Colinas sangrientas

El tema de las películas malditas está bastante de moda últimamente. Nacho Cerdá prepara su falso documental ATAÚDES DE LUZ sobre una de ellas, y hace poco John Carpenter nos ofrecía su visión con la magnífica EL FIN DEL MUNDO EN 35MM. En este nuevo intento, el subgénero se mezcla con el slasher, provocando situaciones puntuales muy buenas pero dando un conjunto global bastante pobre.

Y es que, aunque se nos muestre lo mismo de siempre (Grupo de jóvenes perdidos en mitad de la nada huyendo de un asesino con aspecto sobrehumano y máscara sobre su cara deformada), el director consigue en algunos momentos dar su toque de calidad, como por ejemplo la manera de solventar el cliché de los móviles sin batería, pero no sabe unir esas escenas en una trama sólida.

Eso sí, el film entretiene. Buen gore, mal rollo, tetas (Sophie Monk, madre de Dios!), paletos del sur, trailer grindhouse, sorpresas de telenovela, asesino resultón (Babyface)... y para qué más. Siendo un producto directo a DVD, es bastante más potable que muchos bodrios que se estrenan en salas.

Una variante del gore adolescente que mezcla a su vez varios subgéneros, el de cine dentro del cine, en la línea de “La bruja de Blair” (aunque de forma mucho más llevadera, dónde va a parar), con el de asesino brutote en medio rural y noche cerrada. Vamos, un calco de Jason, el grandullón y travieso protagonista de la retahíla de “Viernes 13”.

La cosa comienza de forma muy poco prometedora, con sexo gratuito y flasheo de imágenes supuestamente terroríficas. Todos los tópicos del mundo: palurdos salidos, jovencitos no menos calentorros, un pobre niño grande desfigurado aficionado a trocear a sus semejantes, y un director maldito, desaparecido y pasado de rosca, amigo de la snuff movie. Nada nuevo bajo el sol. Y un bosque muy denso.

Una especie de “Arrebato”, pero sin el duende de Zulueta y pasado de hemoglobina. Tiene su puntillo, pero sólo se la recomendaría a un aficionado al género.

Tyler (Tad Hilgenbrink) un joven aficionado al cine de terror se obsesiona con encontrar una película llamada “Hills Run Red” de la cual solo existe un tráiler actualmente en el que vemos el clásico slasher ochentero con un asesino que atiende con el nombre de “Babyface” (debe de ser por la carnavalesca mascara de niño con la que cubre su auto mutilada cara) y que sabemos que dirigió un tal Wilson Wiler (William Sadler), al que vemos en una añeja grabación VCR como un tipo con aspecto de pirado diciendo tonterías sobre el mal y tal.
En su obsesión por encontrar la película perdida busca y encuentra a Alexa (Sophie Monk), una espectacular rubia que trabaja en un club de strippers que resulta ser la hija del director de marras (vista en el tráiler como una niña) además de una curtida heroinómana, circunstancia esta que supone todo un contratiempo a la hora de contar con ella, contratiempo que resuelve Tyler en un pis pas con una ducha (espectacular la rubita) y 3 o 4 tramposos planos de 35 segundos de duración “et voila”, la yonkie está curada, luce fresca como una lechuga y lista para ayudar a “The Desintoxicator” Tyler.
También tenemos a su novia Serina (Janet Montgomery) y a su cinéfilo amigo Lalo (Alex Wyndham) que ante el obsesivo comportamiento de Tyler se ven arrastrados a seguir a este y a la rubia en la búsqueda del film (no sin antes haberle puesto los cuernos en una escena de esas “mi novio no me comprende y aquí estoy yo para consolarte”).
Súmese a todo esto abundantes y vistosos destetes de las susodichas y ya tenemos la introducción de la historia en poco más de 15 minutos, a partir de aquí con los 4 mozalbetes en busca de las raíces del mítico film (casa del presuntamente difunto director y aledaños) tenemos un muy entretenido y divertido slasher que afortunadamente y como no podía ser menos estando implicado en el guion David J. Schow, un tipo con el culo pelado en todo tipo y pelaje de terrores (entre otras: “Critters 3 y 4”, “Leatherface: Texas Chainsaw Massacre III 1990”, “El cuervo 1994”, “The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning 2006” y un par de episodios de “Masters of horror” de los que uno de ellos es nada más y nada menos que al servicio de Larry Cohen en la excelente y ciertamente prima hermana de esta que nos ocupa en cuanto a vacilada fílmica, “Pick Me Up 2006”), retomo, afortunadamente y gracias a lo anteriormente reseñado, lo que apuntaba a pasable peliculilla de terror enfocada a buscar al complicidad del poco ducho en este tipo de producciones (ya saben, bla, bla, bla, cinéfilo foreril) se convierte en todo un agradecible y excelente revival “slasher ochentero”.
Sigue en spoiler por falta de espacio:

Otra grata sorpresa dentro del género de terror en este 2009.

La trama nos propone una atrapante historia donde el cine dentro del cine es el eje para desarrollar un slasher bien sangriento y truculento.
Así un joven obsesionado con las películas de terror quiere investigar qué pasó con una película slasher rodada años atrás, la cual ha desaparecido al igual que su director. Para ello reclutará a un equipo de amigos para filmar un documental, entrevistando a los testigos y yendo al lugar de rodaje. Allí se deberán enfrentar la cruda realidad de la situación acontecida en el pasado.

Claro que la película tiene sus fallas, ya que cae en los típicos baches lógicos que no cierran desde el sentido común.
Debo reconocer que esta cinta me ha gustado porque soy un fanático del terror que puede hacer la vista gorda ante tales falencias. Por ello, para los freaks del género, esta opción nos resultará potable al menos ya que:

* Posee saludables dosis de horror gore.
* Hay varias sorpresas narrativas que nos van dando las vueltas de tuerca necesarias como para mantenernos enganchados al relato.
* Sin dudas que el argumento está bastante bien consolidado por ser un filme de terror, aun cuando haya pasajes enemistados con la verosimilitud que impone la purista razón con la que analizamos todo lo que vemos.
* Está muy bien ambientada: bosques aislados, sórdida cabaña, partes filmadas de manera realista como si se tratase de un rodaje amateur, lograda fotografía.
* La cinta posee una atmósfera retorcida y malsana que llama la atención, sólo hace falta ver en tenor de las situaciones que dan vida a este slasher para darse cuenta de que es macabro por excelencia.
* Exhibe una opresiva banda sonora que coadyuva para generar climas de tensión.

Palabras claves: gore, slasher, maniacos, adolescentes, cineastas, giros sorpresas, cine dentro del cine, sobrevivencia.

Colinas sangrientas es de esas películas que llega sin previo aviso al videoclub en tiempo de Halloween sin haber pasado por el cine... por algo será. Lo cierto es que tiene unos títulos de crédito de lo mas aterradores, macabros e impactantes que he visto... todo lo demás es ¡MIERDA!

La película no está bien narrada, se dejan hilos sin atar, algunas conversaciones dan la sensación de que, para decir esas chorradas, era mejor estarse callados. La película solo consta de mutilaciones y sexo sin argumento. El asesino babyface parece un Ultímate Leatherjason myers destruction 2009, ya que, para acabar con sus víctimas, cuenta con un arsenal del copón, que parecía que había metido trucos para el GTA. Lo cierto es que, las actuaciones son comparables a las de series como física o química (sería lógico que sus fans la vieran) aunque contando estas con más expresividad.

A su favor he de añadir que es entretenida y que se deja ver, pero es del montón de terror y he visto muchas mejores. Conclusión un "slasher" más con litros y litros de sangre sin sentido, estúpida, predecible hasta decir basta, en ningún momento hay sobresalto y desde que empieza la película te haces una idea del final. Realmente olvidable. Se la puede ser tomada como un tributo al cine de terror de los 80 o 70.

Lo mejor:
-Los créditos (ambos)
-Babyface tiene su carisma
-Entretiene
-Banda sonora

Lo peor:
-Guion absurdo
-Mal narrada
-Actuaciones, que "dan miedo"
-Situaciones absurdas (la del granero sobretodo)
-Un cliché del cine de terror
-Personajes poco creíbles

NOTA: 3,5

En el poster tienen razón seria terrorífico ser alguno del reparto.