El camino de los sueños
7.1
77,379
Intriga. Drama. Thriller. Romance
Betty Elms (Naomi Watts), una joven aspirante a actriz, llega a Los Ángeles para convertirse en estrella de cine y se aloja en el apartamento de su tía. Allí conoce a la enigmática Rita (Laura Harring), una mujer que padece amnesia a causa de un accidente sufrido en Mulholland Drive. Las dos juntas deciden investigar quién es Rita y cómo llegó hasta allí. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2005
6 de septiembre de 2005
1430 de 1578 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de las mejores películas que he visto en estos últimos años, tanto por sus actuaciones como por la muy criticada forma de contar la historia. Es una película que no deja indiferente al que la vea aunque no la entienda. Al que no la entienda le quedará como mínimo la sensacón de haber asistido a un espectáculo visual genial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin embargo como la película gana bastante si se comprende su historia a continuación voy a explicar lo que desde mi punto de vista (y creo no voy nada desencaminado) nos cuenta aquí el gran David Lynch:
El argumento principal de la película es extremadamente sencillo: Diane es una chica lesbiana que acaba de cortar con su pareja -la chica que va a buscar los platos a su casa- y tiene una amante, llamada Camila, de la que está además enamorada, pero para Camila lo que hay entre ellas no es más que una aventura y probar cosas nuevas, pues su objetivo es el de casarse con su enamorado (el director de una película que rodó). Diane, al descubrirlo, se siente despechada y humillada y decide contratar a un asesino a sueldo para que mate a su ex-amante. Cuando descubre que éste ha cumplido con el encargo se suicida destrozada por el arrepentimiento. Esta historia tan sencilla de entender Lynch la complica sobremanera puesto que no nos la cuenta hasta llegar a los 23 minutos finales de la película (más o menos) ya que el resto (y aquí viene lo fundamental de la explicación) son los sueños que tiene Diane cuando se va a dormir después de haber contratado al matón.
Cuando soñamos lo que vemos son siempre situaciones, escenarios y personas que ya hemos visto o vivido en la vida real, pero mezclados y cambiados; es por esto que los mismos actores que aparecen en los 23 minutos finales del film desarrollan distintos papeles en la otra parte de la película; nos encontramos con escenas totalmente surrealistas, con frases que se repiten ("esta es la chica")...
Si vemos la película de este modo todo encaja. Por ejemplo, la escena en la que presenciamos cómo el asesino al ir a encargarse de un "trabajo" le sale todo mal se supone que se produce a causa de un arrepentimiento de Diane después de contratarlo: ella sueña con eso como una última esperanza de que el encargo salga mal.
La dificultad de darse cuenta de todo esto estriba en que Lynch, muy pillo, no nos ofrece muchas pistas, salvo el momento al final del sueño en que aparece el personaje del cowboy y dice “¡Eh preciosa, es hora de despertar!”.
La mayor parte del tiempo, menos el final, no son más que escenas oníricas de Diane. Y ya se sabe, en los sueños todo puede pasar.
El argumento principal de la película es extremadamente sencillo: Diane es una chica lesbiana que acaba de cortar con su pareja -la chica que va a buscar los platos a su casa- y tiene una amante, llamada Camila, de la que está además enamorada, pero para Camila lo que hay entre ellas no es más que una aventura y probar cosas nuevas, pues su objetivo es el de casarse con su enamorado (el director de una película que rodó). Diane, al descubrirlo, se siente despechada y humillada y decide contratar a un asesino a sueldo para que mate a su ex-amante. Cuando descubre que éste ha cumplido con el encargo se suicida destrozada por el arrepentimiento. Esta historia tan sencilla de entender Lynch la complica sobremanera puesto que no nos la cuenta hasta llegar a los 23 minutos finales de la película (más o menos) ya que el resto (y aquí viene lo fundamental de la explicación) son los sueños que tiene Diane cuando se va a dormir después de haber contratado al matón.
Cuando soñamos lo que vemos son siempre situaciones, escenarios y personas que ya hemos visto o vivido en la vida real, pero mezclados y cambiados; es por esto que los mismos actores que aparecen en los 23 minutos finales del film desarrollan distintos papeles en la otra parte de la película; nos encontramos con escenas totalmente surrealistas, con frases que se repiten ("esta es la chica")...
Si vemos la película de este modo todo encaja. Por ejemplo, la escena en la que presenciamos cómo el asesino al ir a encargarse de un "trabajo" le sale todo mal se supone que se produce a causa de un arrepentimiento de Diane después de contratarlo: ella sueña con eso como una última esperanza de que el encargo salga mal.
La dificultad de darse cuenta de todo esto estriba en que Lynch, muy pillo, no nos ofrece muchas pistas, salvo el momento al final del sueño en que aparece el personaje del cowboy y dice “¡Eh preciosa, es hora de despertar!”.
La mayor parte del tiempo, menos el final, no son más que escenas oníricas de Diane. Y ya se sabe, en los sueños todo puede pasar.
21 de octubre de 2008
21 de octubre de 2008
530 de 561 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida es sueño. Lo malo es despertar....
Ese podría ser el resumen de esta maravilla del 7º arte. La primera vez que la ví, confieso que no la entendí en su totalidad, pero eso no me impidió salir fascinada del cine ante el espectáculo visual y las magistrales interpretaciones que se habían desarrollado delante de mis alucinados ojos.
La he vuelto a ver infinidad de veces (ahora ya con conocimiento), sabiendo que TODO tiene sentido, que no es ninguna tomadura de pelo como dicen los que no la entienden y se enfadan. David Lynch nos lo dice todo y somos nosotros los que tenemos que esforzarnos para juntar las piezas.... y cuando consigues que encajen, la satisfacción es tan grande que no te queda otra que quitarte el sombrero ante esta OBRA MAESTRA. Es fascinante!!!
Quien quiera comprender la película (por lo menos mi interpretación) que lea el spoiler y que vuelva a verla con otros ojos. No se arrepentirá si le gusta el cine de verdad.
Ese podría ser el resumen de esta maravilla del 7º arte. La primera vez que la ví, confieso que no la entendí en su totalidad, pero eso no me impidió salir fascinada del cine ante el espectáculo visual y las magistrales interpretaciones que se habían desarrollado delante de mis alucinados ojos.
La he vuelto a ver infinidad de veces (ahora ya con conocimiento), sabiendo que TODO tiene sentido, que no es ninguna tomadura de pelo como dicen los que no la entienden y se enfadan. David Lynch nos lo dice todo y somos nosotros los que tenemos que esforzarnos para juntar las piezas.... y cuando consigues que encajen, la satisfacción es tan grande que no te queda otra que quitarte el sombrero ante esta OBRA MAESTRA. Es fascinante!!!
