The Shiralee
6 de octubre de 2022
6 de octubre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"The Shiralee" es una película británica producida por los famosos estudios Ealing y realizada en Australia. Aunque todas las escenas de exterior se filmaron en Sydney, Scone y Binnaway (Nueva Gales del Sur) y actúan varios actores australianos en papeles secundarios, la filmación se completó en los estudios de MGM en Londres. Ealing y MGM habían firmado un acuerdo para que MGM distribuyera sus películas en todo el mundo, y ésta fue su primera película juntos.
El guión, basado en la novela del mismo título del escritor australiano D'Arcy Niland, nos cuenta la historia de un swagman (Peter Finch), un trabajador itinerante que viaja a pie por Australia llevando sus pertenencias en un swag (especie de petate). Es un hombre solitario, sin arraigo familiar que un día descubre que su mujer le es infiel y decide llevarse a su hija con él por los caminos, convirtiéndose la niña en "The Shiralee" (palabra australiana para definir la carga que lleva consigo).
Aunque sea de nacionalidad británica por su producción, estamos ante un film inequívocamente australiano en el que se nos muestran los vastos espacios de ese país representados en un hermoso blanco y negro por el director de fotografía Paul Beeson. Se hace un buen uso de la lengua vernácula local, sin que parezca que alguien de otro país simplemente tomó prestadas palabras para que todo parezca auténtico, incluso si los guionistas Neil Paterson y Leslie Norman son escocés e inglés respectivamente. Por otra parte, muchos secundarios del reparto son actores australianos, incluido el único aborigen de la película, Gordon Glenwright.
La película funciona muy bien como melodrama en todas las escenas en las que aparecen padre e hija y no tanto en algunas de las diferentes subtramas en que se ramifica la historia.
Peter Finch está magnífico en el papel de swagman, aunque en muchos momentos le come la escena Dana Wilson, la maravillosa Shiralee, la niña protagonista. A destacar otros excelentes secundarios como Sidney James y Tessie O'Shea.
El guión, basado en la novela del mismo título del escritor australiano D'Arcy Niland, nos cuenta la historia de un swagman (Peter Finch), un trabajador itinerante que viaja a pie por Australia llevando sus pertenencias en un swag (especie de petate). Es un hombre solitario, sin arraigo familiar que un día descubre que su mujer le es infiel y decide llevarse a su hija con él por los caminos, convirtiéndose la niña en "The Shiralee" (palabra australiana para definir la carga que lleva consigo).
Aunque sea de nacionalidad británica por su producción, estamos ante un film inequívocamente australiano en el que se nos muestran los vastos espacios de ese país representados en un hermoso blanco y negro por el director de fotografía Paul Beeson. Se hace un buen uso de la lengua vernácula local, sin que parezca que alguien de otro país simplemente tomó prestadas palabras para que todo parezca auténtico, incluso si los guionistas Neil Paterson y Leslie Norman son escocés e inglés respectivamente. Por otra parte, muchos secundarios del reparto son actores australianos, incluido el único aborigen de la película, Gordon Glenwright.
La película funciona muy bien como melodrama en todas las escenas en las que aparecen padre e hija y no tanto en algunas de las diferentes subtramas en que se ramifica la historia.
Peter Finch está magnífico en el papel de swagman, aunque en muchos momentos le come la escena Dana Wilson, la maravillosa Shiralee, la niña protagonista. A destacar otros excelentes secundarios como Sidney James y Tessie O'Shea.
14 de diciembre de 2022
14 de diciembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toda la crítica tiene SPOILERS.
Es curioso la cantidad de road movies con temática de padre e hijo/a: Camino a la perdición, la Carretera, Logan, Kodacrome; incluso el videojuego Last of Us. The Shiralee tiene es punto de road movie en común . Y aunque me parece inferior al resto de películas nombradas (salvo Kodacrome) es una muy buena película.
La historia, ambientada en Australia, empieza presentándonos un hombre que vaga por el país cuan giróvago, sin trabajo fijo, sin rumbo, un espíritu libre. Hasta que le llega una responsabilidad.
Peter Finch se echa la película sobre sus hombros con eficacia. Y aunque la niña no es actriz y se nota, no es tan repelente como otros niños del cine, vamos, que va a estar dando la brasa como los niños de Parque Jurásico que cuando salían uno quería pegarse un tiro.
Lo que no me convence es la escena de la mujer con el motel, no porque este mal, sino porque lo que cuenta ya me lo ha contado al inicio y quedo un poco reiterativo; además, lo bueno de esa escena es el momento de ella diciéndole: “¿te crees que tener un hijo es como pelar patas? La quiero porque es mi hija.” . Y el final, donde tenía que estar una escena de juicio para dar un cierre mejor al asunto. Por eso tiene cuatro y no cinco.
Visualmente la película tiene un muy buen empaque, nunca se hace televisa o se nota falta de recursos.
Excelente drama.
Es curioso la cantidad de road movies con temática de padre e hijo/a: Camino a la perdición, la Carretera, Logan, Kodacrome; incluso el videojuego Last of Us. The Shiralee tiene es punto de road movie en común . Y aunque me parece inferior al resto de películas nombradas (salvo Kodacrome) es una muy buena película.
La historia, ambientada en Australia, empieza presentándonos un hombre que vaga por el país cuan giróvago, sin trabajo fijo, sin rumbo, un espíritu libre. Hasta que le llega una responsabilidad.
Peter Finch se echa la película sobre sus hombros con eficacia. Y aunque la niña no es actriz y se nota, no es tan repelente como otros niños del cine, vamos, que va a estar dando la brasa como los niños de Parque Jurásico que cuando salían uno quería pegarse un tiro.
Lo que no me convence es la escena de la mujer con el motel, no porque este mal, sino porque lo que cuenta ya me lo ha contado al inicio y quedo un poco reiterativo; además, lo bueno de esa escena es el momento de ella diciéndole: “¿te crees que tener un hijo es como pelar patas? La quiero porque es mi hija.” . Y el final, donde tenía que estar una escena de juicio para dar un cierre mejor al asunto. Por eso tiene cuatro y no cinco.
Visualmente la película tiene un muy buen empaque, nunca se hace televisa o se nota falta de recursos.
Excelente drama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y cuando vuelve a la descubre que su mujer tiene una aventura; entonces da una paliza al amante y se lleva a su hija, convirtiéndola en compañera de viaje. Poco a poco este hombre se dará cuenta de que no puede compaginar su modo de vida con criar y cuidar a una niña. Y es que al final la evolución del personaje del padre es más importante que la propia relación, porque no es una relación de padre ausente en que el hijo le reprocha su actitud hacia el; no, porque es una niña muy pequeña que no se entera de nada, muy ingenua, inocente; frente a ese padre mujeriego, que desde que era un chaval ya era un granuja, y aunque nunca ha sido infiel a su mujer nunca la ha apreciado, yo diría que nunca la amo, lo que su mujer le reprocha: “casi nunca estás conmigo, mandas dinero pero poco más, ¿por qué te casaste conmigo, solo para poder poseerme, para hacer él amor conmigo cuando querías?”. No es que sea un vago, lo vemos en la escena de la niña enferma como la cuida con todas sus fuerzas; simplemente no quiere tener responsabilidad, solo disfrutar. Un tipo orgulloso, que cuando se lleva a la niña lo hace por orgullo y despecho, no lo hace pensando en su bien. Pero la responsabilidad le hace madurar y se da cuenta de que no ha sido el padre que debía ser, lo dice cuando la niña se prueba el vestido: “no le he dado ni eso”. Y aunque su hija es lo que más quiere y le importa del mundo, como demuestra en la película, la ausencia de pericia como padre sigue ahí.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here