Haz click aquí para copiar la URL

El misterio de Peacock

Thriller. Drama Un accidente ferroviario que tiene lugar en la localidad de Peacock (Nebraska) entraña, en realidad, un misterio que afecta a John, un empleado de banca (Cillian Murphy) que prefiere pasar desapercibido. Pero John tiene un secreto: padece un problema de doble personalidad. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
16 de abril de 2010
29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
No empieza mal "Peacock", presentándonos a un personaje "femenino" observando a un niño a través de unas cortinas. Momentos más tarde vemos a un hombre, callado, tímido, inseguro. No se guarda el secreto: son la misma persona. Cillian Murphy jugando (de nuevo) a travestirse para encontrarse, en el fondo, con su verdadero "yo". El problema no es tanto el planteamiento inicial como el empeño de Michael Lander por convertir un punto de partida curioso en muchas cosas que luego no llegan a ninguna parte.

Peacock juega a ser un thriller de suspense, recurriendo a las dobles personalidades y cómo un elemento externo puede afectar a una realidad idílica, casi perfecta a pesar de sus evidentes problemas sociales.

Peacock juega a ser una sátira política, introduciendo elementos sobre el fanatismo o la insistencia de ciertas organizaciones. O cómo los políticos aprovechan la mínima oportunidad para sacar tajada, hacer que su campaña sea la más efectiva y por tanto ganar las elecciones. El problema es que la metáfora pasa a ser obvia en cada intento y, de obvia, es ridícula.

Peacock juega a ser cine independiente americano. Un personaje trastornado, familiares perdidos con problemas anímicos, internos o sociales. Embarazos, prostitución, pagas que no se reciben, hermetismo interior.

Peacock juega a lo anterior usando la "táctica Altman" de la forma más torpe posible: hilvanar subtramas pertenecientes a personajes interpretados por actores populares, al menos dentro del circuito al que va dirigido el film: Cillian Murphy, Ellen Page, Susan Sarandon, Josh Lucas, Bill Pullman, Keith Carradine...

Peacock se lo juega todo a una sola mano y pierde. Funciona al principio, cuando el castillo de naipes es capaz de aguantar sobre sus cimientos sin caer en lo mismo de siempre, pero estableciendo un paralelismo con el propio argumento de la obra, es descarrilar el tren y salirse del buen camino el planteamiento. Flojilla, con algún momento de interés, pero perturbadoramente tonta e innecesariamente morocha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de febrero de 2011
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peacock tiene graves problemas, sin ir más lejos su propio nombre, ya que verdaderamente el pueblo de Peacock no tiene nada de especial, es uno de tantos millones de pueblecitos más sin carisma ni personalidad ninguna en pantalla.

¿Qué es Peacock? Peacock es Cillian Murphy, un actor brillante que hace aquí un papel de los que se quedan grabados. No es la primera vez que vemos al actor interpretar a un personaje travestido, aunque esta Emma es bastante más diferente a aquella Kittie que se nos presentaba en Desayuno en Plutón. A pesar de todo más de uno que disfrutó de la actuación de Cillian Murphy en dicha película se sonreiran al oir hablar nuevamente con voz femenina al actor irlandés.
El personaje también es muy interesante, Cillian consigue diferenciar a sus dos personalidades de una manera brillante, de verdad que uno cree que está ante dos personajes totalmente distintos, y es esto lo único que hace Peacock digna de verse.

Porque la sombra de Cillian Murphy en esta película es tan larga que actores con cierto renombre, venidos a menos eso si, se quedan en nada (incluso dañan el resultado final) cuando comparten pantalla con él (y eso que esta vez no se los come solo con sus ojos, aquí no hay excusas).

Como película es demasiado disparatada, realmente cuesta creer que nadie se de cuenta de las dos personalidades , por muy bien que el señor interprete y por muy bien maquillado y bien puesta que lleve la peluca. Hubiera colado más hacer como que eran hermanos (con los consecuentes cambio de guión, pero hasta podría uno creerselo) o parientes lejanos, pero el concepto de la película se cae al suelo desde el principio.

Como película, poca cosa, como maravilla interpretativa, de las que marcan.
NeoJ
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de julio de 2012
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces pienso que, desgraciadamente, para que a un actor se le reconozcan sus aptitudes tiene que hacer papeles tristes y miserables. Cilliam Murphy ha hecho buenos papeles en obras conocidas como “Origen”, “28 días después” o las nuevas de Batman pero jamás pasará la historia hasta que no protagonice algún pestiño en el que haga de pederasta, de toxicómano que adelgaza hasta pesar sólo 30 kilos o de disfuncional travestido: Entonces sí que toda la crítica profesional se lanzará a alabar su sacrificio y unas aptitudes camaleónicas que parece que no cuentan si la película consigue una recaudación aceptable.

