Película de psicópata desbocado del director de "Maniac Cop" que no depara sorpresas ni lleva a gran altura su ola de asesinatos, pero tiene sus virtudes: una factura correcta, aseada, buenas interpretaciones, cierta tensión enfermiza y un Judd Nelson de mirada peterlorresca bastante perturbador. A Robert Loggia, que era el Jesús Puente de los americanos, le han puesto aquí con Leo Rossi, que es una especie de Anthony LaPaglia de Hacendado, para formar la pareja de detectives. A lo largo del metraje mantienen el típico beef joven/viejo, costa este/costa oeste, mientras buscan al asesino de la guía telefónica, o Sunset Killer, como lo ha bautizado la prensa sensacionalista. Y lo cierto es que seguimos sus pesquisas con interés. Nada chirría en esta cinta que se las arregla incluso para dar un consejo a los padres de familia: razonad con vuestros hijos, no les tratéis como zapatillas, o podrían acabar como el pequeño Buck. En un papelito secundario, ¡haciendo de madero!, encontrarán al ladrón y escritor profesional Edward Bunker, más conocido como Mr. Blue.