Haz click aquí para copiar la URL

Cinco esquinas

Drama Cinco esquinas es un barrio habitado por una clase media-baja en un momento en que los tiempos están cambiando, no sólo para los habitantes de la ciudad, sino para toda la población de los Estados Unidos. En dicho barrio, una mujer luchará por su vida cuando el hombre que la violó sale de la cárcel. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
6
15 de mayo de 2006
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película independiente, dirigida por Tony Bill. Rodada en NYC, dispuso de un presupuesto modesto. En los Independent Spirit Awards obtuvo un premio (actriz) y dos nominaciones.

La acción tiene lugar en el distrito "Cinco esquinas" del Bronx neoyorquino, a lo largo de 36 horas de un día de 1964. Narra la historia de una muchacha, Linda (Jodie Foster), que en el pasado fue víctima de un intento de rapto por un vecino enfermo mental, Heinz (John Turturro), que acaba de salir de prisión. La ayudaron su novio, Jamie (Todd Graft) y Harry (Tim Robbins). Los tres temen por sus vidas.

La película explora una época de singular importancia en EEUU, marcada por la lucha pacífica en favor de los derechos civiles, la eclosión de nuevos códigos de conducta de los jóvenes y de la mujer, el desbordamiento de los padres de la generación nacida después de la II GM (simbolizada en las dos madres), la intensificación de la violencia urbana juvenil y la difusión entre los jóvenes del consumo festivo de drogas. Linda encarna la emergencia del protagonismo de la mujer joven, que toma decisiones autónomas, confía en si misma, asume roles reservados a los hombres hasta entonces y se enfrenta a los peligros con fuerza y decisión. Se exalta el movimiento pacífico en favor de los derechos civiles que lideró Martin Luther King y que aunó esfuerzos de personas de todos los grupos raciales. La heroína del relato es Linda, que encarna a la mujer que protagoniza la eclosión de los valores feministas, basados en la igualdad de derechos de la mujer en la enseñanza, la administración, los negocios, la vida pública, etc.

La música, de James Newton Howard ("King Kong", 2005), hace uso de piano, viento, percusión y voz humana. Con bajos profundos y ritmos inquietantes, crea un denso clima de tensión y suspense. La música añadida incluye "In My Life" (Beatles), "The Times They Are A Changing" (Bob Dylan) y "Lakme", pieza interpretada por la Orquesta Nacional de la Ópera de Montecarlo. La fotografía rinde tributo a las películas del cine negro de los años 40 y 50, con sombras expresionistas y policías que evocan los de aquel cine. Ofrece momentos culminantes de gran belleza (Plaza Oval), terror (Heinz sostiene a la chica como King Kong) y de vértigo (ascensores y azotea). El guión diferencia bien los personajes, crea una atmósfera tensa creciente, introduce humor (el despertar de las dos chicas) y refuerza la imagen sicótica de Heinz (regalo de dos crías de pingüino robadas en el Zoo), que explican su comportamiento e intensifican el suspense. Es de gran interés ver las actuaciones tempranas de tres actores de gran proyección futura (Jodie Foster, Turturro y Robbins). La dirección consigue momentos de gran brillantez.

