchos minutos donde llega a caer en la inanidad, tanto que cuando vuelve la acción en su rush final te da igual lo que pase, acentuado esto por el tufillo adolescente que le incrustan. También sugestivas son las tomas en el epílogo de una Sydney post-apocalíptica, envuelta en ruinas y polvo, surcada por el aire por el Transavia PL-12 pilotado por Jebediah (Bruce Spence).
Por cierto, menudo agujero, los niños que huyen en la miniavioneta no son todos, son unos pocos de la tribu infantil, decenas se quedan abandonados y nadie hace referencia a ellos.
Recomendable a los incondicionales de la saga, aún con todos los defectos remarcados, he de decir que es mucho mejor que la primera, pero peor que la segunda, y le doy un seis por los picos buenos. Fuerza y honor!!!
18 de febrero de 2019
18 de febrero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, no cabe duda de que Mad Max es una película que desconcierta, apasiona y entretiene a partes iguales.
Por un lado esta tercera entrega mantiene el espíritu original de sus dos antecesoras, mundo apocalíptico, desértico repleto de personajes salvajes y ciudades extrañas y extravagantes.
Toda esa mezcolanza resulta fascinante, marcó toda una época y tuvo una influencia determinante en el género de películas apocalípticas.
Esos elementos se mantienen con la llegada de Max a Negociudad, un misterioso lugar gobernado en apariencia por una hermosa y carismática Tina Turner en un papel ya mítico. Nada decepciona en su primera mitad, pues vemos el universo Mad Max , salvaje y cruel con Max peleando a muerte cual lucha de gladiadores contra el gigantesco destructor, del cual sale victorioso, pero causando su destierro a al eterno desierto, en lo que es prácticamente una condena a muerte.
Y es aquí, justo aquí donde desgraciadamente todo se tuerce para mal. El rescate de Gibson por parte de esa tribu de niños dulcifica un film que había comenzado de manera adulta y sobria en una pobre aventura infantil donde Max se convierte en un arquetípico héroe mil veces visto en el cine. Un giro que como no, sentó mal a una gran parte de fans de la saga de forma comprensible, pues nada tenía que ver con los films anteriores rompiendo el espíritu adulto, oscuro y pesimista, en uno mas infantil y optimista, mas de aventuras, obviamente por razones comerciales, pues este film es mucho mas hollywoodiano que los anteriores. Un cambio que a mi en lo personal no me agrada y que hace que esta tercera secuela baje el nivel en cuanto a calidad e intensidad. De echo solo hay una sola persecución entre automóviles y al final de la historia. Además a Gibson se le nota indudablemente desganado, pues no imprime la intensidad y fuerza que tenía en las anteriores entregas ni de broma. Seguramente a el tampoco debió de gustarle demasiado el guión, cumpliendo su trabajo con corrección y punto.
Ahora bien es Mad Max 3 un mal film? En absoluto. Es un film muy bien filmado, ambientado, entretenido y a ratos espectacular, con una Tina Turner genialmente caracterizada y una primera hora realmente buena y entretenida.
Lo malo como digo es ese giro absurdo e innecesario de los niños, pero que en fin, uno acaba por perdonarlo por su indudable encanto y un gran sentido del entretenimiento, y pese a ser mas floja que la segunda, pero que tampoco tenía nada fácil superarla.
Con todo merece la pena y es mucho mejor que cientos de subproductos y copias similares.
Por un lado esta tercera entrega mantiene el espíritu original de sus dos antecesoras, mundo apocalíptico, desértico repleto de personajes salvajes y ciudades extrañas y extravagantes.
Toda esa mezcolanza resulta fascinante, marcó toda una época y tuvo una influencia determinante en el género de películas apocalípticas.
Esos elementos se mantienen con la llegada de Max a Negociudad, un misterioso lugar gobernado en apariencia por una hermosa y carismática Tina Turner en un papel ya mítico. Nada decepciona en su primera mitad, pues vemos el universo Mad Max , salvaje y cruel con Max peleando a muerte cual lucha de gladiadores contra el gigantesco destructor, del cual sale victorioso, pero causando su destierro a al eterno desierto, en lo que es prácticamente una condena a muerte.
