This Is UsSerie
2016 

Dan Fogelman (Creador), Glenn Ficarra ...
7.8
10,504
Serie de TV. Drama. Comedia
Serie de TV (2016-2023). 6 temporadas. 106 episodios. Serie que mezcla drama y comedia, sobre personas que nacieron el mismo día. La fecha de nacimiento como nexo de los diferentes protagonistas que hará que sus vidas se crucen y cambien para siempre. Entre los personajes están Rebecca (Moore) y Jack (Ventimiglia), una pareja de Pittsburgh que espera trillizos. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2022
4 de julio de 2022
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he querido escribir mi opinión hasta ver el final de la 6 temporada.
No le pongo un 10 porque está llena de americanismos y referencias constantes a la cultura norteamericana, ridícula para los europeos en muchas cosas.
Pero la serie es increíble.... Los personajes, los flashbacks, la interrelación entre ellos y los secundarios, la música, el guión, y sobre todo, la montaña rusa de sentimientos que hace que te identifiques con lo que te pasa o te ha pasado en tu propia vida. Directa al corazón.
Algunos capítulos me han arrancado lágrimas, otros me han obligado a reflexionar, y alguno me ha sacado de algún pequeño pozo donde había estancado mi vida en los últimos tiempos. Casi nada para una serie de televisión. Toda una terapia emocional.
Me he visto muchas veces reflejado y transportado a los felices tiempos cuando mis padres nos cuidaban y daban amor y cariño...y cuando nosotros se lo damos también a mi hija. Y también me ha transportado alos momentos duros y a las pérdidas.
Hay que valorar TODOS los momentos que pasamos en nuestra vida. Porque se van y ya no vuelven.
Gran serie. Magnífico trabajo de actores y de dirección. Magnífico guión. Magnífico casi todo,
Lo dicho, Y sobre todo, muchas gracias a los productores, guionistas, director y actores por volver a sacarme brillo en el corazón.
No le pongo un 10 porque está llena de americanismos y referencias constantes a la cultura norteamericana, ridícula para los europeos en muchas cosas.
Pero la serie es increíble.... Los personajes, los flashbacks, la interrelación entre ellos y los secundarios, la música, el guión, y sobre todo, la montaña rusa de sentimientos que hace que te identifiques con lo que te pasa o te ha pasado en tu propia vida. Directa al corazón.
Algunos capítulos me han arrancado lágrimas, otros me han obligado a reflexionar, y alguno me ha sacado de algún pequeño pozo donde había estancado mi vida en los últimos tiempos. Casi nada para una serie de televisión. Toda una terapia emocional.
Me he visto muchas veces reflejado y transportado a los felices tiempos cuando mis padres nos cuidaban y daban amor y cariño...y cuando nosotros se lo damos también a mi hija. Y también me ha transportado alos momentos duros y a las pérdidas.
Hay que valorar TODOS los momentos que pasamos en nuestra vida. Porque se van y ya no vuelven.
Gran serie. Magnífico trabajo de actores y de dirección. Magnífico guión. Magnífico casi todo,
Lo dicho, Y sobre todo, muchas gracias a los productores, guionistas, director y actores por volver a sacarme brillo en el corazón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
uet
2 de diciembre de 2022
2 de diciembre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores series que he visto en mucho tiempo. Consigue tratar todos esos temas, problemas, enfrentamientos y aspectos que encontramos a lo largo de nuestra vida a través del camino de una familia peculiar.
Racismo, obesidad, separación, muerte, adicción.. No solo consigue tocar todas esas teclas tan delicadas sino que además lo hace de la mejor manera que nos podrían brindar.
Racismo, obesidad, separación, muerte, adicción.. No solo consigue tocar todas esas teclas tan delicadas sino que además lo hace de la mejor manera que nos podrían brindar.
11 de abril de 2020
11 de abril de 2020
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este drama cuenta la historia de una familia y la evolución de la misma, comenzando con la historia de amor de Jack y Rebeca, la relación y evolución de sus hijos y cerrando con los nietos. Ante todo, considero que es una historia de la vida real de una familia donde se palpa amor entre todos ellos, dejando claro que todo en la familia es la interacción, amor y, sobre todo, hablar las cosas.
La trama es desarrollada en distintas líneas de tiempo con constantes flashback tanto dentro de cada temporada como en cada episodio en la que podemos ver cómo de importante es la infancia y los recuerdos de la vida de los personajes, con los que irás construyendo y conociendo el resto de esta historia y el motivo de cómo se comportan cuando son adultos. De hecho, cada uno de los personajes del ‘Big Three’ está interpretado por tres versiones diferentes: niño, adolescente y adulto (todos ellos con un asombroso parecido físico entre ellos).
