Adoration
2019 

6.1
419
10 de octubre de 2019
10 de octubre de 2019
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toda obra de Du Welz nos habla, de manera directa o indirecta, de la obsesión, de sus consecuencias y secuelas, y de cómo ésta acaba destruyendo a todos los personajes que deben enfrentarse a ella. Ese sentimiento, profundamente alterado por la pérdida, es el que desencadena una espiral de violencia, retratada con toda su crudeza y sequedad, que crean la identidad propia del artífice de la magnífica"Alleluia". En este caso, lleva hasta extremos (no muy explícitos) lo que equivale el término "adoración" y lo que se esconde verdaderamente detrás de éste.
Gran conocedor y amante del género, el director belga no pierde la oportunidad de rendir homenaje (reconocido) a todas aquellas obras que significaron una inspiración sobre su formación de cineasta. Así, no es difícil ver la referencia directa a "La Matanza de Texas" de Hooper en su debut, "Calvaire", a "Apocalypse Now" de Coppola en su segundo trabajo, la magistral "Vinyan", o, en el caso que nos ocupa, a "La Noche del Cazador" de Charles Laughton.
El film sigue a dos jóvenes en su huida de un sanatorio, en el que uno reside y el otro está interno por enfermedad, perseguidos por el tío de éste último. Como vemos un argumento parecido al film de Laughton, pero que Du Welz lleva a su terreno, centrándose en la psicología de los personajes y en como estos reaccionan ante las pasiones y los sentimientos. Los paralelismos constantes que el director entabla entre éstos y las aves, no hacen más que reforzar esa extraña sensación de falsa libertad que vivimos, en la que se nos permite volar pero que a la vez estamos enjaulados por esas emociones que nos alienan con nuestros semejantes, resultando una jaula mucho más difícil de traspasar.
Un juego psicológico magníficamente retratado a través de pequeños matices en las personalidades de los dos jóvenes, que experimentan de la peor manera lo que es el amor, transformándolo en una obsesión enfermiza, incapacitando la visión real de los hechos, uno por la enfermedad/interés, y el otro por la libertad/obsesión. Todo ello retratado con una espectral imagen, siempre brumosa y fría, que otorga al acabado un halo de cuento infantil que esconde mucho más de lo que permite ver en primera instancia.
Como vemos, el director, vuelve a hacer alarde de su gran capacidad por conectar con las relaciones más enfermizas y desatadas, aunque mostrándose mucho más contenido que en trabajos anteriores. En conclusión, otra obra más a tener en cuenta de uno de los directores más interesantes y reivindicables dentro del fantástico europeo.
Lo mejor; Una historia de este calibre no hubiera sido posible sin la ayuda de dos grandes actores, como la pareja protagonista, excelentes en sus respectivos papeles.
Lo peor; Una cierta contención, impropia del director, que impide que los hechos lleguen hasta los puntos extremos que uno espera del film.
Gran conocedor y amante del género, el director belga no pierde la oportunidad de rendir homenaje (reconocido) a todas aquellas obras que significaron una inspiración sobre su formación de cineasta. Así, no es difícil ver la referencia directa a "La Matanza de Texas" de Hooper en su debut, "Calvaire", a "Apocalypse Now" de Coppola en su segundo trabajo, la magistral "Vinyan", o, en el caso que nos ocupa, a "La Noche del Cazador" de Charles Laughton.
El film sigue a dos jóvenes en su huida de un sanatorio, en el que uno reside y el otro está interno por enfermedad, perseguidos por el tío de éste último. Como vemos un argumento parecido al film de Laughton, pero que Du Welz lleva a su terreno, centrándose en la psicología de los personajes y en como estos reaccionan ante las pasiones y los sentimientos. Los paralelismos constantes que el director entabla entre éstos y las aves, no hacen más que reforzar esa extraña sensación de falsa libertad que vivimos, en la que se nos permite volar pero que a la vez estamos enjaulados por esas emociones que nos alienan con nuestros semejantes, resultando una jaula mucho más difícil de traspasar.