Y es aquí, justo aquí donde desgraciadamente todo se tuerce para mal. El rescate de Gibson por parte de esa tribu de niños dulcifica un film que había comenzado de manera adulta y sobria en una pobre aventura infantil donde Max se convierte en un arquetípico héroe mil veces visto en el cine. Un giro que como no, sentó mal a una gran parte de fans de la saga de forma comprensible, pues nada tenía que ver con los films anteriores rompiendo el espíritu adulto, oscuro y pesimista, en uno mas infantil y optimista, mas de aventuras, obviamente por razones comerciales, pues este film es mucho mas hollywoodiano que los anteriores. Un cambio que a mi en lo personal no me agrada y que hace que esta tercera secuela baje el nivel en cuanto a calidad e intensidad. De echo solo hay una sola persecución entre automóviles y al final de la historia. Además a Gibson se le nota indudablemente desganado, pues no imprime la intensidad y fuerza que tenía en las anteriores entregas ni de broma. Seguramente a el tampoco debió de gustarle demasiado el guión, cumpliendo su trabajo con corrección y punto.
Ahora bien es Mad Max 3 un mal film? En absoluto. Es un film muy bien filmado, ambientado, entretenido y a ratos espectacular, con una Tina Turner genialmente caracterizada y una primera hora realmente buena y entretenida.
Lo malo como digo es ese giro absurdo e innecesario de los niños, pero que en fin, uno acaba por perdonarlo por su indudable encanto y un gran sentido del entretenimiento, y pese a ser mas floja que la segunda, pero que tampoco tenía nada fácil superarla.
Con todo merece la pena y es mucho mejor que cientos de subproductos y copias similares.
28 de abril de 2020
28 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera entrega de la mítica saga Mad Max. Esta vez, co-dirigida por George Miller y George Ogilvie.
Para muchos, la peor de toda la trilogía. A mi, sin embargo, me parece la mejor rodada, la más cuidada y la más completa. No sé si decir que es mi favorita, porque la 2 me parece cojonuda, pero si es la que más me apetece ver siempre que me planteo visionar alguna de la saga.
Quizás sea porque es la más aventurera de todas y la que más riqueza y profundidad tiene en cuanto al guion.
Aquí vemos a un Max Rokatansky con mucho más carisma y personalidad, y donde creo que más provecho y jugo se saca a su personaje.
Por otro lado, el reparto también está más cuidado y los personajes son mucho más originales y están más trabajados, con una Tina Turner ejerciendo de villana, haciendo un muy buen papel en mi opinión, y acompañada de unos esbirros muy peculiares.
El inicio y como se va desarrollando la película dentro de Nego-ciudad, están muy bien rodados. A destacar la escena de lucha dentro de La Cúpula del Trueno y el desenlace final.
Algunos de los personajes son de lo más variopinto y original, como el Maestro-Golpeador, el Mata-Cerdos y el tío del bastón que presenta el combate dentro de la Cúpula y la "Ruleta de la Fortuna".
La parte del desierto con los niños perdidos, y que a mucha gente le chirría, a mi particularmente me gusta. Le da un giro interesante y ofrece un halo de esperanza dentro de ese mundo que ha quedado devastado tras el holocausto nuclear y donde los hombres se destruyen unos a otros.
Y por último, y como no puede faltar en cualquier película de Mad Max, tenemos una épica y trepidante persecución (esta vez con tren incluido) que si bien no es tan espectacular como la de la 2ª parte, está muy lograda y tiene algunas escenas magníficas que ya quisieran muchas películas de hoy en día.
Hacer mención especial a la gran fotografía, tanto en oscuros lugares cerrados como en exteriores a plena luz del día, y a la excelente y original banda sonora que corrió de la mano de Maurice Jarre, padre del mítico músico Jean Michelle Jarre, y autor de decenas de grandes bandas sonoras para películas como Doctor Zhivago (por la que se llevó un Oscar en 1965), Pasaje a la india (1984), Enemigo mio (1985), Gorilas en la niebla (1988), Ghost (1990) y muchísimas otras más.
Y por supuesto, destacar también los dos temas principales, "One of the living" y "We don´t need another hero", que Tina Turner compuso expresamente para la película, y que suenan en los créditos iniciales y finales respectivamente.
Para concluir, terminar diciendo que para mi la saga terminó con esta 3ª entrega. La "4ª parte" que George Miller rodó en 2015 bajo el nombre de "Mad Max. Furia en la carretera", para mi está fuera completamente, ya que no tienen nada que ver. Para empezar, porque la historia no tiene absolutamente nada que ver con las tres entregas anteriores. Por otro lado, la figura de Mad Max pierde parte del peso y protagonismo que siempre ha caracterizado a su personaje. Y lo más importante... porque para mi, Mad Max siempre ha sido y será el interpretado por Mel Gibson.