La película explora, tras algo más de 20 años, la etapa interesantísima de la lucha por la igualdad de derechos civiles, la eclosión del feminismo moderno y el cambio de la matriz de valores de general aceptación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El momento elegido por el realizador para situar cronologicamente el relato se enmarca entre el asesinato de John Kennedy (noviembre, 1963) y los de Martin Luther King (abril, 1968) y Robert Kennedy (junio, 1968). El asesinato del presidente Kennedy produjo profunda decepción y gran malestar entre los jóvenes y las minorías raciales, lo que contribuyó a acrecentar las reivindicaciones y a acelerar los procesos de cambio iniciados a comienzos de los 60. El apellido de Harry (Fitzgerald) coincide con el segundo nombre de John Kennedy. La narración y su final constituyen un elogio de la juventud de los 60.
7
4 de marzo de 2015 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que cuente gran cosa, pero, por si acaso, lo cuento en el spoiler ése.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Vi esta película hace muchos años y sólo recordaba dos cosas: el regalo y posterior apaleamiento del pingüino y la defenestración de la madre. Vista de nuevo y como era de prever, siguen siendo lo mejor. El resto está bien (la reflexión sobre la violencia y blablablá), muy bien (la escena de los ascensores) o es un pegote (lo de los asesinatos a flechazos no hay por dónde cogerlo, por más que dé juego y sea resultón), pero sólo por el pingüino apaleado y la madre defenestrada, ya vale la pena la película. Muy bonita.
4
2 de junio de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fábula descalabrada, majadera.
Tiene las mejores intenciones, sin duda, y grandes ambiciones, también, pero ya sabemos que todo eso tan engorroso suele suponer la antesala del infierno, y sí, este es el desgraciado caso.
Unos jovencísimos Robbins, veintinueve años, Turturro, treinta, y Foster, veinticinco, protagonizan esta especie de wéstern urbano o de comedia dramática durante unas horas del año sesenta y cuatro en el famoso barrio del Bronx (lugar donde nació y se crió al guionista); con sus algaradas callejeras, sus amores juveniles y los ideales civiles.
Quizás solo sea la llegada a la ciudad más peligrosa del salvaje Oeste (Este más bien) del criminal más malvado que buscará a su chica y se tendrá que enfrentar al sheriff, los indios y los protectores de la joven: el forajido arrepentido y el chico bueno tan enamorado.
O tal vez sea un cuento sobre un Ogro aterrador que rapta a la Princesa y se escapa de los caballeros de la Tabla Redonda. O King Kong atrapado en la ciudad, acorralado, con su niña querida entre los brazos, sin salida. O el mismísimo Frankenstein, impotente, incapaz de expresar sus sentimientos, que rompe todo lo que toca, que solo a través de la violencia se puede comunicar, que tiene el alma rota, sin esperanza y con crueldad.
Y de fondo, la lucha de una parte de la sociedad norteamericana (aparecen Luther King y Bobby Kennedy) por conseguir la igualdad de derechos de los negros (la novedad fue que varios chicos blancos fueron asesinados, no solamente las víctimas acostumbradas -la película de Alan Parker, "Arde Mississippi", lo cuenta más al detalle).
Previsible y tópica; con diálogos ridículos, situaciones chuscas y embrollos llenos de una tensión forzada, estirada sin necesidad (el encuentro nocturno con el monstruo, por ejemplo, y, sobre todo, el absurdo paseo de después de la pareja de enamorados, como si aquí no hubiera pasado nada), mal dosificada. Se acumulan los sucesos estrepitosos y la cascada de imprecisiones y desatinos aumenta sin parar hasta llegar a un final lamentable, penoso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El pacifista se vuelve violento por un momento, los indios (guiño histórico simpático pero metido con calzador) apuntan a la diana, el chico del coche y la gomina declara su amor, el cojo valiente salva a la amada y la policía ¿justifica su sueldo?, me temo que no, rotundamente no.
No encuentran el tono; deambula entre ingenios bobos y autocomplacientes, y artificios trágicos y poco creíbles.
En la parte chapucera, habría que destacar esos francotiradores perezosos y remolones, de tan mala puntería, y el desmayo de la chica que dura un poco demasiado.
Por salvar algo: el "reconocimiento" final de la madre y cierta libertad e imaginación poco habituales y originales; en este sentido brilla la escena de los ascensores que, por cierto, recurre al famosísimo dúo de las flores de la ópera Lakmé que años después utilizaría Scott en la mítica escena, escrita por Tarantino, de "Amor a quemarropa" protagonizada por Walken y Hopper, lo mismo que De Palma en "Atrapado por su pasado", cuando Pacino, entre la lluvia, contempla arrobado a Penélope Miller mientras esta baila.
Película con alma de obra teatral; no en vano está escrita por John Patrick Shanley, escritor reconocido y autor prestigioso de varios buenos guiones y director de dos películas interesantes: "Joe contra el volcán" y "La duda".
1
16 de septiembre de 2015 1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede hacer igual pero no peor.
A pesar de contar con unos frikis personajes que podrían haber dado mucho juego.
Se convierte en un zurullo de innegable valia somnífera.
Para bostezar hasta desencajar la mandíbula, algo tan previsible es digno de mención.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para