Tape (La cinta)
6.6
4,047
Drama
John, un novel director de cine, va a Lansing (Michigan) para presentar su película en el festival de cine local. Vince, su mejor amigo desde el instituto, también visita la ciudad para apoyarlo. Los dos se reúnen en un hotel y empiezan a rememorar los dolorosos recuerdos de sus años estudiantiles. Poco a poco, una creciente tensión va enrareciendo el ambiente hasta que Vince acusa a su amigo de algo que sucedió diez años antes. (FILMAFFINITY) [+]
7 de mayo de 2006
7 de mayo de 2006
34 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me tropecé con la película en el videoclub, ví que el reparto era sugerente y le dí la vuelta a la carátula para buscar al director. Últimamente no me dicen nada los directores (a excepción de Eastwood, Shyamalan y alguno más) pero como pasa con éstos, las películas malas de Linklater son las buenas del grueso de directores del panorama actual, y me decidí a alquilarla.
El horario de proyección no era el mejor, 00:00 de la noche del sábado al domingo. Por ello, cuando a los 15 minutos de película, los protagonistas seguían hablando y no se había cambiado de escenario, mi mujer decidió que la cama tenía para ella más atractivo que la verborrea de Ethan Hawke. Yo, en un alarde mezcla de heroismo cinéfilo y curiosidad me quedé y no me arrepiento.
El horario de proyección no era el mejor, 00:00 de la noche del sábado al domingo. Por ello, cuando a los 15 minutos de película, los protagonistas seguían hablando y no se había cambiado de escenario, mi mujer decidió que la cama tenía para ella más atractivo que la verborrea de Ethan Hawke. Yo, en un alarde mezcla de heroismo cinéfilo y curiosidad me quedé y no me arrepiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El planteamiento es similar a de Antes de Amanecer y Antes del Atardecer. La animada charla de los protagonistas comienza con nimiedades pero poco a poco va derivando hacia el interior de los personajes. Empiezan a aparecer la frustación, la hipocresía, los celos y los personajes pasan de ser charlatanes con gracia a ser seres humanos (con menos gracia, pero más auténticos).
La aparición de Uma Thurman es sencillamente espectacular y el final, abierto como en las dos películas arriba mencionadas, memorable.
La aparición de Uma Thurman es sencillamente espectacular y el final, abierto como en las dos películas arriba mencionadas, memorable.
27 de octubre de 2008
27 de octubre de 2008
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta obra es el testimonio de Richard Linklater, un cineasta portentoso que no cesa de construir historias basadas en diálogos cautivantes y de explorar con el ánimo de descubrir nuevas dimensiones en el contexto de la experiencia cinematográfica.
En tiempo real, dentro de un escenario que se limita a la habitación de un hotel, sin elipsis ni música de fondo, tres ex compañeros de colegio; Vincent (Hawke), un inofensivo y mugroso dealer, Jon (Leonard), un aniñado cineasta, y, Amy (Thurman), la chica educada, actual Asistente del Fiscal del Distrito; se reúnen luego de diez años para conversar acerca de trivialidades del presente y de un evento imborrable del pasado. Una cámara digital, manejada con pulcritud, filma el encuentro.
Dada la austeridad del film su única esperanza se cimienta en las bondades del guión y el talento de los actores. Afortunadamente Stephen Belber ha creado un delicioso laberinto dialogístico enriquecido con giros astutos y observaciones filosóficas de carácter moral en el que interactúan tres personajes brillantemente delineados.
Ethan Hawke es divertidísimo creando un ser infantil por el que se puede sentir simpatía fácilmente; Robert Sean Leonard, representa admirablemente a un individuo cuyos valores están a prueba; y, Uma Thurman intensifica la segunda mitad de la película con una actuación dotada de gracia, racionalidad e ironía.
“Tape” es cine experimental de primer orden y una afrenta refinada a la petulante maquinaria hollywoodense. Dentro de sus cuatro paredes se desarrolla un drama humano con ramificaciones universales que constituye una glorificación a la comunicación verbal y su inconmensurable valor funcional para expresar sentimientos fundamentales como el amor, el odio, la envidia y la compasión.
En tiempo real, dentro de un escenario que se limita a la habitación de un hotel, sin elipsis ni música de fondo, tres ex compañeros de colegio; Vincent (Hawke), un inofensivo y mugroso dealer, Jon (Leonard), un aniñado cineasta, y, Amy (Thurman), la chica educada, actual Asistente del Fiscal del Distrito; se reúnen luego de diez años para conversar acerca de trivialidades del presente y de un evento imborrable del pasado. Una cámara digital, manejada con pulcritud, filma el encuentro.
Dada la austeridad del film su única esperanza se cimienta en las bondades del guión y el talento de los actores. Afortunadamente Stephen Belber ha creado un delicioso laberinto dialogístico enriquecido con giros astutos y observaciones filosóficas de carácter moral en el que interactúan tres personajes brillantemente delineados.
Ethan Hawke es divertidísimo creando un ser infantil por el que se puede sentir simpatía fácilmente; Robert Sean Leonard, representa admirablemente a un individuo cuyos valores están a prueba; y, Uma Thurman intensifica la segunda mitad de la película con una actuación dotada de gracia, racionalidad e ironía.
“Tape” es cine experimental de primer orden y una afrenta refinada a la petulante maquinaria hollywoodense. Dentro de sus cuatro paredes se desarrolla un drama humano con ramificaciones universales que constituye una glorificación a la comunicación verbal y su inconmensurable valor funcional para expresar sentimientos fundamentales como el amor, el odio, la envidia y la compasión.
12 de septiembre de 2007
12 de septiembre de 2007
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el año 2000, la obra de Richard Linklater, uno de los máximos exponentes del actual cine independiente estadounidense, se ha caracterizado por combinar obras de vocación autoral, ésas que le han granjeado el prestigio y el beneplácito de la crítica, con películas alimenticias, mucho más impersonales y dirigidas a un espectro más amplio. Conocer este dato nos inhibe de sorprendernos ante el hecho de que entre Escuela de Rock y Una pandilla de pelotas, Linklater rodara Antes del atardecer, variopinta entremezcla que en nada desvirtúa el interés, calidad y valentía que atesora la cinta que aquí nos ocupa.
Obra perteneciente al grupo de trabajos más auténticos del director, Tape, al igual que Antes del amanecer y su secuela anteriormente mentada, se desarrolla a tiempo real y fundamenta su interés en la conversación que tres amigos de veintitantos años, Vince, John y Amy, mantienen en una habitación de un motel de Michigan. Como es de suponer, rencillas, oscuros recuerdos y secretos inconfesables saldrán a relucir, de tal manera que la película, a pesar de desarrollarse en un espacio cerrado, nos mantendrá expectantes a todo lo que ocurra.
Sano ejercicio de experimentación que viene a demostrar que la “acción” también puede sustentarse con buenos diálogos e interpretaciones sobrias.
Obra perteneciente al grupo de trabajos más auténticos del director, Tape, al igual que Antes del amanecer y su secuela anteriormente mentada, se desarrolla a tiempo real y fundamenta su interés en la conversación que tres amigos de veintitantos años, Vince, John y Amy, mantienen en una habitación de un motel de Michigan. Como es de suponer, rencillas, oscuros recuerdos y secretos inconfesables saldrán a relucir, de tal manera que la película, a pesar de desarrollarse en un espacio cerrado, nos mantendrá expectantes a todo lo que ocurra.
Sano ejercicio de experimentación que viene a demostrar que la “acción” también puede sustentarse con buenos diálogos e interpretaciones sobrias.
10 de septiembre de 2005
10 de septiembre de 2005
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de un film realmente muy original, que cautiva por sus diálogos inteligentes y las emociones que afloran con los recuerdos.
Las interpretaciones de los tres personajes son inmejorables y absolutamente creíbles, en especial la de Ethan Hawke, quien interpreta a un drogadicto inmaduro.
Las interpretaciones de los tres personajes son inmejorables y absolutamente creíbles, en especial la de Ethan Hawke, quien interpreta a un drogadicto inmaduro.
6 de junio de 2015
6 de junio de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra de teatro adaptada por Linklater, y se nota. Muy bien, aunque se permite alguna floritura quizás innecesaria.