Quien quiera comprender la película (por lo menos mi interpretación) que lea el spoiler y que vuelva a verla con otros ojos. No se arrepentirá si le gusta el cine de verdad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Todo tiene una explicación bastante sencilla una vez entendido todo. Y es que todo se resume en que la primera parte de la película es un SUEÑO de Diane. Es lo que ella anhelaba que pasara y que por supuesto dista mucho de la realidad
Y como en los sueños somos libres....podemos pasar de ser una actriz vulgar a ser la mayor promesa del cine como hace Diane materializándose en Betty en su sueño (y su magistral casting digno de oscar). Podemos hacer la vida imposible y humillar a un joven director de cine (Adam) al que odiamos con todas nuestras fuerzas porque nos ha quitado lo que más queríamos (Camilla) y por lo tanto en nuestro sueño le vamos a hacer sufrir dejándole sin dinero, sin pelicula, sin mujer y asustado como un crio por un cowboy desconocido. Podemos contratar a un asesino y en nuestro sueño pensar que es tan desastroso que no va a poder llevar a cabo el asesinato que le encargamos. Podemos hacer que la persona que amamos (Camilla) y que nos dejó, pierda la memoria y vuelva con nosotros. Podemos eliminar a la única persona que nos puede delatar porque nos vió planeando el asesinato, matándolo de un susto en la esquina del Winkie´s.... ¿Por qué no? Es nuestro sueño y nosotros mandamos en él. Somos los directores de nuestro sueño
Pero en todo sueño hay un despertar. Y la triste verdad le golpea a Diane sacando a la luz su cruel realidad con ese "Wake up". Esa realidad que nos muestra que nunca ha pasado de ser una actriz mediocre que conseguía papeles pequeños por enchufe. Que su amor (Camilla) la dejó para casarse por interés con el prometedor director de cine (Adam) y encima ya la ha sustituido por otra amante rubia. Que el dinero que le dejó su fallecida tia Ruth, se lo ha gastado en contratar a un asesino para que mate a Camilla y lo ha hecho, aunque Diane siga queriendo ignorar la llave azul que reposa sobre su mesa. Que la policía va a empezar a interrogarla en breve por lo del asesinato.... etc etc
En fin que el sueño que tenía cuando vino desde su Canadá natal a triunfar como actriz se ha visto truncado. Además del arrepentimiento que siente al saber que Camilla está muerta se junta el temor del que dirán sus padres (materializados en la pareja de ancianos), asi que la mala conciencia y los remordimientos (materializados en esa indigente horrible, como lo es el sentimiento de culpa) no la dejan vivir tranquila y opta por acabar con su sufrimiento quitándose la vida...
Lo dicho, fascinante!!!
Y como en los sueños somos libres....podemos pasar de ser una actriz vulgar a ser la mayor promesa del cine como hace Diane materializándose en Betty en su sueño (y su magistral casting digno de oscar). Podemos hacer la vida imposible y humillar a un joven director de cine (Adam) al que odiamos con todas nuestras fuerzas porque nos ha quitado lo que más queríamos (Camilla) y por lo tanto en nuestro sueño le vamos a hacer sufrir dejándole sin dinero, sin pelicula, sin mujer y asustado como un crio por un cowboy desconocido. Podemos contratar a un asesino y en nuestro sueño pensar que es tan desastroso que no va a poder llevar a cabo el asesinato que le encargamos. Podemos hacer que la persona que amamos (Camilla) y que nos dejó, pierda la memoria y vuelva con nosotros. Podemos eliminar a la única persona que nos puede delatar porque nos vió planeando el asesinato, matándolo de un susto en la esquina del Winkie´s.... ¿Por qué no? Es nuestro sueño y nosotros mandamos en él. Somos los directores de nuestro sueño
Pero en todo sueño hay un despertar. Y la triste verdad le golpea a Diane sacando a la luz su cruel realidad con ese "Wake up". Esa realidad que nos muestra que nunca ha pasado de ser una actriz mediocre que conseguía papeles pequeños por enchufe. Que su amor (Camilla) la dejó para casarse por interés con el prometedor director de cine (Adam) y encima ya la ha sustituido por otra amante rubia. Que el dinero que le dejó su fallecida tia Ruth, se lo ha gastado en contratar a un asesino para que mate a Camilla y lo ha hecho, aunque Diane siga queriendo ignorar la llave azul que reposa sobre su mesa. Que la policía va a empezar a interrogarla en breve por lo del asesinato.... etc etc
En fin que el sueño que tenía cuando vino desde su Canadá natal a triunfar como actriz se ha visto truncado. Además del arrepentimiento que siente al saber que Camilla está muerta se junta el temor del que dirán sus padres (materializados en la pareja de ancianos), asi que la mala conciencia y los remordimientos (materializados en esa indigente horrible, como lo es el sentimiento de culpa) no la dejan vivir tranquila y opta por acabar con su sufrimiento quitándose la vida...
Lo dicho, fascinante!!!
