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Pasajeros de una pesadilla

Drama Film centrado en el asesinato de un matrimonio de la alta burguesía argentina, crimen del que fueron acusados los dos hijos varones de la pareja. Está basado en el llamado Caso Schoklender, ocurrido en mayo de 1981. (FILMAFFINITY)
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
17 de agosto de 2017
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuesta criticar esta película como ficción, ya que no solo está basada en un hecho real, sino que el guión se basa en el libro escrito por uno de los asesinos, que no es otra cosa que una justificación de sus acciones y de teorías conspirativas para librarse de su crimen.
Se narra la vida de un matrimonio, compuesto por un judío y una cristiana no practicante, uno de los pocos actos de rebelión del tipo en su vida, esta vez contra sus padres que esperaban que él se casara con una mujer de su misma religión.
Luego nos van relatando de forma rápida, como el hombre con esfuerzo y ayuda de su mujer logra terminar su carrera y luego comenzar a prosperar en su trabajo, mientras su mujer se dedica a tener hijos y con el paso del tiempo a malgastar el dinero del marido, en diferentes y costosos entretenimientos, clases de teatro, de yoga, de gimnasia, etc, a la vez que también a engañar a su marido, sobre todo cuando descubre la homosexualidad de este. Con el correr de los años, se va degradando cada vez más, hasta convertirse en una alcohólica, exhibicionista y pervertida, que llega hasta intentar seducir a sus propios hijos.
Como dije, no se puede tomar la historia en serio, al ser solo la versión de uno de los asesinos, de hecho la película me parece bastante tendenciosa, cínica, y cobarde, ya que se mete con 2 personas que no pueden defenderse, ni replicar a todas las barbaridades que se dice sobre ellas, victimas de asesinatos, a los que la película deja como si fueran seres que merecían el final que tuvieron.
Destacar la interpretación de Alicia Bruzzo, que trata de darle humanidad a un personaje que retratan como si fuera casi la representación del diablo en la tierra.
Luppi, un actor mucho más mediocre, pero se le reconoce el salir de su zona de confort, donde siempre interpreta al macho furico, en esta ocasión le dio vida a un cobarde, dubitativo, y reprimido.
Sumado a eso el oportunismo de hacer una historia que todavía estaba fresca en la mente de los argentinos, para sacar rédito de ella, sumado al morbo de que fuera basada en el libro de uno de los asesinos.
Ah otra cosa, además de abusar del morbo, abusan de los desnudos, pero tiene que ver con el destape del cine argentino, que luego de la dictadura, se fue al otro extremo, y no había película donde no desnudaran a medio elenco, sobre todo a las mujeres.
Manuel
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