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Rep. Dominicana La tarea
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Comedia
Virginia espera la visita de Marcelo, a quien no ha visto en cuatro años. Mientras arregla los últimos detalles para recibirlo, Virginia esconde estratégicamente una cámara de video encendida. Además de pasar una velada amorosa, Marcelo ayudará a Virginia a cumplir con una tarea de su escuela de cine. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el cine nacional sólo puedo mencionar tres directores que realmente para mi poseen un estilo definido, y con estilo me refiero a que con el sólo hecho de ver unos min de una cinta de ellos y ya sabes quién es realizador, ya sea por los actores, fetiches, trama o el simple hecho de los créditos y los colores. Arturo Ripstein es uno de los primero que crearon su mundo bizarro y de arrabal. Uno más reciente puede ser Carlos Reygadas, que sus cintas y su estilo siempre ha creado controversia por el empleo de pocos diálogos y la moda de utilizar los “no actores”, pero es de los pocos que tienen su “modo” de hacer cine y que ha servido de escuela para varios de los nuevos talentos.
Jaime Humberto Hermosillo se ha caracterizado por realizar cintas atrevidas que proponen, por lo tanto me atrevo a decir que es del selecto grupo de directores nacionales que tienen su estilo visual.
La Tarea (1991), es uno de sus ejercicios más experimentales que con un argumento tan simple—la cinta trata sobre una cámara de vídeo escondida, la cual forma parte de la tarea de Virginia (María Rojo)--, logra hacer una crítica social sobre temas como el sexo y el uso del condón, en aquel año el VIH era un problema mundial y el preservativo apenas comenzaba a usarse, además de tópicos moralistas como el papel de la mujer y la pornografía. Todo esto se narra por medio de monólogos y simples pláticas grabadas par la “tarea”.
Como era de esperarse la cinta se presenta en una sola locación y sólo dos actores en escena, cosa que no es rara siendo un trabajo de Hermosillo. El guión es meramente teatral al presentar en su mayoría saturación de diálogos y por el manejo de la cámara, que es generalmente fija –máximo son tres movimientos de la cámara--.
No es una película para cualquier persona, dado su estructura, pero la cinta destaca en la filmografía del realizador por ser atrevida, propositiva y fresca, y claro por contener una de las escenas sexuales más divertidas y largas en el celuloide mexicano
Jaime Humberto Hermosillo se ha caracterizado por realizar cintas atrevidas que proponen, por lo tanto me atrevo a decir que es del selecto grupo de directores nacionales que tienen su estilo visual.
La Tarea (1991), es uno de sus ejercicios más experimentales que con un argumento tan simple—la cinta trata sobre una cámara de vídeo escondida, la cual forma parte de la tarea de Virginia (María Rojo)--, logra hacer una crítica social sobre temas como el sexo y el uso del condón, en aquel año el VIH era un problema mundial y el preservativo apenas comenzaba a usarse, además de tópicos moralistas como el papel de la mujer y la pornografía. Todo esto se narra por medio de monólogos y simples pláticas grabadas par la “tarea”.
Como era de esperarse la cinta se presenta en una sola locación y sólo dos actores en escena, cosa que no es rara siendo un trabajo de Hermosillo. El guión es meramente teatral al presentar en su mayoría saturación de diálogos y por el manejo de la cámara, que es generalmente fija –máximo son tres movimientos de la cámara--.
No es una película para cualquier persona, dado su estructura, pero la cinta destaca en la filmografía del realizador por ser atrevida, propositiva y fresca, y claro por contener una de las escenas sexuales más divertidas y largas en el celuloide mexicano
1 de noviembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una auténtica experiencia. Si crees que vas a ver una película erótica, quizá te decepcione. Si crees que va a ser humorística, también. Si te la venden como de suspense, lo mismo. Y si lleva la etiqueta de experimental, otro tanto. Sin embargo, para mi gusto, esta película reúne estas cuatro características y las reúne de una forma estimulante y sorprendente. Quizá no sea una película redonda, pero es lo suficientemente curiosa como para que el hecho de no ser redonda no te afecte y puedas verla (al menos yo lo he hecho) todo el tiempo sin pestañear.
¡Patos!
6 de septiembre de 2014
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno lee la sinopsis, ve la portada, y se imagina una peli fuertemente erótica donde una colegiala se pasa hora y media fornicando, con el morbo añadido de la cámara oculta y el ver qué se le ocurre hacer para grabarlo. CRASO ERROR.
En primer lugar, la colegiala no es tal. Es una señora de 48 años que está haciendo un cursillo. Llamadme machista, pero en una peli erótica yo prefiero ver a dos de 24 años en lugar de a una de 48.
En segundo lugar, de fornicar, poco o nada. En una peli de 1 hora y 25 minutos, no sale el primer desnudo hasta el minuto 60. Y luego se van a darle al tema en una hamaca, ponen una gasa sobre la cámara y no se ve un carajo.
Pero lo principal es la cháchara. Llega el tipo, hola cómo estás, qué es de tu vida, te acuerdas cuando..., bla bla bla. Así una hora entera, luego un polvete rápido, y luego otra vez bla bla bla. Por eso digo que es una película erótica para mujeres, porque esto no es lo que los hombres llamamos una película erótica. A esto lo llamamos un bodrio de tomo y lomo.
Eso sí, tiene un cierto regusto a peli de arte y ensayo, que hará las delicias de intelectualoides y gafapastas.
En primer lugar, la colegiala no es tal. Es una señora de 48 años que está haciendo un cursillo. Llamadme machista, pero en una peli erótica yo prefiero ver a dos de 24 años en lugar de a una de 48.
En segundo lugar, de fornicar, poco o nada. En una peli de 1 hora y 25 minutos, no sale el primer desnudo hasta el minuto 60. Y luego se van a darle al tema en una hamaca, ponen una gasa sobre la cámara y no se ve un carajo.
Pero lo principal es la cháchara. Llega el tipo, hola cómo estás, qué es de tu vida, te acuerdas cuando..., bla bla bla. Así una hora entera, luego un polvete rápido, y luego otra vez bla bla bla. Por eso digo que es una película erótica para mujeres, porque esto no es lo que los hombres llamamos una película erótica. A esto lo llamamos un bodrio de tomo y lomo.
Eso sí, tiene un cierto regusto a peli de arte y ensayo, que hará las delicias de intelectualoides y gafapastas.
2 de agosto de 2014
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia, pues no me he reído. Sólo me he reído cuando me ha dado por mirar el título original. Me sigo riendo, de hecho. Patidifusa me han dejado sus conversaciones absurdas, pero tampoco se podía esperar mucho más de una historia tan ridícula como parece. Puede que en otra época triunfase, pero ahora da pena verlo. Si su propósito era instruir, que se hubieran dedicado a grabar documentales mejores que un truño al que nadie prestará atención. Si se trata de un intento de ser polémica, se ha quedado muy anticuada para ello, obvio. En cuanto a la banda sonora, si se le puede llamar así, bastante irritante a pesar de que apenas suena música de fondo. Ya me los imagino: Critiquemos la educación sexual que reciben las mujeres, los complejos físicos... pero todo ello en un escenario patético con un guión sin pies ni cabeza. Dos personajes ridículos atrapados en varias conversaciones de temáticas diferentes, irrelevantes e interminables, metidas con calzador. Una tarea, menuda excusa más tonta de argumento. Lamentable.
Mejor me desquito en spoiler, con un resumen extendido de la película.
Mejor me desquito en spoiler, con un resumen extendido de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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