En los últimos años han proliferado las series de política. De las idealistas como Borgen, que retoma ese deber ser de la política que estaba presente en El Ala Oeste de la Casa Blanca, a los dramas que se centran en lo peor de los gobernantes: sus oscuras pasiones, sus maquinaciones y sus jugadas para hacerse con el poder, como en la sobrevalorada House of Cards (versión americana) o en la magnífica serie francesa Baron Noir.

Con una visión totalmente distinta apareció hace unos años Veep, una comedia ácida sobre política. Parlement tiene mucho de Veep: su corta duración, su crítica sin piedad a distintos estamentos o las buenas actuaciones de sus interpretes.

El principal atractivo para nosotros, los europeos, es que Parlement no va sobre lo que sucede al otro lado del Océano, sino sobre nuestra política, la Unión Europea: un joven francés es contratado como asesor parlamentario de un Eurodiputado francés.

A partir de ahí, la serie juega con las distintas figuras que coinciden en el seno de la UE: funcionarios, europarlamentarios, asesores, lobbystas... y cómo cada uno persigue sus propios intereses. Todo ello durante el Brexit, que recibe una dura crítica escondida en la trama secundaria de la serie.

Recomendable para aquellos que les guste la política, la Unión Europea o simplemente quieran reírse un rato.

Serie con un gran componente satírico sobre lo que es el Parlamento Europeo, con políticos que están allí para trincar y poco más, lobbistas, enmiendas sobre asuntos poco conocidos...
Me ha divertido y hecho reír bastante esta serie del catálogo de Filmin que hace una ácida crítica de lo que es Europa y sus instituciones (y también hacia el Brexit, con humor sutil y mostrando las contradicciones del mismo)

La serie está interpretada por actores mayormente desconocidos en nuestro país y a mi juicio realizan un trabajo excepcional, destacando Sammy. Ese muchacho joven inexperto que llega a Bruselas y donde se enfrenta al Parlamento europeo y su fauna, con ganas de trabajar y cambiar algunas cosas.
Me gusta también que la serie de espacio a algunas tramas como las amorosas. La duración de los capítulos, en torno a 30 minutos es otro acierto de la serie.

En definitiva, una serie de diez capítulos, que se ve muy rápido, ingeniosa y divertida. Además, contará con una segunda temporada.

Serie que nos muestra una visión muy crítica del parlamento europeo en Bruselas. Samy el protagonista es un asistente de un político francés que parece el típico dinosaurio inútil colocado por algún partido en el Europarlamento hasta que se jubile.
La serie es divertida y muy irónica. Los españoles son protagonistas en muchas de las escenas.
He visto tres capítulos en Filmin y presenta a muchos personajes de la política comunitaria: lobistas, asistentes, funcionarios de la UE, parlamentarios a favor del Brexit, parlamentarios de partidos de ultraderecha, etc. La serie con breves trazos define muy bien a los protagonistas a pesar de presentar roles muy variados. De momento he visto tres capítulos en Filmin y me ha parecido una serie de las mejores sobre asuntos de política europea.

"Soy experta en ayudar a idiotas a ganar batallas políticas". Buena síntesis en boca de uno de los personajes: una pija superficial y vacÍa sin opiniones ni ideología, pero que por alguna razón al igual que el protagonista "nos tiene que caer bien".
Es una serie oportuna que cubre un vacío, el de la sátira política sobre la unión europea y su burocracia, con un guion inteligente pero algo reiterativo y endogámico que dejará a demasiados espectadores fuera por tratar un tema áspero sin dar apenas referencias al espectador.
No es tan incisiva como tal vez debería, pero describe bien el batiburrilo de intereses en la UE (bien el varapalo a los lobbies y a todos los partidos y nacionalidades de la UE, especialmente a los políticos ingleses y su doble moral-patriotismo de garrafón ultranacionalista como aquí VOX, unos políticos que no dudan en dinamitar el proyecto europeo pero se aprovechan sin escrúpulos de subvenciones y llegan a malversar fondos europeos en beneficio personal )

Sin embargo los protagonistas (jóvenes millenials) se hacen cargantes por su vacuidad, parece que no tienen un mínimo contenido emocional-sexual o ideológico y se limitan a ser guays y trabajar con stress sin saber para qué (el signo de los tiempos)

La primera temporada de Parlement tiene el tono perfecto de una buena comedia política. Muy divertida, y a la vez verosímil y con cierta dosis de crítica social.

En la segunda temporada, lamentablemente, introducen una dosis enorme de humor infantil y grotesco. Que, además, no es especialmente gracioso. La mayoría de personajes, incluyendo el protagonista, pierden verosimilitud.

No creo que vea una tercera temporada, si llegan a hacerla.