Pure
2010 

6.8
567
Drama
Katarina, de 20 años, con un pasado turbulento en un triste suburbio, siente que su vida parece estar ya escrita en piedra, hasta que descubre la música. Todo cambia cuando oye una interpretación del Réquiem de Mozart en el Salón de Conciertos de Gotemburgo, abriéndose un mundo nuevo y precioso para ella. Ella siente que tiene que cambiar su vida y llegar lo más lejos posible como sea. Pero el camino que debe seguir es una prueba ... [+]
1 de mayo de 2011
1 de mayo de 2011
29 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Puede el arte cambiar a una persona? Pure nos introduce en la vida de una joven sin recursos que luchará por conseguir su sueño. Aunque tenga que mentir en su improvisada entrevista de trabajo. Aunque al final siga a flote tras aceptar que lo malo, si no se ve, no se sabe, y por lo tanto no existe. Pure es una narración sobre la lucha de clases, tan política como Loach y tan conmovedora como los grandes melodramas de Von Trier. En seguida simpatizamos con la causa de Katarina, y la película nos mantiene en tensión hasta el último momento.
Si en esta vida lo que prima es el valor de afrontar las situaciones y saber aprovechar el momento, Katarina ha aprendido la lección. La historia escondida es otra: la de un hombre curtido que promueve consignas que no sigue, un cobarde fascinado por la espontaneidad de una chica tan distinta a él, tan lejana y a su manera tan inaccesible; y la de la alumna que aprende, aunque sea a base de olvidar sus raices y simular ser alguien que en el fondo no es. El espectador intuye la catástrofe, y la película es lo suficientemente inteligente como para no caer en las redes de una mera atracción fatal al estilo hollywoodiense. Una historia intensa que sin duda recordarán por mucho tiempo.
De visión obligada para los que disfruten con historias potentes protagonizadas por actrices fuertes. Para los que alguna vez en su vida han sentido vergüenza o se han creido inferiores al resto. Para los que amen las tramas sin buenos ni malos y con encrucijada moral. Los que entiendan que el cine ofrece imágenes y preguntas, nunca respuestas. Los que quieran volver a pasarlo 'mal' en una escuela de música después de la turbadora La pianista.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
Si en esta vida lo que prima es el valor de afrontar las situaciones y saber aprovechar el momento, Katarina ha aprendido la lección. La historia escondida es otra: la de un hombre curtido que promueve consignas que no sigue, un cobarde fascinado por la espontaneidad de una chica tan distinta a él, tan lejana y a su manera tan inaccesible; y la de la alumna que aprende, aunque sea a base de olvidar sus raices y simular ser alguien que en el fondo no es. El espectador intuye la catástrofe, y la película es lo suficientemente inteligente como para no caer en las redes de una mera atracción fatal al estilo hollywoodiense. Una historia intensa que sin duda recordarán por mucho tiempo.
De visión obligada para los que disfruten con historias potentes protagonizadas por actrices fuertes. Para los que alguna vez en su vida han sentido vergüenza o se han creido inferiores al resto. Para los que amen las tramas sin buenos ni malos y con encrucijada moral. Los que entiendan que el cine ofrece imágenes y preguntas, nunca respuestas. Los que quieran volver a pasarlo 'mal' en una escuela de música después de la turbadora La pianista.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
29 de octubre de 2011
29 de octubre de 2011
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuanto te levantas a las 7.30 un sábado para ver una película a las 9.00 de la Seminci, lo primero que quieres es que no te duerma. Ahora bien, ni tanto ni tan poco. Me he encontrado con esta gran película que te engancha desde el primer minuto, y no te suelta hasta los títulos de crédito. Tener trasfondo la música clásica con obras de Beethoven, Mozart, Schubert, ayuda. Pero luego hay que saber transmitir las emociones y pasiones que provocan. Esta peli puede interesar, por supuesto a quien le guste la música clásica, a quien le guste cine independiente, los dramas sociales duros y reales, las relaciones sentimentales tumultuosas y apasionadas, las alteraciones mentales ocasionadas por dramas sociales, los recursos humanos, a quien ama un trabajo, las consecuencias de pertenecer a clases sociales diferentes. Plasma maravillosamente el poder de la música clásica para llegar al alma de las personas, y plasmarlo en los ojos de la protagonista, que ojito, una actriz a seguir próximamente. Definitivamente, estamos en la década del cine sueco.