Bien los actores, Hawke se pasa, como en él es habitual, pero acaba clavando su personaje infantil. Los otros dos están más sobrios; el buen Leonard y la estupenda Uma.
Una maravilla.
Bien los actores, Hawke se pasa, como en él es habitual, pero acaba clavando su personaje infantil. Los otros dos están más sobrios; el buen Leonard y la estupenda Uma.
Una maravilla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El corazón de la historia es una violación, si sucedió o no, qué pasó, por qué, cómo. Y lo bueno es que termina y nos enteramos de todo, entendemos bien a los personajes, sabemos cómo son cada uno, pero... exactamente no sabemos qué ocurrió aquella noche de fin de instituto después de la fiesta..., o tal vez sí.
Mucha inteligencia e infinita complejidad para hablar de lo vulnerables y débiles que somos, de nuestras mentiras e hipocresías; de cómo utilizamos las palabras como velos o armas arrojadizas.
Un retrato de unos personajes que son más reales y creíbles que muchas personas: el triunfador impostor, culto de pacotilla y rey de lo políticamente correcto; el perdedor patético, inmaduro, drogadicto, fullero y liante; y la chica, la víctima, doblemente, que al final se "venga". Una lucha de todos contra todos en la que nadie parece tener toda la razón, verdad o culpa.
Los hombres, con su lucha de egos, son los que montan la "actuación"; la mujer, lo que le "pasó", es la sórdida excusa que permite la competición. Ella es la débil, o no, quizás sea en realidad la más fuerte, o por lo menos igual, aunque diferente, a ellos.
¿Por qué dejó a Hawke? Se supone que lo hizo porque ya en el Instituto era un pobre hombre.
¿Por qué quiso a Leonard? Se entiende que, como ahora con el fiscal, prefirió al ganador, al más capaz, disciplinado y seguro de sí mismo.
¿Por que hubo una violación? Por el egoísmo implacable de Leonard, por su falsedad y fondo "oscuro".
¿Hubo realmente violación? Se supone que sí, pero es posible que, como deja entrever Uma, no tal como la cuenta Leonard, como si ella no existiese, como si fuese casi un objeto muerto, puramente pasiva, sin participar de la acción más que únicamente como víctima inerte, sin defenderse, quejarse, decir algo o hacer algo. La idea sería que a ella le duele que a aquello que sucedió, lo que fuera, pero parece que obviamente algo muy desagradable y con violencia de por miedo, a aquella humillación le intenten sumar la actual, el hecho de recordarlo a "su manera", sin contar con su consentimiento, volviéndola a forzar, esta vez con el recuerdo. De esta forma, ella le resta dramatismo al hecho morboso, y horrible, y le añade gravedad, la de que hayan sido tan frívolos e inconscientes, y egoístas, como para hacérselo recordar con el fin de satisfacer sus intereses. Es decir, no fue para tanto (porque si ella acepta la tragedia, tiene que adoptar el papel de víctima, lo que está claro que no quiere), y fue para más, para que no jugasen con ello por lo menos.
¿Por qué Hawke montó "el show"? Por envidia y rabia. Nunca aceptó ser el rechazado sin motivo aparente, de ahí que buscase una explicación más truculenta, para quedarse más tranquilo y feliz, él.
¿Por qué ella les amenaza con la policía? Porque la han utilizado y les quiere hacer pagar, aunque sea solo un poco.
¿Por qué Uma y Leonard no se inmutan y Hawke se vuelve loco y tira toda la droga? Porque es al que peor le va, el más desesperado y desgraciado.
Al final todo queda como estaba; los "amigos" juntos y ella se va; son, en el fondo, igual que eran, se mantienen los mismos papeles y caracteres, no han cambiado mucho desde el Instituto ni tampoco con la experiencia catártica del reencuentro y la conversación. Hasta acaba con cierto humor. Nada había sido para tanto (o sí, según se mire, y eso casi sería lo más triste, que todos hubiesen seguido como si nada después de "aquello") después de muchos años, a pesar de todo.
P.D.: Todas mis respuestas valen tanto, nada, como las diferentes versiones y contradicciones de cada uno de los personajes.