Un juego psicológico magníficamente retratado a través de pequeños matices en las personalidades de los dos jóvenes, que experimentan de la peor manera lo que es el amor, transformándolo en una obsesión enfermiza, incapacitando la visión real de los hechos, uno por la enfermedad/interés, y el otro por la libertad/obsesión. Todo ello retratado con una espectral imagen, siempre brumosa y fría, que otorga al acabado un halo de cuento infantil que esconde mucho más de lo que permite ver en primera instancia.
Como vemos, el director, vuelve a hacer alarde de su gran capacidad por conectar con las relaciones más enfermizas y desatadas, aunque mostrándose mucho más contenido que en trabajos anteriores. En conclusión, otra obra más a tener en cuenta de uno de los directores más interesantes y reivindicables dentro del fantástico europeo.
Lo mejor; Una historia de este calibre no hubiera sido posible sin la ayuda de dos grandes actores, como la pareja protagonista, excelentes en sus respectivos papeles.
Lo peor; Una cierta contención, impropia del director, que impide que los hechos lleguen hasta los puntos extremos que uno espera del film.
26 de julio de 2020
26 de julio de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película que he escogido para inaugurar mi particular Atlántida Film Fest de este raruno 2020 es esta producción belga, dirigida por un cineasta (Fabrice Du Welz) del que ya había tenido la ocasión de ver tres de sus anteriores obras, siendo la más destacada de ellas 'Calvaire', que comparte con la que nos ocupa ahora algunos aspectos, visuales y narrativos.
Al igual que sucedía en aquella, la historia transcurre en localizaciones extraurbanas, con el bosque como principal protagonista. Y asimismo, ambas transmiten un aura misterioso y onírico, incluso fantasmagórico en ocasiones, que otorga un interés extra al conjunto.
'Adoration' funciona muy bien como fábula de aventuras juveniles, impregnada de un peculiar realismo mágico, el cual justifica en parte ciertas incongruencias argumentales que en ocasiones amagan con hacer desconectar al espectador, y que a medida que avanza la trama no siempre sabe el guion resolver adecuadamente.
En cualquier caso, se trata de una obra que merece verse por la calidad de sus imágenes y por la buena conexión que demuestran sus dos jovencísimos protagonistas (el chico es el niño de la destacable película francesa de hace dos temporadas 'Custodia compartida', en la cual ya llamó la atención), quienes protagonizan una muy peculiar historia de fuga a través del bosque, en la que tendrán cabida la amistad, la perplejidad, el romance o el sexo primerizo. Tan irregular e imperfecta como potente y atractiva.
Al igual que sucedía en aquella, la historia transcurre en localizaciones extraurbanas, con el bosque como principal protagonista. Y asimismo, ambas transmiten un aura misterioso y onírico, incluso fantasmagórico en ocasiones, que otorga un interés extra al conjunto.
'Adoration' funciona muy bien como fábula de aventuras juveniles, impregnada de un peculiar realismo mágico, el cual justifica en parte ciertas incongruencias argumentales que en ocasiones amagan con hacer desconectar al espectador, y que a medida que avanza la trama no siempre sabe el guion resolver adecuadamente.
En cualquier caso, se trata de una obra que merece verse por la calidad de sus imágenes y por la buena conexión que demuestran sus dos jovencísimos protagonistas (el chico es el niño de la destacable película francesa de hace dos temporadas 'Custodia compartida', en la cual ya llamó la atención), quienes protagonizan una muy peculiar historia de fuga a través del bosque, en la que tendrán cabida la amistad, la perplejidad, el romance o el sexo primerizo. Tan irregular e imperfecta como potente y atractiva.
28 de julio de 2020
28 de julio de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Observando en conjunto la singular obra de Fabrice Du Welz, uno descubre cierta intención de referenciar a términos bíblicos tales como "Aleluia" o el "Calvario", como si se propusiera emplearlos como base cultural sobre la que construir estas historias de personajes retorcidos, perdidos en torbellinos de locura, imbuidos de realidades del todo refractarias.
