Suave como visón
5.9
1,409
Comedia. Romance
Cathy Timberlake (Doris Day), una chica provinciana y chapada a la antigua, vive en Nueva York y su mayor deseo es enamorarse y crear un hogar feliz. Comparte piso con Connie (Autrey Meadows), otra chica en su misma situación. Un día, mientras Cathy acude a una entrevista de trabajo, un coche le salpica el vestido manchándoselo de barro. Es el Rolls Royce de Philip Shayne (Cary Grant), un atractivo millonario que enseguida muestra interés por ella. (FILMAFFINITY) [+]
19 de diciembre de 2008
19 de diciembre de 2008
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doris Day dejó a Rock Hudson porque se estaba riendo de ella demasiado en sus tres películas anteriores, tres comedias sofisticadas inmejorables, y entonces cayó en las manos de Cary Grant para seguir haciendo este tipo de films romanticones y entretenidos, hechos muy a propósito para pasar la tarde.
Cary Grant no pareció gustarle mucho la idea porque aunque cumple no parece entusiasmado en ningún momento, ni destila la ironía y la juerga de Rock Hudson en, por ejemplo, Confidencias a medianoche (1959). Tampoco Gig Young es Tony Randall, a pesar del empeño que pone para completar el trío, aunque Gig también fue un fijo en este tipo de comedias, y el guion no tiene la profundidad y la originalidad de las películas de la rubia con Rock Hudson.
Pero bueno, Cary Grant es Cary Grant, y ahí le tienes.
Cary Grant no pareció gustarle mucho la idea porque aunque cumple no parece entusiasmado en ningún momento, ni destila la ironía y la juerga de Rock Hudson en, por ejemplo, Confidencias a medianoche (1959). Tampoco Gig Young es Tony Randall, a pesar del empeño que pone para completar el trío, aunque Gig también fue un fijo en este tipo de comedias, y el guion no tiene la profundidad y la originalidad de las películas de la rubia con Rock Hudson.
Pero bueno, Cary Grant es Cary Grant, y ahí le tienes.
15 de enero de 2007
15 de enero de 2007
25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Delbert Mann ("Pijama para dos", 1961), fue escrita por Stanley Shapiro y Nate Monaster. Se rodó en escenarios de NYC, NY y alrededores, Las Bermudas y en los Universal Studios. Fue nominada a 3 Oscar (guión, decorados y sonido). Producida por Martin Mercher y Stanley Shapiro, se estrenó el 14-VI-1962.
La acción principal tiene lugar en NYC y Las Bahamas en 1960/61, durante 5/6 días, con un epílogo situado 1 año después. Narra la historia de Cathy Timberlake (Doris Day), agraciada muchacha de provincias, que sueña con encontrar a su hombre ideal para casarse con él y tener hijos. Vive en NYC, donde comparte piso con Connie Emerson (Audrey Meadows). Ha quedado sin empleo y busca trabajo. Camino de un entrevista de selección de personal, el Rolls Royce de Philip Shane (Cary Grant) le salpica de barro el vestido.
La película basa la trama, la relación entre los personajes y el humor, en el chcoque entre las ideas mundanas de Philip, que aspira a divertirse, compartir sexo sin compromiso y mantenerse soltero, con las ideas de Cathy, que no quiere sexo antes del matrimonio y que desea casarse para toda la vida. El film enfrenta la experiencia de playboy de él con la defensa de los valores tradicionales de ella. Se incluye una escena de vértigo, símbolo de la reacción que produce en Cathy el atractivo personal de Philip. Muestra con humor complacido los últimos adelantos de la tecnología puesta al servicio del consumidor: limpieza en seco, restaurantes automáticos, proliferación de las ventas a plazos, máquinas de tratamiento de fichas perforadas (precedente del ordenador), aviones jet sin hélices. Se ofrecen lances cómicos de raíz chaplinesca: la doble caída escaleras abajo de Roger, el ataque que sufre de un perro, escobazos, bofetones. A la vez hace uso de contradicciones humorísticas, como los celos del playboy, la borrachera de la chica tradicional, el brillante profesor convertido en neurótico secretario. Se sirve de contraposiciones hilarantes entre la modestia económica de Cathy y el derroche de Philip, el orden y el descontrol, el amor único y la afición a la promiscuidad. Añade escenas surrealistas cómicas (la cama convertida en ascensor, en calesa, etc.), que evocan la ensoñación y las preocupaciones de Cathy. También emplea como fuente de comicidad enredos, malentendidos, confusiones y engaños. La película trata de aprovechar la estela de éxito de "Pijama para dos".