1 de octubre de 2011
1 de octubre de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con actuaciones memorables de Alicia Vikander y Samuel Fröler, y una dirección que se ajusta al planteamiento, pero que lamentablemente no llega a sobresalir, “Pure (Beloved)” resulta embriagadora de principio a fin, debido a su notable argumento y su exquisita elección musical. Puede que se observen producciones comparables o mejores que ésta, pero “Pure (Beloved)” se puede situar como un punto de inflexión hacia una resolución más elaborada, menos accesible pero realista, la maduración óptima de una historia que se cuenta sin ningún tipo de tapujos o miedos conceptuales que logra su mayor auge argumental con el potente e inolvidable desenlace. Así como el Réquiem de Mozart, “Pure (Beloved)” es una obra artística revitalizante. Una película accesible y sorprendente, que cala con mas profundidad en futuros visionados.
27 de enero de 2013
27 de enero de 2013
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quedé atrapado con lo bien que está contada. Alcanza a ser simbólica sin proponérselo. Por ejemplo, con unas pocas imagénes y diálogos cargados de sentido se nos dan a conocer los ideales de vida opuestos de la madre y la hija. Una peli que hoy llamaríamos de autoayuda. La actuación de la joven (Alicia Vikander) me pareció excelente, y por mucho tiempo me quederán grabados sus rostros de confusión, desamparo y a punto de desbordar en un mar de lágrimas, como aquella memorable expresión del chico en "Come and see", bastarían para emocionar hasta a un desalmado. Historia de como luchar contro los propios límites que la naturaleza nos dispensó.
La recomendaría mucho a aquellos que buscan en el exterior una guía para la vida; a los que desconfían de sus almas contaminadas por la sociedad; que les recuerden, que la vida es una sola, a través de señales, como puede ser un requiem de Mozart o una de Justin Bieber, y que lo importante es, al final, luchar por hacer más bello el mundo y tratar de no hacer del mal a nadie; pero es aquí, con su final, en donde para mi gusto falla la peli y donde creo se hubiera ganado mucho en embellecer la vida si hubiera inventado un final más humano. Al fin y al cabo la vida es aquello que nos imaginamos y nos cuentan, y mejor imaginar cosas bellas en futuro, de otra manera para qué vivir.
La recomendaría mucho a aquellos que buscan en el exterior una guía para la vida; a los que desconfían de sus almas contaminadas por la sociedad; que les recuerden, que la vida es una sola, a través de señales, como puede ser un requiem de Mozart o una de Justin Bieber, y que lo importante es, al final, luchar por hacer más bello el mundo y tratar de no hacer del mal a nadie; pero es aquí, con su final, en donde para mi gusto falla la peli y donde creo se hubiera ganado mucho en embellecer la vida si hubiera inventado un final más humano. Al fin y al cabo la vida es aquello que nos imaginamos y nos cuentan, y mejor imaginar cosas bellas en futuro, de otra manera para qué vivir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es ilógico para lo que la trama venía contando y peligrosamente apologético, ahora la llaman violencia de género. Las feministas radicales machacan fastidiosamente con que en toda seducción el seducido es una víctima, y más de compatir si es una muejer. La chiquilla obtuvo amor y buenos consejos que le servirán para toda la vida. Duró poco la relación, pero ella no fue más usada de lo que lo fue el director. Cada uno obtuvo lo suyo. Ella dió amor y recibió amor. El no le prometió nada. Pero la chica, emocionalmente inestable, se volvió obsesiva y por un desengaño termina matando a una persona. Y aquí las contradicciones: La chiquilla pierde los estribos si una persona se vulgariza mirando X factor, pero ella después de engañar a su novio y matar a una persona, vive feliz el resto de sus días. Patrañas! ¿Dónde fueron a parar todas las nobles ideas!?.
Al final dice "Lo que ninguno sabe, no existe" y con esto se exculpa.
Demos vuelta la cosa y pongamos a un hombre resentido que mata a su mujer porque le mete los cuernos. Más apologético y no políticamente correcto que esta peli, no logro ver.
Al final dice "Lo que ninguno sabe, no existe" y con esto se exculpa.
Demos vuelta la cosa y pongamos a un hombre resentido que mata a su mujer porque le mete los cuernos. Más apologético y no políticamente correcto que esta peli, no logro ver.