Teniendo eso en mente, no es extraño que esta película se titule "Adoration", su narrador esté enamorado de Gloria y le sirva para trazar la figura del adorador, del fanático pasivo capaz de seguir a la figura adorada aunque más o menos perciba que ésta hierra por caminos nada claros, incluso peligrosos. Por alcanzar a Gloria, Paul es capaz de desconocer a su madre, a las leyes y la sociedad y adentrarse con ella hacia lo salvaje, atravesando unos paisajes que parecen una versión más amable de los inhóspitos bosques aparecidos en "Calvario". O no tan amable, en verdad se podría considerar como un señuelo, asemejable a la experiencia subjetiva de Paul, que se deja deslumbrar por esa belleza que cree pura cuando en verdad se engancha a una bomba de relojería.
Desde los primeros fotogramas conocemos a un personaje inocente como un pájaro, que habita silvestres parajes, resguardado de las amenazas del mundo exterior. Paul vive en un manicomio al lado de su madre, a quien se le ha permitido tener al lado a su hijo a condición que éste no contacte con los pacientes de la institución. Parece que este pacto se ha respetado hasta que apareció Gloria y, como en los relatos de cine negro, la presencia femenina transforma al personaje y lo dirige hacia una deriva peligrosa. Tras un incidente violento los acontecimientos se precipitan y estos dos adolescentes emprenden la huida, lo que en verdad es un tópico, un tema generosamente abordado por el cine, y que Du Welz logra enriquecer gracias a un estilo visual repleto de destreza, sensible a las emociones de los personajes, estableciendo una simbiosis entre los gestos formales y las emociones que surgen en su travesía: súbitos cortes y zooms cuando los personajes entran en tensión, imagen cargada de grano y juegos de luces cuando la situación es sombría o filmar con generosos y amplios planos, pletóricos de luz y sensuales con los que capta la plasticidad de esos bosques y que son los momentos en los que ellos alcanzan sus particulares cimas emocionales. Extensa es la lista de recursos empleados por el director, se nota que ha aprendido cosas tras varios años de carrera.
Quizá la principal pega que le encuentro es la forma en la que busca la complicidad del espectador remarcando el aire inocente de Paul, con excesiva insistencia, subrayando e insistiendo en las mismas cosas con idéntico celo, personaje que atraviesa circunstancias bastante azarosas y agitadas, y que sin embargo no muta en consecuencia y por contra se estanca en esa inocencia arcádica. Más que un muchacho ingenuo parece que estemos frente a un alelado. También chirrían ciertas escenas en las que Gloria entra en fase psicótica y el sabor de la sobreactuación planea sobre ella, específicamente en una en la que se implica a una gallina espía.
Por más que en ciertos momentos parece que el ritmo decae ligeramente y que hay algunos flecos que no cierran o encajan, que nadie se lleve a engaño: estamos frente a una historia emocionante, que si bien se deja arrastrar por los pálpitos adolescentes, también observa con respeto y empatía el tema de la locura a la par que muestra su reverso más peligroso y no por ello se mete en moralinas o en fábulas escapistas. Esta fábula concreta, por contra, es bien sombría a la par que conmovedora, una combinación nada sencilla de encontrar y que sólo un cineasta en un gran momento de forma podría lograr. Tal es lo que Fabrice Du Welz ha dejado demostrado.
Teniendo eso en mente, no es extraño que esta película se titule "Adoration", su narrador esté enamorado de Gloria y le sirva para trazar la figura del adorador, del fanático pasivo capaz de seguir a la figura adorada aunque más o menos perciba que ésta hierra por caminos nada claros, incluso peligrosos. Por alcanzar a Gloria, Paul es capaz de desconocer a su madre, a las leyes y la sociedad y adentrarse con ella hacia lo salvaje, atravesando unos paisajes que parecen una versión más amable de los inhóspitos bosques aparecidos en "Calvario". O no tan amable, en verdad se podría considerar como un señuelo, asemejable a la experiencia subjetiva de Paul, que se deja deslumbrar por esa belleza que cree pura cuando en verdad se engancha a una bomba de relojería.
