Incluso convirtiendo ya la saga -y a Kayako- en un reclamo demasiado obvio con influencia demasiado americana, Shimizu consigue estar a la altura de la primera parte. Sí, la saga de La Maldición siempre fue mi favorita en esto de los fantasmas azulados y peludos que te intentan matar a cámara lenta, y esta secuela siempre me pareció una digna sucesora de la primera.

Shimizu consigue "ser cutre" dentro de unos estándares de calidad aceptables. Con cutre quiero decir que es capaz de transmitir las sensaciones que emanaban aquellas primeras dos entregas grabadas con un presupuesto bajísimo y meterlas en un ámbito de producción bastante superior. Bueno, lo cierto es que a estas alturas empiezan a pasar los años para los efectos, pero el terror sigue siendo igual de efectivo. La he visto muchas veces, y la verdad es que empiezo a estar vacunado ante Toshio y Kayako, los cuales reinaron en mis pesadillas durante vario tiempo.

Podríamos decir que La Maldición 2 vuelve a hacer lo mismo que la primera parte pero mejor hecho, pero no sería suficiente. Lo que de verdad destaca en su secuela no es su historia -bastante inferior a la primera parte-, lo que la hace buena son precisamente esas partes/episodios casi de relleno que suponen un terror diferente y mucho más cercano a un thriller. Shimizu además se acompaña de una banda sonora inquietante, y los efectos sonoros -esto es, el ruidito de Kayako, para qué engañarnos-, sigue retumbando y despertando algo dentro de mí.

Tanto ésta como la primera parte son indispensables para cualquier amante del J-Horror.

Shimizu no traiciona su estilo visual, y eso es de agradecer, pero traiciona alguna ley de las "secuelas". Leyes que en muchos casos resultan importantes, una de ellas es más muertos y más escabechina y aquí no la hay. Otra ley es la de añadir algunos minutos más, pero en éste caso eso no hubiese ayudado a la cinta.
El guión es el problema. Poco a poco te vas introduciendo en la historia como ocurre en la primera parte, el montaje calcado a su antecesora esta muy logrado pero la historia sufre varias recaídas a lo largo de los 90 minutos que dura.

Shimuzu copia alguna que otra idea de "the Ring" y de "Dark Water" ambas obras de Nakata.

Para seguidores del género de las melenas largas, y yo me incluyo, gustará, pero está lejos del encanto de la primera.

Cuando una situación queda explicada y resuelta en una película, no se deberían realizar continuaciones, pero la falta de imaginación de algunos guionistas hace que éstas se realicen a menudo. Tal es el caso de esta película, que no aporta nada nuevo y recurre al mismo fantasma de la primera, lo que no tiene mucho sentido teniendo en cuenta la explicación que ofreció la primera parte. Lamentable.

Para mí esta es una de esas pelis que quieres ver, pero te da pereza comenzar a verla y pensar "bah, una segunda parte de la Maldición? Tiene que ser peor que la primera" pero no fue así. la película para empezar tiene muchísimo mejor presupuesto que la primera, eso conlleva a que este mejor hecha. Los momentos de terror si consiguen su cometido y finalmente logra ese ambiente sobrecogedor que en la primera a veces se quedaba a medias La mujer y el niño fantasmas siguen presentes y los escenarios cambian más en esta segunda aprte haciéndolo todo más variado ( casi siempre el mismo escenario puede llegar aburrir) y las escenas de las muertes y de las apariciones de los fantasmas es muchísimo mejor, más variadas y originales.

En historia pues casi lo mismo, la maldición en la casa aun sigue existiendo pero ya no vive nadie allí, así que la maldición decide hacer acto de presencia en unos apartamentos.

La película es muy entretenida, y te mantiene en pantalla durante todo el tiempo. Quizás cuando la veáis penséis ·"pues es más de lo mismo" lo cierto es que casi es más de lo mismo, pero con los detalles que ya he comentado, variedad y mejor terror siempre presentes, y para muchos (incluyéndome yo) esta segunda aprte supera a la primera en TODO. Así que la recomiendo sin lugar a dudas, y mejor verla en su versión original subtitulada

Existe una regla en el cine que dice que segundas partes no fueron buenas, pues aquí una excepción que confirma la regla.
El hilo argumental es el mismo, Kayako y su hijo sembrando el terror a todo quién entre en su casa, pero en esta ocasión será el turno a un equipo de documentales que cubren situación o lugares paranormales.
Recalcar la participación de Yui Ichikawa, Chiharu en la película, que tuvo un papel poco relevante en la primera película, pero que esta vez si que va a ser más importante.
A mi parecer, es más terrorífica que la primera, pero no va a desvelar nada nuevo. Takeshi Shimizu es fiel a su primer éxito y no innova mucho en esta película: los dos mismos personajes, mismo escenario, mismo esquema, más de lo mismo, aunque más terrorífica, así que aconsejo que os dejéis llevar en esta película, y no os pongáis a pensar sobre si es lo mismo que la primera entrega o a comparar, dejaros llevar.
Hay escenas verdaderamente terroríficas y que os va a helar la sangre, otras menos trabajadas y otras verdaderas obras de arte. Muy buen final también tengo que decir.
Poco más que decir a un calco de la primera parte, poco innovadora y algo menos trabajada, pero aún así es una buena secuela que os aconsejo que veáis, aunque se puede hacer algo aburrida, porque es más de lo mismo