30 de julio de 2022
30 de julio de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A través de una interpretación para la historia del cine de una entonces aún desconocida Alicia Vikander, de esas que jamás vas a poder despegar de ti después de vivida (más que vista), la cineasta sueca Lisa Langseth logra crear un drama psicológico con conciencia social tan brutal y honesto, tan valiente y lúcido, tan nihilista y desesperanzado, que la hace entroncar con el mismísimo Michael Haneke, con quien tiene muchas gozosas coincidencias en esta obra maestra absoluta titulada “Pure”, pero sin olvidar una lucha de clases subyacente donde la proletaria trata de medrar en la sociedad burguesa que no se lo va a permitir fácilmente.
Una joya del cine apasionante que se desarrolla cabalmente en torno al “Introitus” del “Réquiem” de Mozart casi como un obstinato que va fraguando la tragedia conforme el núcleo argumental va evolucionando hacia los oscuros rincones de la repugnante esencia humana. Porque en esta historia hay un lobo y una caperucita roja, hay un depredador y una depredada pero, sobre todo, lo que hay es una visión lúcida y nada condescendiente sobre el ser humano, donde verdugo y víctima juegan a un baile en círculos concéntricos espeluznante para fascinación insana del espectador de esta película mayúscula que no deja de ser también una sinfonía como la que une a sus protagonistas.
Una visión nihilista y misántropa de las relaciones sociales que a su vez es un homenaje expreso a la música clásica y a su poder evocador. El guión de la propia Lisa Langseth funciona con la precisión de un reloj suizo y remarca en cada escena la evolución divergente de su pareja protagonista. Katarina es una chica con tendencia al desequilibrio psicológico a la que le cambió la vida descubrir un día por casualidad en YouTube a Mozart. Desde entonces, quiere trabajar a toda costa en el Auditorio de su ciudad y lo acaba logrando. Allí traba amistad con el director titular de la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Ella crece interiormente con la fascinación hacia un ser que nada tiene que ver con el único mundo chabacano y rudo que ha conocido hasta el momento; él con la belleza y la capacidad de aprender de la joven. A partir de ahí, comienza una relación impropia, dado que el director está casado y tiene hijos y Katarina vive con su novio. Lo que viene después, te acabará marcando para siempre.
La fotografía de Simon Pramsten es preciosista y contrastada, esteticista, para contar una desgarradora historia que se sostiene a peso por su pareja protagonista: Samuel Froler y una inconmensurable Alicia Vikander que devora la cámara y a quien se le acerque cada vez que aparece en plano. Porque ella es pura lucha de clases, es el proletariado tratando de ascender contra viento y marea en una sociedad burguesa tramposa y desigual.
Una joya del cine apasionante que se desarrolla cabalmente en torno al “Introitus” del “Réquiem” de Mozart casi como un obstinato que va fraguando la tragedia conforme el núcleo argumental va evolucionando hacia los oscuros rincones de la repugnante esencia humana. Porque en esta historia hay un lobo y una caperucita roja, hay un depredador y una depredada pero, sobre todo, lo que hay es una visión lúcida y nada condescendiente sobre el ser humano, donde verdugo y víctima juegan a un baile en círculos concéntricos espeluznante para fascinación insana del espectador de esta película mayúscula que no deja de ser también una sinfonía como la que une a sus protagonistas.
Una visión nihilista y misántropa de las relaciones sociales que a su vez es un homenaje expreso a la música clásica y a su poder evocador. El guión de la propia Lisa Langseth funciona con la precisión de un reloj suizo y remarca en cada escena la evolución divergente de su pareja protagonista. Katarina es una chica con tendencia al desequilibrio psicológico a la que le cambió la vida descubrir un día por casualidad en YouTube a Mozart. Desde entonces, quiere trabajar a toda costa en el Auditorio de su ciudad y lo acaba logrando. Allí traba amistad con el director titular de la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Ella crece interiormente con la fascinación hacia un ser que nada tiene que ver con el único mundo chabacano y rudo que ha conocido hasta el momento; él con la belleza y la capacidad de aprender de la joven. A partir de ahí, comienza una relación impropia, dado que el director está casado y tiene hijos y Katarina vive con su novio. Lo que viene después, te acabará marcando para siempre.
La fotografía de Simon Pramsten es preciosista y contrastada, esteticista, para contar una desgarradora historia que se sostiene a peso por su pareja protagonista: Samuel Froler y una inconmensurable Alicia Vikander que devora la cámara y a quien se le acerque cada vez que aparece en plano. Porque ella es pura lucha de clases, es el proletariado tratando de ascender contra viento y marea en una sociedad burguesa tramposa y desigual.
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