Desde los primeros fotogramas conocemos a un personaje inocente como un pájaro, que habita silvestres parajes, resguardado de las amenazas del mundo exterior. Paul vive en un manicomio al lado de su madre, a quien se le ha permitido tener al lado a su hijo a condición que éste no contacte con los pacientes de la institución. Parece que este pacto se ha respetado hasta que apareció Gloria y, como en los relatos de cine negro, la presencia femenina transforma al personaje y lo dirige hacia una deriva peligrosa. Tras un incidente violento los acontecimientos se precipitan y estos dos adolescentes emprenden la huida, lo que en verdad es un tópico, un tema generosamente abordado por el cine, y que Du Welz logra enriquecer gracias a un estilo visual repleto de destreza, sensible a las emociones de los personajes, estableciendo una simbiosis entre los gestos formales y las emociones que surgen en su travesía: súbitos cortes y zooms cuando los personajes entran en tensión, imagen cargada de grano y juegos de luces cuando la situación es sombría o filmar con generosos y amplios planos, pletóricos de luz y sensuales con los que capta la plasticidad de esos bosques y que son los momentos en los que ellos alcanzan sus particulares cimas emocionales. Extensa es la lista de recursos empleados por el director, se nota que ha aprendido cosas tras varios años de carrera.
Quizá la principal pega que le encuentro es la forma en la que busca la complicidad del espectador remarcando el aire inocente de Paul, con excesiva insistencia, subrayando e insistiendo en las mismas cosas con idéntico celo, personaje que atraviesa circunstancias bastante azarosas y agitadas, y que sin embargo no muta en consecuencia y por contra se estanca en esa inocencia arcádica. Más que un muchacho ingenuo parece que estemos frente a un alelado. También chirrían ciertas escenas en las que Gloria entra en fase psicótica y el sabor de la sobreactuación planea sobre ella, específicamente en una en la que se implica a una gallina espía.
Por más que en ciertos momentos parece que el ritmo decae ligeramente y que hay algunos flecos que no cierran o encajan, que nadie se lleve a engaño: estamos frente a una historia emocionante, que si bien se deja arrastrar por los pálpitos adolescentes, también observa con respeto y empatía el tema de la locura a la par que muestra su reverso más peligroso y no por ello se mete en moralinas o en fábulas escapistas. Esta fábula concreta, por contra, es bien sombría a la par que conmovedora, una combinación nada sencilla de encontrar y que sólo un cineasta en un gran momento de forma podría lograr. Tal es lo que Fabrice Du Welz ha dejado demostrado.
17 de diciembre de 2019
17 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fabrice du Welz regresa a los bosques de las Ardennes, donde filmó "Calvaire" y "Alleluia", para contarnos una historia de amor y locura juvenil, donde las emociones son muy fuertes a la vez que inocentes.
El tímido y solitario Paul es un niño de 12 años, le gustan los pájaros, vive con su posesiva madre soltera en un aislado hospital psiquiátrico en Bélgica dirigido por el Dr. Loisel.
Cuando llega al hospital Gloria de 13 años, una chica atractiva, manipuladora y con un cuadro de esquizofrenia, Paul se enamora ciegamente a primera vista. Cuando ella le dice que ha sido encarcelada porque su tío malvado le está tratando de arrebatarle su herencia, convence a Paul para que la ayude a escapar y marcharse juntos. A pesar de que el psiquiatra y su madre le advierten de que se mantenga alejado de ella porque la consideran un peligro para sí misma y para los demás, se escapan juntos y comenzaran a vivir serios problemas...
La química de los dos chicos Thomas Gioria y Fantine Harduin como Paul y Gloria es muy buena y consiguen que la historia sea muy atractiva a la vez que aterradora, ya que la manipulación de la chica hacia el joven Paul llega a límites insospechados, pero el amor es ciego y la "adoración" que siente hacia ella hará que la siga como un perrillo asustado.