La música, de colores alegres, aporta temas descriptivos ("Cathy"), composiciones ambientales y de baile y un tema caribeño ("Paseo en calesa"). La fotografía, de Russel Netty ("Espartaco" 1960) está cuidada con atención y esmero. La interpretación de Grant muestra escasa química con Day. Se incluye un amplio elenco de actores de TV. La dirección imprime al relato un fuerte ritmo, pero no consigue igualar los resultados de "Pijama para dos".
La acción principal tiene lugar en NYC y Las Bahamas en 1960/61, durante 5/6 días, con un epílogo situado 1 año después. Narra la historia de Cathy Timberlake (Doris Day), agraciada muchacha de provincias, que sueña con encontrar a su hombre ideal para casarse con él y tener hijos. Vive en NYC, donde comparte piso con Connie Emerson (Audrey Meadows). Ha quedado sin empleo y busca trabajo. Camino de un entrevista de selección de personal, el Rolls Royce de Philip Shane (Cary Grant) le salpica de barro el vestido.
La película basa la trama, la relación entre los personajes y el humor, en el chcoque entre las ideas mundanas de Philip, que aspira a divertirse, compartir sexo sin compromiso y mantenerse soltero, con las ideas de Cathy, que no quiere sexo antes del matrimonio y que desea casarse para toda la vida. El film enfrenta la experiencia de playboy de él con la defensa de los valores tradicionales de ella. Se incluye una escena de vértigo, símbolo de la reacción que produce en Cathy el atractivo personal de Philip. Muestra con humor complacido los últimos adelantos de la tecnología puesta al servicio del consumidor: limpieza en seco, restaurantes automáticos, proliferación de las ventas a plazos, máquinas de tratamiento de fichas perforadas (precedente del ordenador), aviones jet sin hélices. Se ofrecen lances cómicos de raíz chaplinesca: la doble caída escaleras abajo de Roger, el ataque que sufre de un perro, escobazos, bofetones. A la vez hace uso de contradicciones humorísticas, como los celos del playboy, la borrachera de la chica tradicional, el brillante profesor convertido en neurótico secretario. Se sirve de contraposiciones hilarantes entre la modestia económica de Cathy y el derroche de Philip, el orden y el descontrol, el amor único y la afición a la promiscuidad. Añade escenas surrealistas cómicas (la cama convertida en ascensor, en calesa, etc.), que evocan la ensoñación y las preocupaciones de Cathy. También emplea como fuente de comicidad enredos, malentendidos, confusiones y engaños. La película trata de aprovechar la estela de éxito de "Pijama para dos".
La música, de colores alegres, aporta temas descriptivos ("Cathy"), composiciones ambientales y de baile y un tema caribeño ("Paseo en calesa"). La fotografía, de Russel Netty ("Espartaco" 1960) está cuidada con atención y esmero. La interpretación de Grant muestra escasa química con Day. Se incluye un amplio elenco de actores de TV. La dirección imprime al relato un fuerte ritmo, pero no consigue igualar los resultados de "Pijama para dos".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La pasión de Grant por el cine se hallaba en declive, mientras aumentaba su interés por los negocios relacionados con él (películas de alta rentabilidad) y con otras actividades.
A sus 62 años hace exhibición de buena forma física, que demuestra en una escena en la que aparece sin ropa, mojado y cubierto sólo por una toalla.
El film recuerda el cuento inmemorial de "La cenicienta".
En busca de humor verbal, el film incluye algunas afirmaciones infumables, en su momento y ahora, como: "Por cada madre soltera hay un padre soltero". El paralelismo verbal se da acompañado de diferencias lacerantes, de las que eran y son víctimas las madres solteras con cargas familiares no compartidas.
El epílogo se apoya en la prolongación de un malentendido anterior.
