El libro de la selva. La aventura continúa

Y en Florín, y en Fantasía, y en la Francia de Luis XIII... Pero la India, ésta India, siempre ocupó un lugar especial.
Esta es otra de esas películas que nos hacen pensar por qué su director, Stephen Sommers, perdió el norte como lo hizo en Van Helsing, que a pesar de todo, no es tan mala como se ha dicho.
Aquí, Sommers no sólo demuestra que sabe cómo hacer una película de aventuras eficaz y muy decente, sino que también acierta con el sentido del humor. Los personajes, pese a ser meros tópicos del género (chica mona en peligro, novio celoso y malvadísimo, padre noble y preocupado por su rebelde hija...) salen bastante bien librados, en parte porque están interpretados por actores excelentes. Sam Neill y John Cleese ya poco tenían que demostrar, pero Cary Elwes, en el papel del malo de la función, aporta cinismo y su presencia física (impresionante, para que vamos a negarlo)a una interpretación más que correcta. Lee y Headey se dedican a cumplir, sin más, pero tampoco molestan. Y la selva es muy bonita. Y todo es tan correcto y simpático que nadie debería sentirse ofendido.

Lo mejor: Tiene mucho encanto y es la mar de entretenida.
Lo peor: La historia de amor es predecible hasta decir basta, aunque no deja de resultar curioso en una producción de Hollywood que el pretendiente rechazado sea inmensamente más guapo que el escogido.

Disney lo intenta con acción real tras el clasicazo que se marcaron en el 67 y eliminan canciones, le aportan seriedad aunque el humor de vez en cuando no faltan y tratan de darle la mayor verosimilitud posible. El problema es que es continuación más que adaptación y parece más una película sobre la historia de Edgar Rice Burroughs que la original de Rudyard Kipling. La de Burroughs por si no lo saben es el Tarzán que todos conocemos. En esta ocasión con una película simple, entretenida y con buena banda sonora ya que en el apartado actores no hay mucho que contar, cumplen sin destacar. No hay muchas aberraciones en ella y por ello al igual que no tiene aberraciones también carece de innovación, sorpresas y emoción pero al menos cumple como pasatiempo. Sommers ya hacía sus pinitos con escenas de aventuras con columnas, arena y templos que le sirvieron para dirigir la magnífica e infravalorada La momia. En esta ocasión con caras conocidas actualmente evidentemente ahí más jóvenes como Elwes o Headey trabajan personajes estereotipados y previsibles en sus funciones. No es una cinta sorprendente pero te dejará más bien indiferente que satisfecho, se disfruta momentáneamente, de ahí que casi nadie la recuerde actualmente. Una lástima porque hasta la gente recuerda más la horrible El libro de la selva 2 de dibujos que esta. Pasable.

Preciosa y entretenida cinta de Sommers que revisa el mito de Kipling y lo desarrolla de una manera sorprendente y añadiéndole elementos que podía haber sido un auténtico desastre y sin embargo el resultado es una película recomendable para todas las edades, más bien en plan formato familiar, que está llena de encanto. Y es porque tiene de todo. Los personajes son maravillosos, Scott Lee lo hace de maravilla, Mowgli de adulto sería como él sin lugar a dudas. Headey aquí hace una interpretación dulce y sosegada, tirando a divertida, alejada de los roles agresivos como "300" o "Terminator", que igualmente borda. Las escenas de acción son muy entretenidas al igual que el resto de la historia. Con un reparto maravilloso la película se erige como una de las mejores de aventuras de los noventa.

Objetivamente hablando la película no es mala. Lo que es pasa es que tiene dos problemas graves. El primero es que se vende como la adaptación cinematográfica de la famosa novela de Rudyard Kipling "El libro de la selva", o más bien colección de historias, publicada en 1894. Y de la obra me parece que se han quedado con las tapas porque no tiene prácticamente nada que ver con el original. El niño Mowgli (Jason Scott Lee, que de indio de la India tiene lo que yo) crece a los quince minutos y entonces se transforma en el Tarzán asiático, plagiando en buena parte las andanzas del archipopular personaje creado por Edgar Rice Burroughs, especialmente en su versión de 1984, "Greystoke..." con Christopher Lambert y Andie MacDoweell, que os recuerdo de que está tan bella, que podría figurar entre las diez actrices más guapas de la historia. Y no exagero.

El segundo error es que se le ve el plumero a la crítica anticolonialista que ya de paso es antiblanca y antioccidental. El objetivo es poner a los ingleses como unos engreídos, unos racistas y unos mentecatos mientras que el protagonista es un señor muy civilizado y cortés... aunque se haya criado en la selva. Por este aspecto resulta estereotipada llevándose la palma de lo grotesca la secuencia en el baile. El remate llega cuando la chica, que es un poco pedante, se enamora de este guardián de la ley de la selva, aunque en realidad pasa de ella (¿Qué es eso de que los animales matan para comer o para defenderse cuando lo que hacen es ayudar al héroe?), con lo que me fastidian este tipo de relaciones desequilibradas en la misma dirección, que es la que trata de dinamitar lo ortodoxo y lo "conservador". Por eso ella se pliega a lo que simboliza Mowgli.

Segunda mejor versión (y muy versionada) del libro de Kipling.

La película aporta un tono adulto que resulta muy acertado y la diferencia mucho del resto de versiones que conocemos. Por tanto, moderniza la historia bajo unos cánones más actuales y se convierte de un plumazo en una de las mejores películas de aventuras de los 90 caídas en el olvido. Y por cierto, menudo trabajazo el de Sommers, el del reparto y el de Poledouris.

Unos la criticaran por introducir elementos ajenos a la obra original. No me preocupa en absoluto: es una versión y tiene derecho a aportar su propio punto de vista. Si quieren el libro: léanlo. Mientras no traicione el espíritu de la obra, me parece correctísimo hacer nuevas visiones de una obra original.
Otros la criticarán porqué no cantan (porque no es la película de animación de Disney). Pues se pueden olvidar, ni la versión animada de Disney ni el somnífero que Andis Serkis facturó (que historia más triste la de su película, pero eso es otro tema): la mejor versión de El libro de la Selva tiene música de Miklós Rózsa y la dirige Zoltan Korda. Hasta ahí puedo leer. Y la única que tiene capacidad de mirarla directamente a la cara es la cinta de Sommers.

Disfrútenla y sobretodo si tienen hijos acierten con la película que les han de poner: la de Korda.
Ésta para cuando hayan crecido un poco más.