8 de diciembre de 2007
8 de diciembre de 2007
344 de 401 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es como esos restaurantes exquisitos en los que parece que es el cocinero quien elige a los comensales que lo merezcan y no al revés. Un restaurante es una casa de comida, los hay buenos y malos, y la exigencia culinaria la pone siempre el cliente, nunca el dueño. En todo caso, se precisa un mínimo de sensibilidad gastronómica, pero quien paga exige. Como clientes tenemos derechos.
Esta película es igual. Propongo a los que no la hayan visto aún -a los cuales se la recomiendo porque es muy interesante- que la vean una sola vez, que estén todo lo atentos que puedan porque se trata de una obra contada en forma de jeroglífico y que con lo que han entendido se formen una opinión de la misma.
Porque si tratan de averiguar todo, comenten dos errores:
1.- Nunca lo conseguirán del todo puesto que las claves argumentales de la película, que las tiene, están escondidas como agujas en un pajar; con la diferencia de que son un número indeterminado de agujas y nunca se podrá saber si se tienen todas (quien tiene una docena ya piensa que las tiene todas como he observado en algunas críticas de aquí, por lo demás excelentes)
2.- Están cayendo en el juego de Lynch. ¿No comprendéis que lo que él quiere es desorientar y descontrolar? Es una forma sutil de reírse de nuestro afán simplificador.
Los comentarios que puedan revelar algo los convierto en notas numeradas que sitúo en la parte de Spoiler.
Más o menos, se entiende perfectamente el argumento genérico de la película (1) para lo cual sólo hay que prestar atención a una escena convencional que marca claramente la clave argumental (2) que, naturalmente tratándose de Lynch, presenta no pocos interrogantes (3). A partir de ahí hay que reinterpretar todo lo visto, sin dejar de hacer lo propio simultáneamente con lo que se está viendo (4). Agotador. Y poco gratificante, porque lo que tiene valor en esta película son sus imágenes, no sus explicaciones. Al final se entiende sin problemas "de qué va" la película, aunque no se ponga en pie el argumento: de la confrontación entre el sueño y la realidad, el sueño como expresión del deseo (Hollywood, "fábrica de sueños") y también como expresión del temor. Hay partes que me parecen estupendas, que independientemente de su encaje en una trama plena de sentido argumental (5) sí encajan perfectamente en este tema general de la película.
Si Lynch ha optado por cortar el argumento en trocitos, arrojarlos al suelo, y reconstruir la trama según habían caído esos trozos, es un problema suyo, no nuestro. Me niego a buscar los trocitos, que lo haga él. Parafraseando al maravilloso Robert De Niro de "El último magnate", yo sólo quería ver una película.
Esta película es igual. Propongo a los que no la hayan visto aún -a los cuales se la recomiendo porque es muy interesante- que la vean una sola vez, que estén todo lo atentos que puedan porque se trata de una obra contada en forma de jeroglífico y que con lo que han entendido se formen una opinión de la misma.
Porque si tratan de averiguar todo, comenten dos errores:
1.- Nunca lo conseguirán del todo puesto que las claves argumentales de la película, que las tiene, están escondidas como agujas en un pajar; con la diferencia de que son un número indeterminado de agujas y nunca se podrá saber si se tienen todas (quien tiene una docena ya piensa que las tiene todas como he observado en algunas críticas de aquí, por lo demás excelentes)
2.- Están cayendo en el juego de Lynch. ¿No comprendéis que lo que él quiere es desorientar y descontrolar? Es una forma sutil de reírse de nuestro afán simplificador.
Los comentarios que puedan revelar algo los convierto en notas numeradas que sitúo en la parte de Spoiler.
