El incidente
7.5
990
1 de enero de 2011
1 de enero de 2011
43 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera parte de la película, menos el prólogo, parece una película pasable como mucho. Es una presentación de los personajes, pero necesaria para entender el comportamiento de ellos durante "El incidente".
Pero cuando están todos ya reunidos en esa vagón del metro, ay amigo, la atmósfera se va recargando cada vez más. La violencia se palpa dentro de ese vagón, y es eso lo que la hace cruda y terrorífica: que se palpa. Hoy en día nos lo dan todo masticado, y ya nos la sopla que salga un tipo con una recortada y le vuele la cabeza a otro. Ese es el error que nos inmuniza.
Por lo visto las autoridades del Metro de Nueva York no dieron permiso para filmar en sus vagones, y esa filmación clandestina dio mayor realismo a esta brutal y aconsejable película.
Pero cuando están todos ya reunidos en esa vagón del metro, ay amigo, la atmósfera se va recargando cada vez más. La violencia se palpa dentro de ese vagón, y es eso lo que la hace cruda y terrorífica: que se palpa. Hoy en día nos lo dan todo masticado, y ya nos la sopla que salga un tipo con una recortada y le vuele la cabeza a otro. Ese es el error que nos inmuniza.
Por lo visto las autoridades del Metro de Nueva York no dieron permiso para filmar en sus vagones, y esa filmación clandestina dio mayor realismo a esta brutal y aconsejable película.
8 de mayo de 2011
8 de mayo de 2011
39 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Construida a ritmo frenético, los personajes se nos presentan en apenas 20 minutos cargando de tensión una primera parte de metraje que hace presagiar un desenlace fatal y desasosegante.
Varios perfiles, bien trazados, entre saltos generacionales y exponentes de distintas clases sociales de una sociedad americana violentada, de moral desahuciada, comparten vagón de metro en Nueva York en una madrugada desquiciada.
La inquietante cinta de Larry Peerce encierra a 15 hombres y mujeres sin piedad, un soldado, una niña, un alcohólico comatoso y un par de maleantes -estos dos sólo son la muestra poblacional de un sondeo social que advierte sobre la deshumanización en las grandes urbes-, en un tren que atraviesa un túnel de prejuicios -homófobos, raciales y de toda índole-. Una representación social sin arrestos para organizarse, tender una mano y doblegar su cobarde hipocresía.
El estridente ajetreo de los raíles de este diablo sobre ruedas exaspera al más paciente y al más pacífico: un jovencísimo Beau Bridges. A destacar la interpretación de un también novato Martin Sheen y de su desenfrenado compañero de cacerías, Tony Musante.
Alarmante crítica social en una película tensa como pocas.
Varios perfiles, bien trazados, entre saltos generacionales y exponentes de distintas clases sociales de una sociedad americana violentada, de moral desahuciada, comparten vagón de metro en Nueva York en una madrugada desquiciada.
La inquietante cinta de Larry Peerce encierra a 15 hombres y mujeres sin piedad, un soldado, una niña, un alcohólico comatoso y un par de maleantes -estos dos sólo son la muestra poblacional de un sondeo social que advierte sobre la deshumanización en las grandes urbes-, en un tren que atraviesa un túnel de prejuicios -homófobos, raciales y de toda índole-. Una representación social sin arrestos para organizarse, tender una mano y doblegar su cobarde hipocresía.
El estridente ajetreo de los raíles de este diablo sobre ruedas exaspera al más paciente y al más pacífico: un jovencísimo Beau Bridges. A destacar la interpretación de un también novato Martin Sheen y de su desenfrenado compañero de cacerías, Tony Musante.
Alarmante crítica social en una película tensa como pocas.
12 de noviembre de 2012
12 de noviembre de 2012
35 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Violencia: comportamiento deliberado que puede provocar daños físicos o psíquicos al prójimo. Es importante tener en cuenta que, más allá de la agresión física, la violencia puede ser emocional mediante ofensas o amenazas. Por eso la violencia puede causar tanto secuelas físicas como psicológicas.
Nada mejor que el visionado de El Incidente para describir con imágenes la definición de violencia descrita en el párrafo anterior.
El Incidente, obra maestra de Larry Peerce, es increiblemente una película prácticamente desconocida, incluso para los grandes fans del idolatrado Michael Haneke, el director más premiado del cine contemporáneo.
La cinta comienza con una breve descripción de los personajes que más adelante cruzarán sus destinos en la madrugada de un Domingo en un vagón de metro de NY.
Peerce describe hábilmente en el inicio de la película los perfiles de los personajes: un ex alcohólico, un homosexual, una pareja de ancianos, dos parejas de la clase media blanca, una pareja de afroamericanos (en la que el hombre es racista), una pareja de soldados, y dos delincuentes (en los que se vislumbra tendencia homosexual al estilo de La Soga). Y como testigo un vagabundo que duerme profundamente ante la indiferencia de todos.
Cuando el azar hace que la vida de los personajes se crucen en el vagón de metro, toda la rabia y violencia latente en la sociedad americana se despierta y se inicia un juego macabro, inquietante, de una violencia soterrada pocas veces filmada en una película, mostrando la cobardía y la indiferencia que muestra el ser humano en la sociedad actual. El hecho de que los acontecimientos se sucedan a tiempo real, hace que la película sea tremendamente desasosegante.