Además, ya lo decía la mismísima Tina Turner en el estribillo del tema principal de la película: "No necesitamos a ningún otro héroe".
Para muchos, la peor de toda la trilogía. A mi, sin embargo, me parece la mejor rodada, la más cuidada y la más completa. No sé si decir que es mi favorita, porque la 2 me parece cojonuda, pero si es la que más me apetece ver siempre que me planteo visionar alguna de la saga.
Quizás sea porque es la más aventurera de todas y la que más riqueza y profundidad tiene en cuanto al guion.
Aquí vemos a un Max Rokatansky con mucho más carisma y personalidad, y donde creo que más provecho y jugo se saca a su personaje.
Por otro lado, el reparto también está más cuidado y los personajes son mucho más originales y están más trabajados, con una Tina Turner ejerciendo de villana, haciendo un muy buen papel en mi opinión, y acompañada de unos esbirros muy peculiares.
El inicio y como se va desarrollando la película dentro de Nego-ciudad, están muy bien rodados. A destacar la escena de lucha dentro de La Cúpula del Trueno y el desenlace final.
Algunos de los personajes son de lo más variopinto y original, como el Maestro-Golpeador, el Mata-Cerdos y el tío del bastón que presenta el combate dentro de la Cúpula y la "Ruleta de la Fortuna".
La parte del desierto con los niños perdidos, y que a mucha gente le chirría, a mi particularmente me gusta. Le da un giro interesante y ofrece un halo de esperanza dentro de ese mundo que ha quedado devastado tras el holocausto nuclear y donde los hombres se destruyen unos a otros.
Y por último, y como no puede faltar en cualquier película de Mad Max, tenemos una épica y trepidante persecución (esta vez con tren incluido) que si bien no es tan espectacular como la de la 2ª parte, está muy lograda y tiene algunas escenas magníficas que ya quisieran muchas películas de hoy en día.
Hacer mención especial a la gran fotografía, tanto en oscuros lugares cerrados como en exteriores a plena luz del día, y a la excelente y original banda sonora que corrió de la mano de Maurice Jarre, padre del mítico músico Jean Michelle Jarre, y autor de decenas de grandes bandas sonoras para películas como Doctor Zhivago (por la que se llevó un Oscar en 1965), Pasaje a la india (1984), Enemigo mio (1985), Gorilas en la niebla (1988), Ghost (1990) y muchísimas otras más.
Y por supuesto, destacar también los dos temas principales, "One of the living" y "We don´t need another hero", que Tina Turner compuso expresamente para la película, y que suenan en los créditos iniciales y finales respectivamente.
Para concluir, terminar diciendo que para mi la saga terminó con esta 3ª entrega. La "4ª parte" que George Miller rodó en 2015 bajo el nombre de "Mad Max. Furia en la carretera", para mi está fuera completamente, ya que no tienen nada que ver. Para empezar, porque la historia no tiene absolutamente nada que ver con las tres entregas anteriores. Por otro lado, la figura de Mad Max pierde parte del peso y protagonismo que siempre ha caracterizado a su personaje. Y lo más importante... porque para mi, Mad Max siempre ha sido y será el interpretado por Mel Gibson.
Además, ya lo decía la mismísima Tina Turner en el estribillo del tema principal de la película: "No necesitamos a ningún otro héroe".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me gusta mucho el final, con la cariñosa e inesperada despedida que Tia Ama (Tina Turner) tiene con Max mientras él está en el suelo después de la persecución, la escena con los niños y El Maestro abordo de la avioneta, y la última escena con esa ciudad en ruinas.
Por otro lado, hay una cosa que siempre me ha chocado de esta película, y es que si el personaje de la avioneta que sale con su hijo, que claramente es el Capitán del Gyro de Mad Max 2, interpretado de nuevo por Bruce Spence, ¿porqué aquí parece ser que no se conocen entre él y Max si, supuestamente, esto ocurre después?
Por otro lado, hay una cosa que siempre me ha chocado de esta película, y es que si el personaje de la avioneta que sale con su hijo, que claramente es el Capitán del Gyro de Mad Max 2, interpretado de nuevo por Bruce Spence, ¿porqué aquí parece ser que no se conocen entre él y Max si, supuestamente, esto ocurre después?
13 de octubre de 2020
13 de octubre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a ver... Mad Max 3: Más Allá De La Cúpula Del Trueno...
https://www.filmaffinity.com/es/film303075.html
Un 7. También soy algo generoso con esta tercera entrega de la saga, porque le acabé cogiendo cariño, a pesar de que en un principio, no me gustó que metiesen niños en la película. Además niños petardos gritones repetitivos. Pero... Tiene cosas que le han sobrevivido, como el "Dos hombres entran, uno sale".