A sus 62 años hace exhibición de buena forma física, que demuestra en una escena en la que aparece sin ropa, mojado y cubierto sólo por una toalla.
El film recuerda el cuento inmemorial de "La cenicienta".
En busca de humor verbal, el film incluye algunas afirmaciones infumables, en su momento y ahora, como: "Por cada madre soltera hay un padre soltero". El paralelismo verbal se da acompañado de diferencias lacerantes, de las que eran y son víctimas las madres solteras con cargas familiares no compartidas.
El epílogo se apoya en la prolongación de un malentendido anterior.
15 de marzo de 2012
15 de marzo de 2012
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas películas para pasar el rato, sin malas intenciones, ni muchas complicaciones y que cuenta con dos protagonistas de lujo como son la bella Doris Day y el "galán" de turno encarnado por un correcto Cary Grant.
Como dato curioso y no sé si solo sea mi percepción pero juraría que no existe mucha química entre la pareja protagonista, e incluso da la impresión de que Cary Grant a ratos (y especialmente en las escenas que comparte con Doris Day) realizara su personaje casi por obligación.
Como dato curioso y no sé si solo sea mi percepción pero juraría que no existe mucha química entre la pareja protagonista, e incluso da la impresión de que Cary Grant a ratos (y especialmente en las escenas que comparte con Doris Day) realizara su personaje casi por obligación.
25 de noviembre de 2013
25 de noviembre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Philip Shayne es la suerte de hombre capaz de derretir a cualquier mujer: mediana edad, apuesto, gallardo, generoso, leal, un verdadero demócrata… y de ñapa forrado en dinero por sus logros como empresario.
Cathy Timberlake es casi una solterona que apenas sobrevive en Nueva York y habita en un apartamentito donde comparte alcoba con su amiga Connie. Pero Cathy es atractiva, simpática, inteligente y con un sólido carácter.
Cuando Cathy conoce a Philip en un acto de caballerosidad de éste, surge lo que suele llamarse el amor a primera vista… y éste se consolidará cuando ella le escucha hablar en una asamblea de las Naciones Unidas, donde el empresario dice palabras como estas: “La riqueza de una nación se basa en el bienestar de su pueblo tanto espiritual como materialmente. Si los pueblos del mundo entero fuesen felices (…) no existirían envidias ni motivos para la guerra. Al estimular a los pueblos a desarrollar sus propios recursos, se hace algo más que ponerles el pan en la boca, se pone dignidad en su corazón”.
Entonces, Cathy terminará aceptando – más reticencia tendrá Philip al saber de sus principios- irse de viaje en su compañía… a dar “una vueltecita por el mundo” que comenzará en Bermudas.
“SUAVE COMO EL VISÓN” es una deliciosa y refrescante comedia. Tiene unos diálogos para enmarcar (“Tomar como aventura a una chica de buenas costumbres, es ofender las buenas costumbres”, “He esperado mucho tiempo para decirle lo que pienso de usted y de su empresa. He esperado tanto tiempo… que puedo seguir esperando”); unas actuaciones de Cary Grant, Doris Day, Gig Young y John Astin que simplemente les reafirma como comediantes de primera línea. Young, sobre todos, es triple A. “Y como si esto fuera poco”, se faja una historia que hace traslúcida la suerte de mujer que, al final, termina atrapando a los hombres brillantes y curtidos con las féminas.
En colaboración con Nate Monaster, Stanley Shapiro, guionista que ya se había apuntado dos éxitos seguros protagonizados por Doris Day (“Confidencias a medianoche” y “Pijama para dos”), triunfa una vez más, demostrando su maestría en el estudio de las relaciones de pareja, y dejando bien claro que, la convivencia hombre-mujer, no es la suerte de cosas que puedan despacharse con una bendición.
Por su parte, el director Delbert Mann, lleva cada situación con pulso firme, con una ágil edición y con una acertadísima puesta en escena donde el color y el buen gusto brillan en cada plano.
“SUAVE COMO EL VISÓN” es la clase de película que deberías ver antes de casarte o que podría servirte… si ya metiste la pata.