El vagabundo es precisamente, el elemento simbólico de la película, imagen de una sociedad urbana americana dormida, inerte, indiferente, individualista, deshumanizada, en la que los problemas del vecino solo despiertan curiosidad, una sociedad carente de solidaridad.
Estamos, por tanto, ante una obra maestra que los amantes del cine no pueden perderse.
Imprescindible para los que crean que Haneke es un innovador en el género de la violencia psicológica.
Nada mejor que el visionado de El Incidente para describir con imágenes la definición de violencia descrita en el párrafo anterior.
El Incidente, obra maestra de Larry Peerce, es increiblemente una película prácticamente desconocida, incluso para los grandes fans del idolatrado Michael Haneke, el director más premiado del cine contemporáneo.
La cinta comienza con una breve descripción de los personajes que más adelante cruzarán sus destinos en la madrugada de un Domingo en un vagón de metro de NY.
Peerce describe hábilmente en el inicio de la película los perfiles de los personajes: un ex alcohólico, un homosexual, una pareja de ancianos, dos parejas de la clase media blanca, una pareja de afroamericanos (en la que el hombre es racista), una pareja de soldados, y dos delincuentes (en los que se vislumbra tendencia homosexual al estilo de La Soga). Y como testigo un vagabundo que duerme profundamente ante la indiferencia de todos.
Cuando el azar hace que la vida de los personajes se crucen en el vagón de metro, toda la rabia y violencia latente en la sociedad americana se despierta y se inicia un juego macabro, inquietante, de una violencia soterrada pocas veces filmada en una película, mostrando la cobardía y la indiferencia que muestra el ser humano en la sociedad actual. El hecho de que los acontecimientos se sucedan a tiempo real, hace que la película sea tremendamente desasosegante.
El vagabundo es precisamente, el elemento simbólico de la película, imagen de una sociedad urbana americana dormida, inerte, indiferente, individualista, deshumanizada, en la que los problemas del vecino solo despiertan curiosidad, una sociedad carente de solidaridad.
Estamos, por tanto, ante una obra maestra que los amantes del cine no pueden perderse.
Imprescindible para los que crean que Haneke es un innovador en el género de la violencia psicológica.
8 de noviembre de 2011
8 de noviembre de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la primera media hora parecía estar ante una película intranscendente, si bien una vez terminada es fundamental la caracterización inicial para entender el comportamiento de los individuos.
He titulado la crítica "Extraños en un tren" pero también podía haberlo hecho como "15 hombres y mujeres sin piedad" en relación a la obra de Sidney Lumet pues fundamentalmente el trasfondo es el de la ausencia de piedad con el prójimo.
Así, cada uno de los "viajeros" sufre su humillación particular a mano de los vándalos mientras el resto asiste cual rutina diaria al esperpento.
Curiosamente la segunda parte se desarrolla al completo en el vagón del tren que parece transcurrir a tiempo real y que genera una gran sensación de claustrofobia. Interesante también algún toque ácido racista como el del final para una película diferente y muy recomendable.
He titulado la crítica "Extraños en un tren" pero también podía haberlo hecho como "15 hombres y mujeres sin piedad" en relación a la obra de Sidney Lumet pues fundamentalmente el trasfondo es el de la ausencia de piedad con el prójimo.
Así, cada uno de los "viajeros" sufre su humillación particular a mano de los vándalos mientras el resto asiste cual rutina diaria al esperpento.
Curiosamente la segunda parte se desarrolla al completo en el vagón del tren que parece transcurrir a tiempo real y que genera una gran sensación de claustrofobia. Interesante también algún toque ácido racista como el del final para una película diferente y muy recomendable.
20 de agosto de 2018
20 de agosto de 2018
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película en un cine de "arte y ensayo" a poco de estrenarse. Recuerdo que me removí en la butaca en el momento del clímax final, e incluso me levanté y yo también le golpeé...
El cine estaba vacío; hasta el punto de que quise volverla a ver y al día siguiente ya la habían quitado del cartel.
No se puede hacer mejor, ni contar mejor una historia. El director, poco valorado por los críticos, crea un peliculón, extrayendo como en un alambique del mejor metal el jugo de lo que quiere contar, y ese jugo es un licor de cine de lo mejor que he visto desde que en el 55 vi mi primera película ( "corazón de piedra").
Yo la pondría entre la diez mejores películas de la HISTORIA DEL CINE..
El cine estaba vacío; hasta el punto de que quise volverla a ver y al día siguiente ya la habían quitado del cartel.
No se puede hacer mejor, ni contar mejor una historia. El director, poco valorado por los críticos, crea un peliculón, extrayendo como en un alambique del mejor metal el jugo de lo que quiere contar, y ese jugo es un licor de cine de lo mejor que he visto desde que en el 55 vi mi primera película ( "corazón de piedra").
Yo la pondría entre la diez mejores películas de la HISTORIA DEL CINE..
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Reunir y "desnudar" a toda una sociedad, en un vagón de metro, elevando el clímax al máximo y poniéndote cada minuto en el lugar de cada personaje es muy dificil.
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