En esta tercera entrega utilizaron más recursos. Así, se pasó de los 350.000 dólares iniciales, pasando por los 4 millones de la segunda entrega, a los 12 millones de esta tercera entrega, que hecha con más recursos y de una manera "más clásica" se quedo en los 36 millones de recaudación, como la segunda, lejos de los 100 millones de la primera entrega. Supongo que por eso han tenido que pasar tres décadas para tener una nueva entrega.
Tiene una banda sonora más típica. Tina Turner, que también protagonizó el film, introdujo varios temas, entre ellos el principal de la película. Y se utiliza como en el resto de películas de la época. Y también la forma de filmar se vuelve más clásica. De hecho, llevaron la película a un formato "más convencional" y eso le quitó frescura, interés. También quitaron detalles gore, buscando, quizás, interesar a un público más convencional.
Con todo, se puede ver todavía hoy en día, sin que llegue a ser un peliculón. Y el tema de la persecución motorizada, sigue resultando espectacular. Claro que si has visto Mad Max: Furia en la Carretera, puede que no captes el momento con la misma intensidad que quienes lo vivimos en su estreno.
Después de esta, han tenido que pasar treinta años, y utilizar un presupuesto de 150 millones para devolvernos el espectáculo, y recaudar 378 millones.
https://www.filmaffinity.com/es/film303075.html
Un 7. También soy algo generoso con esta tercera entrega de la saga, porque le acabé cogiendo cariño, a pesar de que en un principio, no me gustó que metiesen niños en la película. Además niños petardos gritones repetitivos. Pero... Tiene cosas que le han sobrevivido, como el "Dos hombres entran, uno sale".
En esta tercera entrega utilizaron más recursos. Así, se pasó de los 350.000 dólares iniciales, pasando por los 4 millones de la segunda entrega, a los 12 millones de esta tercera entrega, que hecha con más recursos y de una manera "más clásica" se quedo en los 36 millones de recaudación, como la segunda, lejos de los 100 millones de la primera entrega. Supongo que por eso han tenido que pasar tres décadas para tener una nueva entrega.
Tiene una banda sonora más típica. Tina Turner, que también protagonizó el film, introdujo varios temas, entre ellos el principal de la película. Y se utiliza como en el resto de películas de la época. Y también la forma de filmar se vuelve más clásica. De hecho, llevaron la película a un formato "más convencional" y eso le quitó frescura, interés. También quitaron detalles gore, buscando, quizás, interesar a un público más convencional.
Con todo, se puede ver todavía hoy en día, sin que llegue a ser un peliculón. Y el tema de la persecución motorizada, sigue resultando espectacular. Claro que si has visto Mad Max: Furia en la Carretera, puede que no captes el momento con la misma intensidad que quienes lo vivimos en su estreno.
Después de esta, han tenido que pasar treinta años, y utilizar un presupuesto de 150 millones para devolvernos el espectáculo, y recaudar 378 millones.
6 de junio de 2024
6 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aún siendo más que evidente que "Mad Max 3 (Más allá de la Cúpula del Trueno)" es la entrega más endeble de la saga, sigue siendo un trabajo por encima de la media.
Siempre ha quedado patente, a lo la largo y ancho de la franquicia y de su filmografía, la indomable capacidad de George Miller para no acomodarse. Su misión es entregar siempre algo diferente a lo anterior, por excelente que sea ya eso anterior. Y aquí el salto es de los más arriesgados, viniendo además de esa joya que es "Mad Max 2 (El guerrero de la carretera)" (1981). Un riesgo que, finalmente, acaba jugando en su contra fruto de entregar un film que tarda ochenta minutos en ser lo que todos menos él queremos que sea.
Si a todo ello le unimos ese relativo aroma family friendly que impregna todo el relato, pues eso...
Siempre ha quedado patente, a lo la largo y ancho de la franquicia y de su filmografía, la indomable capacidad de George Miller para no acomodarse. Su misión es entregar siempre algo diferente a lo anterior, por excelente que sea ya eso anterior. Y aquí el salto es de los más arriesgados, viniendo además de esa joya que es "Mad Max 2 (El guerrero de la carretera)" (1981). Un riesgo que, finalmente, acaba jugando en su contra fruto de entregar un film que tarda ochenta minutos en ser lo que todos menos él queremos que sea.
Si a todo ello le unimos ese relativo aroma family friendly que impregna todo el relato, pues eso...
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