Una película tan sutil, maleable, volátil y flexible como cualquiera de los actos en los que participamos y en los que están implicadas otras personas con diferentes deseos y opiniones. Implacable y liquida. Demoledora y precisamente intangible.
Entre "La huella" y "Reencuentro". En el recuerdo, la obra de Bogosian adaptada también por Linklater, la estupenda "SubUrbia".
Mucha inteligencia e infinita complejidad para hablar de lo vulnerables y débiles que somos, de nuestras mentiras e hipocresías; de cómo utilizamos las palabras como velos o armas arrojadizas.
Un retrato de unos personajes que son más reales y creíbles que muchas personas: el triunfador impostor, culto de pacotilla y rey de lo políticamente correcto; el perdedor patético, inmaduro, drogadicto, fullero y liante; y la chica, la víctima, doblemente, que al final se "venga". Una lucha de todos contra todos en la que nadie parece tener toda la razón, verdad o culpa.
Los hombres, con su lucha de egos, son los que montan la "actuación"; la mujer, lo que le "pasó", es la sórdida excusa que permite la competición. Ella es la débil, o no, quizás sea en realidad la más fuerte, o por lo menos igual, aunque diferente, a ellos.
¿Por qué dejó a Hawke? Se supone que lo hizo porque ya en el Instituto era un pobre hombre.
¿Por qué quiso a Leonard? Se entiende que, como ahora con el fiscal, prefirió al ganador, al más capaz, disciplinado y seguro de sí mismo.
¿Por que hubo una violación? Por el egoísmo implacable de Leonard, por su falsedad y fondo "oscuro".
¿Hubo realmente violación? Se supone que sí, pero es posible que, como deja entrever Uma, no tal como la cuenta Leonard, como si ella no existiese, como si fuese casi un objeto muerto, puramente pasiva, sin participar de la acción más que únicamente como víctima inerte, sin defenderse, quejarse, decir algo o hacer algo. La idea sería que a ella le duele que a aquello que sucedió, lo que fuera, pero parece que obviamente algo muy desagradable y con violencia de por miedo, a aquella humillación le intenten sumar la actual, el hecho de recordarlo a "su manera", sin contar con su consentimiento, volviéndola a forzar, esta vez con el recuerdo. De esta forma, ella le resta dramatismo al hecho morboso, y horrible, y le añade gravedad, la de que hayan sido tan frívolos e inconscientes, y egoístas, como para hacérselo recordar con el fin de satisfacer sus intereses. Es decir, no fue para tanto (porque si ella acepta la tragedia, tiene que adoptar el papel de víctima, lo que está claro que no quiere), y fue para más, para que no jugasen con ello por lo menos.
¿Por qué Hawke montó "el show"? Por envidia y rabia. Nunca aceptó ser el rechazado sin motivo aparente, de ahí que buscase una explicación más truculenta, para quedarse más tranquilo y feliz, él.
¿Por qué ella les amenaza con la policía? Porque la han utilizado y les quiere hacer pagar, aunque sea solo un poco.
¿Por qué Uma y Leonard no se inmutan y Hawke se vuelve loco y tira toda la droga? Porque es al que peor le va, el más desesperado y desgraciado.
Al final todo queda como estaba; los "amigos" juntos y ella se va; son, en el fondo, igual que eran, se mantienen los mismos papeles y caracteres, no han cambiado mucho desde el Instituto ni tampoco con la experiencia catártica del reencuentro y la conversación. Hasta acaba con cierto humor. Nada había sido para tanto (o sí, según se mire, y eso casi sería lo más triste, que todos hubiesen seguido como si nada después de "aquello") después de muchos años, a pesar de todo.
P.D.: Todas mis respuestas valen tanto, nada, como las diferentes versiones y contradicciones de cada uno de los personajes.
Una película tan sutil, maleable, volátil y flexible como cualquiera de los actos en los que participamos y en los que están implicadas otras personas con diferentes deseos y opiniones. Implacable y liquida. Demoledora y precisamente intangible.
Entre "La huella" y "Reencuentro". En el recuerdo, la obra de Bogosian adaptada también por Linklater, la estupenda "SubUrbia".
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