A pesar de que, a priori, la serie parece larga con temporadas de 18 episodios, en todos los episodios descubres algo nuevo y ves cómo se va conformando esta historia hasta completar el círculo con el episodio final.
La clave del éxito de esta ficción creo que está en la conexión emocional que genera entre el espectador y cada uno de los miembros de la familia Pearson. Esta conexión no se centra únicamente en los momentos bonitos (que los hay y muchos), ya que todos los miembros de la familia Pearson están marcados de una forma u otra por el drama. Por mi parte, me ha hecho reír y llorar a lo largo de todas sus temporadas por partes iguales.
Destacar el papel de la música que, como si fuese otro personaje en la historia y a base de guitarras y pianos, nos ayuda a envolvernos y adentrarnos en las historias que estamos viviendo, ambientando los momentos más sensibles.
Os recomiendo dejaros conquistar por ‘This is Us’ y viajar por el tiempo y las emociones humanas de la mano de la familia Pearson. Eso sí, aseguraos de tener pañuelos en casa: los necesitareis.
La trama es desarrollada en distintas líneas de tiempo con constantes flashback tanto dentro de cada temporada como en cada episodio en la que podemos ver cómo de importante es la infancia y los recuerdos de la vida de los personajes, con los que irás construyendo y conociendo el resto de esta historia y el motivo de cómo se comportan cuando son adultos. De hecho, cada uno de los personajes del ‘Big Three’ está interpretado por tres versiones diferentes: niño, adolescente y adulto (todos ellos con un asombroso parecido físico entre ellos).
A pesar de que, a priori, la serie parece larga con temporadas de 18 episodios, en todos los episodios descubres algo nuevo y ves cómo se va conformando esta historia hasta completar el círculo con el episodio final.
La clave del éxito de esta ficción creo que está en la conexión emocional que genera entre el espectador y cada uno de los miembros de la familia Pearson. Esta conexión no se centra únicamente en los momentos bonitos (que los hay y muchos), ya que todos los miembros de la familia Pearson están marcados de una forma u otra por el drama. Por mi parte, me ha hecho reír y llorar a lo largo de todas sus temporadas por partes iguales.
Destacar el papel de la música que, como si fuese otro personaje en la historia y a base de guitarras y pianos, nos ayuda a envolvernos y adentrarnos en las historias que estamos viviendo, ambientando los momentos más sensibles.
Os recomiendo dejaros conquistar por ‘This is Us’ y viajar por el tiempo y las emociones humanas de la mano de la familia Pearson. Eso sí, aseguraos de tener pañuelos en casa: los necesitareis.
14 de mayo de 2024
14 de mayo de 2024
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arranque de esta serie me sorprendió. Las historias familiares se iban hilvanando en una suerte de puzzle argumental que, poco a poco, te iban dejando saber más sobre los Pearson. Pero enseguida empecé a darme cuenta de que el bucle se hacía cada vez más repetitivo y que giraba en círculos cada vez más cerrados, lo que consiguió que cayera en una especie de sopor mantenido a la espera de que la trama evolucionara y tomara otros derroteros. Las constantes repeticiones consiguieron que me empezara a aburrir y el germen de esa célebre serie ochentera titulada "Treinta y tantos", empezó a aflorar con mayor ímpetu y descaro. No en vano, el ínclito Ken Olin, miembro del serial anteriormente citado, tiene en este nuevo culebrón del siglo XXI, preñado de ideología "WOKE" y complejos infinitos, una participación más que manifiesta. Se cuelan muchas cosas que recuerdan a antiguos pastelones televisivos y la ñoñería y una concepción del drama totalmente edulcorada y estomagante, comienzan a hacer acto de presencia con una fuerza insoportable. El gasto en colirio tuvo que ser monumental para alimentar tanto lagrimón vertido por culpa de las constantes tragedias surgidas de verdaderas gilipolleces; ya sabemos que el carácter anglosajón sabe sacar petróleo de las situaciones más ridículas.
Cuando me decidí a escribir este comentario, ya estábamos en la tercera temporada y tenía interés en saber cómo acabaría el folletín, así que continué viéndolo. Entretanto, seguían llorando -berreando más bien- agarrados a la cursilería más desaforada que se pueda uno imaginar y de nada sirvieron los intentos de poner algo de pimienta a los argumentos con alcoholismos, lesbianismos tempranos (¡cómo iban a faltar!), desencuentros a contrapié o hijos prematuros. El nivel de melaza alcanza cotas tan altas que llega a empalagar.