Más o menos, se entiende perfectamente el argumento genérico de la película (1) para lo cual sólo hay que prestar atención a una escena convencional que marca claramente la clave argumental (2) que, naturalmente tratándose de Lynch, presenta no pocos interrogantes (3). A partir de ahí hay que reinterpretar todo lo visto, sin dejar de hacer lo propio simultáneamente con lo que se está viendo (4). Agotador. Y poco gratificante, porque lo que tiene valor en esta película son sus imágenes, no sus explicaciones. Al final se entiende sin problemas "de qué va" la película, aunque no se ponga en pie el argumento: de la confrontación entre el sueño y la realidad, el sueño como expresión del deseo (Hollywood, "fábrica de sueños") y también como expresión del temor. Hay partes que me parecen estupendas, que independientemente de su encaje en una trama plena de sentido argumental (5) sí encajan perfectamente en este tema general de la película.
Si Lynch ha optado por cortar el argumento en trocitos, arrojarlos al suelo, y reconstruir la trama según habían caído esos trozos, es un problema suyo, no nuestro. Me niego a buscar los trocitos, que lo haga él. Parafraseando al maravilloso Robert De Niro de "El último magnate", yo sólo quería ver una película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(1) Diane, Una chica aspirante a actriz enamorada de una actriz de verdad utiliza el dinero que heredó de su tía para asesinar a aquella en un ataque de celos y frustración. Odiando lo que ha hecho y lo que es ella misma, sueña cómo le hubiese gustado que hubieran transcurrido las cosas
(2) Naomi Watts despertándose, convertida ya en su auténtico "yo", Diane. Digo que es una escena convencional porque en el cine suele indicar que todo lo que hemos visto anteriormente es un sueño
(3) La escena última del sueño parece, en realidad, un "sueño dentro del sueño" de un personaje distinto al que sueña, Rita/Camilla. Nos damos cuenta de ésto cuando aparece sin venir a cuento la caja azul y, sobre todo, cuando desaparece el personaje de Betty delante de las narices de Rita.
(4) Para terminar de rizar el rizo la parte de "realidad" incluye una serie de flashbacks que no se sabe bien cuando empiezan o acaban, pero que sabemos que transcurren en el pasado porque explican cosas que suceden en el "tiempo presente".
(5) Toda la parte del accidente del inicio es espléndida, desasosegante. El asesino torpe es divertidísimo, superior a cosas parecidas que han intentado los Coen y Tarantino. Las alucinadas escenas del Club Silencio son de lo mejor de Lynch. La escena de los homosexuales en la hamburguesería es magnífica también (y también recoge el asunto principal de la película). Y quizás lo que prefiero de todo es la odisea del director de Cine: divertida, surreal y de un humor fatalista.
(2) Naomi Watts despertándose, convertida ya en su auténtico "yo", Diane. Digo que es una escena convencional porque en el cine suele indicar que todo lo que hemos visto anteriormente es un sueño
(3) La escena última del sueño parece, en realidad, un "sueño dentro del sueño" de un personaje distinto al que sueña, Rita/Camilla. Nos damos cuenta de ésto cuando aparece sin venir a cuento la caja azul y, sobre todo, cuando desaparece el personaje de Betty delante de las narices de Rita.
(4) Para terminar de rizar el rizo la parte de "realidad" incluye una serie de flashbacks que no se sabe bien cuando empiezan o acaban, pero que sabemos que transcurren en el pasado porque explican cosas que suceden en el "tiempo presente".
(5) Toda la parte del accidente del inicio es espléndida, desasosegante. El asesino torpe es divertidísimo, superior a cosas parecidas que han intentado los Coen y Tarantino. Las alucinadas escenas del Club Silencio son de lo mejor de Lynch. La escena de los homosexuales en la hamburguesería es magnífica también (y también recoge el asunto principal de la película). Y quizás lo que prefiero de todo es la odisea del director de Cine: divertida, surreal y de un humor fatalista.
27 de enero de 2010
27 de enero de 2010
327 de 385 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mulhollan Drive: película que hay que amar u odiar de un director al que hay que amar u odiar. Debido a la excitación que para bien o mal produce aquí van una serie de normas para su visionado.
Instrucciones de uso:
1-Es recomendable que el que vaya a verla por primera vez se prepare para sentirse inicialmente estafado.