Con “El misterio de Peacock” Murphy puede tachar el último de los requerimientos para la gloria profesional: le toca hacer un papel doble de señor y señora dentro de esta película que es como un agujero negro del aburrimiento, un coñazo tan concentrado que ni la más mínima partícula de interés escapa a su atracción. Supuestamente está basada en un suceso real, pero tan nimio y tan irrelevante que el guión tiene que hacer un auténtico y nunca bien denigrado ejercicio de estiramiento para sacar de él hora y media largas de tedio reconcentrado, centrándose en lo más sórdido de la trama: la doble personalidad travestida de su protagonista que, lejos de ser un medio para dar interés a la trama, es un fin en sí mismo. Por lo que respecta a las motivaciones de Murphy o lo que haya pasado en su vida para acabar con sus taras mentales, se ve que no eran lo suficientemente sórdidas como para merecer ser contadas y que así entendamos qué mueve al protagonista a hacer lo que hace… claro que entonces no hubiera quedado tiempo para presentar las morbosas situaciones de malentendidos que le provoca su condición, por incomprensibles o fuera de lugar que resulten.

Poco o nada más hay en la película fuera del hecho de que el protagonista tiene problemas mentales que se manifiestan comportándose a veces como una mujer que vive en una casa como la de “Psicosis”. Lo supuestos sucesos reales en los que se enmarca la película son de risa (equivalente a que se escape una vaca de un pueblo y aparezca en un piscina, pero con trenes) y las licencias argumentales para dar un poco de sabor son (y así quedan en pantalla) forzadas.

Además de Murphy hay actores conocidos como Susan Sarandon o Bill Pullman totalmente desaprovechados en papeles secundarios dando la réplica a diálogos inconexos, porque esa es otra: la atmósfera está tan innecesariamente cargada de malas vibraciones que parece afectar a la coherencia de las conversaciones, lo que unido a la brusquedad de las transiciones entre planos hace que por momentos que parezca que estamos en una película de David Lynch (claro que con David Lynch otro gallo nos hubiese cantado).

Nivel de truño: 75%. Flaco favor le hace esta película al pueblo de Peacock, que estoy seguro de que tiene cosas más interesantes por las que ser conocido que este supuesto hecho real que no importa a nadie.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de junio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arranca en una época que muy bien pudiera ser los 60 del siglo pasado, mostrándonos a John Skillpa (Cillian Murphy) un tímido, y a todas luces traumatizado, joven que trabaja en un banco como contable y vive solo en una casa al borde de las vías del tren, en Peacock, un pequeño pueblo del medio Oeste americano (rodada en Iowa), vistiéndose de mujer cuando esta solo en casa, y trajeado cuando sale a trabajar al banco.

Un día, estando tendiendo la colada vestido de mujer, el tren en el que se movía haciendo campaña el candidato a la reelección como alcalde, Ray Crill (Keith Carradine), descarrila, y un vagón está a punto de arrollarla/e, los vecinos se acercan y sin reconocer a John, la toman por una esposa o compañera de la que no sabían su existencia, y se interesan por su estado físico, John azorado no dice nada, se levanta, se mete en la casa, se pone el traje y sale a trabajar como cualquier otro día.

A partir de aquí, con John simultaneando sus apariciones en público con esa Emma en la que se transforma, y todo el pueblo toma por su mujer, y como resuelve el entuerto formado cuando el ayudante del alcalde pide a Emma (John abriendo la puerta travestido de Emma), utilizando el accidente en su beneficio (el vagón descarrilado sigue en el jardín) le ayude con la campaña y su esposa (Susan Sarandon) con un refugio para mujeres, tenemos un desasosegante y turbio drama psicológico, con un sorprendentemente eficaz, Cillian Murphy, realizando un trabajo a la altura del mismísimo Norman Bates, y una lustrosa nomina de actores acompañando en breves papeles la función (además de los arriba mencionados, Ellen Page como una camarera con un hijo que compartió sórdidos hechos con John y la madre cuando esta todavía vivía, Bill Pullman como el jefe de John en el banco, Josh Lucas como el sheriff), que cuesta un tercio de metraje situar en su contexto (cero comedia, e intenso drama psicológico), y que una vez nos enteramos por dónde van los tiros, te engancha, te hace seguir con interés la historia y como acabara esta, y aunque el final no agradara a todo el mundo, a mi me ha valido por lo adecuado a ese toque Norman Bates que impregna todos y cada unos de los fotogramas de su último tercio.

En resumen, interesante y entretenida opera prima como director de largometrajes, de Michael Lander (también coautor del guión), que salva con digna nota, esa mezcla de Tim Burton y Hitchcock que a la postre resulta.
tiznao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de diciembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena la actuación del actor irlandés Cillian Murphy (28 días después) creando dos personajes antagónicos muy creíbles. Excepcional en el papel del perturbado John Skillpa. Lamentable que el guión que no le saque todo el provecho a tan genial actor. Ante esta doble actuación los demás personajes quedan muy en segundo lugar (incluida Susan Sarandon).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
malaka1990
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow