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Buenos amigos

Western. Comedia. Drama En un viejo pueblo americano, conviven el vago del pueblo, al que todos llaman Bim, y un niño huérfano y vagabundo, estableciéndose entre ellos una relación paternofilial. Bim está enamorado de una joven cuya vida en sociedad nada tiene que ver con el vagabundeo, y un día decide ayudarla con una cantidad de dinero desaparecida, algo que acarreará graves consecuencias. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
24 de mayo de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A diferencia de lo que sucede en la obra silente de Fritz Lang, King Vidor o Alfred Hitchcock, el cine mudo de John Ford no resulta tan determinante en la valoración global de toda su filmografía. Parece a priori que las imágenes silentes del Ford primerizo estén huérfanas de los temas, o esbozos de los mismos, que después le caracterizarían, aunque sí hay leves apuntes del humor y las imágenes poéticas típicas del cineasta en este film. Las razones de esta ausencia de peso específico son distintas y afectan tanto a la evolución del propio cineasta como al acceso limitado que se ha tenido a este periodo. Son bastantes los títulos fordianos que han sucumbido a los estragos del tiempo. De Lang, Vidor y Hitchcock, se conserva casi todo.

Este sería el primer film para la Fox de John Ford, cuando todavía firmaba como Jack, la compañía en la que desarrollaría toda su obra durante el transito del mudo al sonoro. “Buenos amigos” es un western moderno, un mediometraje inmediatamente posterior a la serie de films del Oeste que Ford realizó con Harrey Carey que no he visto. Entonces en el seno del aún incipiente Hollywood, se trataba de un director aplicado que filmaba rápido y barato los western que le encomendaban. “Buenos amigos” se planteó como un producto de mayor envergadura, pero Ford no se encontraba aún entre los cineastas más importantes, su prestigio llegaría más tarde.

“Buenos amigos” narra las desventuras de Bim (Buck Jones, actor muy popular de la época) un tipo vago sin oficio ni beneficio, tan vago que pone cara de cansado de ver trabajar a los demás pero de buen corazón, que mantiene una relación paterno-filial con un niño vagabundo que aparece por el pueblo. Ambos se verán implicados junto a una cándida maestra en los asuntos sucios que maneja el novio de ésta. Un film mezcla de observación naturalista y gesto irónico de la vida rutinaria en aldeas y pueblos de las zonas rurales que contiene elementos propios del género “americana”, en su vertiente convulsa, y también sabe pasar de manera muy armoniosa de un cierto tono de comedia distendida a un tono de melodrama casi sórdido sobre traiciones, sacrificios e intentos de linchamientos en una América rural y profunda.
Antonio Morales
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20 de febrero de 2021
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La película se desarrolla en la frontera entre Wyoming y Nebraska, en el pueblo de Norwalk. Comienza con una descripción rápida de 6 personajes con intertítulos, como el comisario, Bim el vago del pueblo, la maestra, el cajero del Expreso, un niño vagabundo y el doctor.

De los 62 filmes de diverso metraje que Ford rodó durante la época muda, solo se conservan entre quince y veinte (algunos mutilados), lo que dificulta hacer una valoración global de su obra en este período de formación. Cuando John Ford (aún firmaba como Jack Ford) rodó “Buenos amigos” (Just Pals) llevaba a sus espaldas ya unas 40 películas mudas, lo que quiere decir que contaba ya con un importante bagaje a sus espaldas.

La película he podido verla en youtube. Es un mediometraje, dura apenas 50 minutos. la he visto con agrado, sin ser una maravilla sí que es entretenida, y se atisban ya temas principales de Ford, como los personajes desarraigados que a la postre logran redimirse como el vago Bim, y el niño vagabundo que lo admira. Ambos crean un vínculo de amistad, rayando lo paterno-filial. Tiene algunas semejanzas con “The kid”, una auténtica obra maestra de Chaplin, casi coetánea (1921). La unión de estos dos personajes es muy fuerte, casi sentimental. Ambos están muy bien en su actuación, especialmente el niño, sin llegar a la excelencia de Jackie Coogan de “El chico”.

Igualmente la presencia del tren es importante, así como la secuencia de los caballos, rodada a gran velocidad, donde Ford muestra ya una enorme soltura en este tipo de secuencias, que le acabará convirtiendo en un director irrepetible en este ámbito.

Bim (Buck Jones) le promete a la maestra, de quien está enamorado, que llevará al chico (George Stone) a la escuela, donde podrá tener un futuro. A partir de aquí todo se enreda con un robo de dinero, un equívoco con el culpable y una recompensa.

Establece también algún toque cómico, especialmente con el sheriff (Duke R. Lee, el sheriff de Lordsburg en “La diligencia”), que repite en varias ocasiones la frase “La ley se encargará de esto”, un toque humorístico típico de Ford.

Se la califica ligeramente de western y aunque contiene indudables elementos de ello, me cuesta encorsetarla enteramente en este género, pues considero casi más cercana al drama, o incluso en algunos instantes al melodrama, sin renegar, ya digo, sobre todo en la parte final, del western.

Está muy bien reflejado también el sentir del pueblo, la idea de la justicia, de la comunidad, en una quizá, América profunda.
Es especialmente significativo al comienzo, la descripción de Bim, que ve a gente trabajando en una granja arduamente, y el comenta que se cansa de solo mirarlos. Es uno de los momentos más significativos de la película, la holgazanería del tipo.


No es una de las obras maestras de Ford, pero resulta agradable y curiosa como un anticipo de lo que luego nos regalaría el maestro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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20 de abril de 2022
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La más antigua de Ford que tengo, firmada como Jack todavía. Después de ver Tres hombre malos (1926) hay que tener mucho respeto por el Ford silente, mucho.
Ésta no es aquella, pero se deja ver, tiene su aquel y siempre aprendes algo en las cintas de Ford. La amistad y el infortunio es el tema de esta cinta. La dificultad para integrarse y el cariño por personas con las que, en principio, poco tienes que ver.
Importancia superlativa de la música, como siempre en las cintas mudas, un desarrollo directo y lineal, mucha emotividad, pocas cosas a la imaginación del espectador y una cierta teatralidad en las manera de moverse los actores, en su forma de caminar, actuar y desarrollarse.
Interesante, sin más.
ÁAD
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