Randall, el hijo adoptado que jamás ha asumido el trance brutal de ser educado en una buena familia, porque ésta era blanca y que lleva dedicando toda su vida y recursos a descubrir su verdad particular, vira hacia la idiotez más inaguantable a una velocidad de vértigo. El deseo de darle un puñetazo se hace mayor con cada minuto de aparición. No hay ocasión en la que aparezca que no le desee unas purgaciones o unas hemorroides galopantes. A este punto llegan mis simpatías por este personaje.
Rebeca se mueve en los límites la demencia y la pesadez más absoluta. Es verdad que siempre ha hecho gala de ese carácter y, por tanto, no sorprende que pueda ser tan pelma. La magia del maquillaje te hace dudar si es la misma actriz la que interpreta el papel de los años mozos y el de la Rebeca madura, pero en cuanto abre la boca, descubres que no hay duda, porque no hay en el mundo quien pueda ser tan cursi y estomagante. Cada vez que pronuncia eso de "Bichito" para referirse al mostrenco de doscientos kilos que tiene por hija, se me abren las carnes.
Kevin, el actor guapo y despegado, parece que se mantiene y sigue conservando mis simpatías. Es siempre un placer verlo en pantalla... Y que conste que hago este comentario desde una convencida heterosexualidad. Es con mucho, el más normal y creíble de la familia. Aún no deseo que se estampe en un accidente de helicóptero, pero ya veremos las sorpresas que nos tienen reservadas los guionistas. Mantendremos los dedos cruzados.
Kate, cada vez más descomunal, también hace aguas. No hay nada que no la estremezca, que no suponga para ella un sufrimiento, que no le remueva las culpas enterradas bajo tantos kilos de carne, que no le haga entrar en otro conflicto existencial infinito... Mientras tanto, el bueno de Toby, todo un santo varón, se ve en la necesidad de atiborrase a pastillazos para sobrellevar la depresión. ¡No me extraña!
Beth, la mujer del insoportable llorón, ahora quiere bailar y trae de cabeza a todo el departamento de vestuario porque ya no saben qué ponerle para disimularle ese culo de negrona "middle aged". Estéticas aparte, es la única en esa casa con un punto de serenidad y cordura que contrasta con los histéricos y numerosos berrinches de su hija adolescente y, sobre todo, de su inaguantable maridito. La dulzura en el hogar de los Pearson-negros viene, sin duda, de la mano de la hija menor, que representa todo lo opuesto a lo que su papá se desgañita en hacerle saber con soporíferos y cargantes discursitos sobre la herencia y los genes. Para mí que esa hija es fruto del affaire de Beth con el lechero de su antiguo barrio... Habrá que esperarse a ver si es así y le termina dando otro soponcio al bueno de Randall.
Jack, el fantasma bonachón y perfecto de la boca torcida, sigue apareciendo con insistencia para darnos lecciones de moral y buenas maneras, mezcladas con unos cuantos litros de morapio peleón, eso sí... Nunca he visto un "muerto" con tanto papel. Se repite y se repite como una salmodia incansable, ora con barba, ora con bigote, otras veces con perilla o con la cara limpia de pelo, pero siempre martilleando moralinas y remachando las mismas enseñanzas baratas. Por suerte, aún está Miguel, el discreto y paciente sufridor, sustituto a su pesar del imbatible Jack y beneficiario del calor, pero también de las manías de Rebeca y, por último, el bueno de Toby, que se mantiene en un papel digno y que pide más relevancia en la historia.
Estamos en la mitad de la quinta temporada. Ya veremos si llegamos a la sexta y última, porque nos están haciendo cada vez más complicado ver un capítulo entero sin despotricar y sin dar paseos al baño... o si los guionistas, con sus "genialidades" no consiguen que les termine deseando a todos la muerte más cruel porque algunas veces, parafraseando a Blas de Otero, "dan ganas de acabar de una vez".
Cuando me decidí a escribir este comentario, ya estábamos en la tercera temporada y tenía interés en saber cómo acabaría el folletín, así que continué viéndolo. Entretanto, seguían llorando -berreando más bien- agarrados a la cursilería más desaforada que se pueda uno imaginar y de nada sirvieron los intentos de poner algo de pimienta a los argumentos con alcoholismos, lesbianismos tempranos (¡cómo iban a faltar!), desencuentros a contrapié o hijos prematuros. El nivel de melaza alcanza cotas tan altas que llega a empalagar.
Randall, el hijo adoptado que jamás ha asumido el trance brutal de ser educado en una buena familia, porque ésta era blanca y que lleva dedicando toda su vida y recursos a descubrir su verdad particular, vira hacia la idiotez más inaguantable a una velocidad de vértigo. El deseo de darle un puñetazo se hace mayor con cada minuto de aparición. No hay ocasión en la que aparezca que no le desee unas purgaciones o unas hemorroides galopantes. A este punto llegan mis simpatías por este personaje.