En papeles secundarios nos encontramos a Beatrice Dalle (À l'intérieur), el simpático Benoit Poelvoorde y Emmanuelle Béart. Proyectada en el Festival de Sitges 2019 donde ganó el Premio Especial del Jurado y mejor fotografía.
"Adoracion" al igual que Gloria es poco predecible y me recordó algo a una película francesa que me impresiono hace unos cuantos años que es "Betty Blue" de Jean-Jacques Beineix.
Destino Arrakis.com
El tímido y solitario Paul es un niño de 12 años, le gustan los pájaros, vive con su posesiva madre soltera en un aislado hospital psiquiátrico en Bélgica dirigido por el Dr. Loisel.
Cuando llega al hospital Gloria de 13 años, una chica atractiva, manipuladora y con un cuadro de esquizofrenia, Paul se enamora ciegamente a primera vista. Cuando ella le dice que ha sido encarcelada porque su tío malvado le está tratando de arrebatarle su herencia, convence a Paul para que la ayude a escapar y marcharse juntos. A pesar de que el psiquiatra y su madre le advierten de que se mantenga alejado de ella porque la consideran un peligro para sí misma y para los demás, se escapan juntos y comenzaran a vivir serios problemas...
La química de los dos chicos Thomas Gioria y Fantine Harduin como Paul y Gloria es muy buena y consiguen que la historia sea muy atractiva a la vez que aterradora, ya que la manipulación de la chica hacia el joven Paul llega a límites insospechados, pero el amor es ciego y la "adoración" que siente hacia ella hará que la siga como un perrillo asustado.
En papeles secundarios nos encontramos a Beatrice Dalle (À l'intérieur), el simpático Benoit Poelvoorde y Emmanuelle Béart. Proyectada en el Festival de Sitges 2019 donde ganó el Premio Especial del Jurado y mejor fotografía.
"Adoracion" al igual que Gloria es poco predecible y me recordó algo a una película francesa que me impresiono hace unos cuantos años que es "Betty Blue" de Jean-Jacques Beineix.
Destino Arrakis.com
4 de octubre de 2020
4 de octubre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente película que ponen ahora mismo en Filmin. Unos paisajes deslumbrantes y un uso perfecto de la combinación de luz artificial y natural.
Los dos niños y los secundarios muy destacables en su interpretación. El río y el bosque se convierten en otros dos personajes. Reivindicación de la naturaleza frente a la locura de la protagonista.
Desde el principio te engancha la película con ese ambiente rural que también han reflejado otros autores francófonos como el director del Rayo Verde. La institución psiquiatrica tradicional inmersa en un paisaje donde el reposo y la amplitud de los espacios pretende ser el factor curativo principal frente a la moda actual del tratamiento químico.
El niño protagonista, una persona metódica, estudioso de los catálogos de pájaros e insectos, un científico en potencia, que parece no necesitar la compañía de otros niños. De pronto este niño se ve atraído por una paciente niña que representa lo contrario, el caos. Ahí empieza la típica película de iniciación con un recorrido por el río de la pareja de niños que recuerda a la película del Robert Mitchum predicador.
Con muy pocos elementos consigue el director una película muy redonda
Los dos niños y los secundarios muy destacables en su interpretación. El río y el bosque se convierten en otros dos personajes. Reivindicación de la naturaleza frente a la locura de la protagonista.
Desde el principio te engancha la película con ese ambiente rural que también han reflejado otros autores francófonos como el director del Rayo Verde. La institución psiquiatrica tradicional inmersa en un paisaje donde el reposo y la amplitud de los espacios pretende ser el factor curativo principal frente a la moda actual del tratamiento químico.
El niño protagonista, una persona metódica, estudioso de los catálogos de pájaros e insectos, un científico en potencia, que parece no necesitar la compañía de otros niños. De pronto este niño se ve atraído por una paciente niña que representa lo contrario, el caos. Ahí empieza la típica película de iniciación con un recorrido por el río de la pareja de niños que recuerda a la película del Robert Mitchum predicador.
Con muy pocos elementos consigue el director una película muy redonda
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