Título para Latinoamérica: “AMOR AL VUELO”
Cathy Timberlake es casi una solterona que apenas sobrevive en Nueva York y habita en un apartamentito donde comparte alcoba con su amiga Connie. Pero Cathy es atractiva, simpática, inteligente y con un sólido carácter.
Cuando Cathy conoce a Philip en un acto de caballerosidad de éste, surge lo que suele llamarse el amor a primera vista… y éste se consolidará cuando ella le escucha hablar en una asamblea de las Naciones Unidas, donde el empresario dice palabras como estas: “La riqueza de una nación se basa en el bienestar de su pueblo tanto espiritual como materialmente. Si los pueblos del mundo entero fuesen felices (…) no existirían envidias ni motivos para la guerra. Al estimular a los pueblos a desarrollar sus propios recursos, se hace algo más que ponerles el pan en la boca, se pone dignidad en su corazón”.
Entonces, Cathy terminará aceptando – más reticencia tendrá Philip al saber de sus principios- irse de viaje en su compañía… a dar “una vueltecita por el mundo” que comenzará en Bermudas.
“SUAVE COMO EL VISÓN” es una deliciosa y refrescante comedia. Tiene unos diálogos para enmarcar (“Tomar como aventura a una chica de buenas costumbres, es ofender las buenas costumbres”, “He esperado mucho tiempo para decirle lo que pienso de usted y de su empresa. He esperado tanto tiempo… que puedo seguir esperando”); unas actuaciones de Cary Grant, Doris Day, Gig Young y John Astin que simplemente les reafirma como comediantes de primera línea. Young, sobre todos, es triple A. “Y como si esto fuera poco”, se faja una historia que hace traslúcida la suerte de mujer que, al final, termina atrapando a los hombres brillantes y curtidos con las féminas.
En colaboración con Nate Monaster, Stanley Shapiro, guionista que ya se había apuntado dos éxitos seguros protagonizados por Doris Day (“Confidencias a medianoche” y “Pijama para dos”), triunfa una vez más, demostrando su maestría en el estudio de las relaciones de pareja, y dejando bien claro que, la convivencia hombre-mujer, no es la suerte de cosas que puedan despacharse con una bendición.
Por su parte, el director Delbert Mann, lleva cada situación con pulso firme, con una ágil edición y con una acertadísima puesta en escena donde el color y el buen gusto brillan en cada plano.
“SUAVE COMO EL VISÓN” es la clase de película que deberías ver antes de casarte o que podría servirte… si ya metiste la pata.
Título para Latinoamérica: “AMOR AL VUELO”
10 de septiembre de 2024
10 de septiembre de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doris Day hizo equipo con Cary Grant en esta fallida comedia romántica, un título muy mejorable y de escasa gracia con una trama de liviano componente sexual demasiado ridícula teniendo en cuenta las edades de sus protagonistas.
Doris ha protagonizado mejores películas, Cary Grant ya ni digamos, Delbert Mann también ha estado más afortunado en la dirección de otros títulos, e incluso el guionista Stanley Shapiro se mostró mucho más inspirado tanto en otras comedias también protagonizadas por la rubia cantante del "Qué Será Será" como "Pijama Para Dos" (1961) o "Confidencias De Medianoche" (1959), como en el film cómico "Operación Pacífico" (1959) de Blake Edwards, que igualmente contaba con la participación de Cary Grant.
Entre las pocas cualidades de "Suave Como Visón" se puede rescatar algún diálogo más o menos meritorio, los llamativos escenarios en donde tiene lugar la acción, y un vestuario lleno de estilo.
Doris ha protagonizado mejores películas, Cary Grant ya ni digamos, Delbert Mann también ha estado más afortunado en la dirección de otros títulos, e incluso el guionista Stanley Shapiro se mostró mucho más inspirado tanto en otras comedias también protagonizadas por la rubia cantante del "Qué Será Será" como "Pijama Para Dos" (1961) o "Confidencias De Medianoche" (1959), como en el film cómico "Operación Pacífico" (1959) de Blake Edwards, que igualmente contaba con la participación de Cary Grant.
Entre las pocas cualidades de "Suave Como Visón" se puede rescatar algún diálogo más o menos meritorio, los llamativos escenarios en donde tiene lugar la acción, y un vestuario lleno de estilo.
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