Rebeca se mueve en los límites la demencia y la pesadez más absoluta. Es verdad que siempre ha hecho gala de ese carácter y, por tanto, no sorprende que pueda ser tan pelma. La magia del maquillaje te hace dudar si es la misma actriz la que interpreta el papel de los años mozos y el de la Rebeca madura, pero en cuanto abre la boca, descubres que no hay duda, porque no hay en el mundo quien pueda ser tan cursi y estomagante. Cada vez que pronuncia eso de "Bichito" para referirse al mostrenco de doscientos kilos que tiene por hija, se me abren las carnes.
Kevin, el actor guapo y despegado, parece que se mantiene y sigue conservando mis simpatías. Es siempre un placer verlo en pantalla... Y que conste que hago este comentario desde una convencida heterosexualidad. Es con mucho, el más normal y creíble de la familia. Aún no deseo que se estampe en un accidente de helicóptero, pero ya veremos las sorpresas que nos tienen reservadas los guionistas. Mantendremos los dedos cruzados.
Kate, cada vez más descomunal, también hace aguas. No hay nada que no la estremezca, que no suponga para ella un sufrimiento, que no le remueva las culpas enterradas bajo tantos kilos de carne, que no le haga entrar en otro conflicto existencial infinito... Mientras tanto, el bueno de Toby, todo un santo varón, se ve en la necesidad de atiborrase a pastillazos para sobrellevar la depresión. ¡No me extraña!
Beth, la mujer del insoportable llorón, ahora quiere bailar y trae de cabeza a todo el departamento de vestuario porque ya no saben qué ponerle para disimularle ese culo de negrona "middle aged". Estéticas aparte, es la única en esa casa con un punto de serenidad y cordura que contrasta con los histéricos y numerosos berrinches de su hija adolescente y, sobre todo, de su inaguantable maridito. La dulzura en el hogar de los Pearson-negros viene, sin duda, de la mano de la hija menor, que representa todo lo opuesto a lo que su papá se desgañita en hacerle saber con soporíferos y cargantes discursitos sobre la herencia y los genes. Para mí que esa hija es fruto del affaire de Beth con el lechero de su antiguo barrio... Habrá que esperarse a ver si es así y le termina dando otro soponcio al bueno de Randall.
Jack, el fantasma bonachón y perfecto de la boca torcida, sigue apareciendo con insistencia para darnos lecciones de moral y buenas maneras, mezcladas con unos cuantos litros de morapio peleón, eso sí... Nunca he visto un "muerto" con tanto papel. Se repite y se repite como una salmodia incansable, ora con barba, ora con bigote, otras veces con perilla o con la cara limpia de pelo, pero siempre martilleando moralinas y remachando las mismas enseñanzas baratas. Por suerte, aún está Miguel, el discreto y paciente sufridor, sustituto a su pesar del imbatible Jack y beneficiario del calor, pero también de las manías de Rebeca y, por último, el bueno de Toby, que se mantiene en un papel digno y que pide más relevancia en la historia.
Estamos en la mitad de la quinta temporada. Ya veremos si llegamos a la sexta y última, porque nos están haciendo cada vez más complicado ver un capítulo entero sin despotricar y sin dar paseos al baño... o si los guionistas, con sus "genialidades" no consiguen que les termine deseando a todos la muerte más cruel porque algunas veces, parafraseando a Blas de Otero, "dan ganas de acabar de una vez".
21 de septiembre de 2020
21 de septiembre de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Merece la pena verla, especialmente las dos primeras temporadas, las cuales las devoré en días. Aunque puede que esta no sea una buena serie para maratonear, especialmente si eres de lágrimas fácil porque entonces te quedarás con los ojos secos.
Cuenta la historia de tres hermanos, centrándose en un hecho que les marca y como les afecta en el presente. Está contada de forma presente (con ellos ya adultos) y pasada, de niños y adolescentes. Yo diría que es más bien drama pero con toques de comedia. También es un poco ñoña. Las dos primeras temporadas son muy buenas, en la tercera da un bajón y en la cuarta remonta otra vez.
Si quieres reír, llorar, emocionarte... ¡esta es tu serie!
Cuenta la historia de tres hermanos, centrándose en un hecho que les marca y como les afecta en el presente. Está contada de forma presente (con ellos ya adultos) y pasada, de niños y adolescentes. Yo diría que es más bien drama pero con toques de comedia. También es un poco ñoña. Las dos primeras temporadas son muy buenas, en la tercera da un bajón y en la cuarta remonta otra vez.
Si quieres reír, llorar, emocionarte... ¡esta es tu serie!
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