2-Es más recomendable todavía que el que la vea por primera vez preste completa atención. Para ello:
2.1 Antes de ver la película: Haga sus necesidades, desconecte el teléfono, cierre el Messenger, mande al niño con la abuela, póngale agua al periquito... en definitiva que nada desvíe su atención.
2.2 Si durante el visionado, por causas ajenas a las del punto 2.1, algo interfiere en su total atención, ignórelo. Por ejemplo si el perro empieza a ladrar, déjelo, lo raro sería que rebuznara. Nota: si la casa empieza a arder o algo por el estilo se dejara de aplicar la norma. Tampoco hay que ser subnormal.
2.3 Preste atención a todos los detalles que logre captar. Si hay una taza en tal sitio no es casualidad.
2.4 Intente retener lo que pasa en cada escena aunque parezcan inconexas y fuera de contexto.
2.5 Por mucho que cueste, que las escenas de rollo bollo no copen nuestra memoria.
3- Es totalmente recomendable estar dispuesto a verla una segunda vez.
4- Es sumamente recomendable aplicar la norma 2 y 3 simultánemente.
4.1 Esta norma se podra aplicar tantas veces sea necesario para entender el film, que tampoco es tan difícil. En caso de rendición se podrá consultar los spoilers de otras críticas aunque es mucho más gratificante darse cuenta por uno mismo mediante la sucesiva aplicación de esta norma.
5- Es recomendable en proporciones homéricas saber que si es una peli de David Lynch no te vas a encontrar con algo mascadito para que el nene se lo pueda tragar sin problemas, con lo que luego no vayas rajando.
- Esta crítica es un medicamento de ayuda a digerir películas complicadas.
- Lea detenidamente las instrucciones de uso
- En caso de duda consulte con el spoiler de la primera crítica.
Instrucciones de uso:
1-Es recomendable que el que vaya a verla por primera vez se prepare para sentirse inicialmente estafado.
2-Es más recomendable todavía que el que la vea por primera vez preste completa atención. Para ello:
2.1 Antes de ver la película: Haga sus necesidades, desconecte el teléfono, cierre el Messenger, mande al niño con la abuela, póngale agua al periquito... en definitiva que nada desvíe su atención.
2.2 Si durante el visionado, por causas ajenas a las del punto 2.1, algo interfiere en su total atención, ignórelo. Por ejemplo si el perro empieza a ladrar, déjelo, lo raro sería que rebuznara. Nota: si la casa empieza a arder o algo por el estilo se dejara de aplicar la norma. Tampoco hay que ser subnormal.
2.3 Preste atención a todos los detalles que logre captar. Si hay una taza en tal sitio no es casualidad.
2.4 Intente retener lo que pasa en cada escena aunque parezcan inconexas y fuera de contexto.
2.5 Por mucho que cueste, que las escenas de rollo bollo no copen nuestra memoria.
3- Es totalmente recomendable estar dispuesto a verla una segunda vez.
4- Es sumamente recomendable aplicar la norma 2 y 3 simultánemente.
4.1 Esta norma se podra aplicar tantas veces sea necesario para entender el film, que tampoco es tan difícil. En caso de rendición se podrá consultar los spoilers de otras críticas aunque es mucho más gratificante darse cuenta por uno mismo mediante la sucesiva aplicación de esta norma.
5- Es recomendable en proporciones homéricas saber que si es una peli de David Lynch no te vas a encontrar con algo mascadito para que el nene se lo pueda tragar sin problemas, con lo que luego no vayas rajando.
- Esta crítica es un medicamento de ayuda a digerir películas complicadas.
- Lea detenidamente las instrucciones de uso
- En caso de duda consulte con el spoiler de la primera crítica.
21 de abril de 2006
21 de abril de 2006
378 de 493 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lynch no engaña, únicamente no explica. Sólo muestra. Elimina los elementos explicativos y las conjunciones y se queda en lo esencial.
Sus imágenes forman un conjunto coherente, pero ahora ya no dependen del guión. Se independizan de su corsé para adquirir entidad propia y capacidad de sugestión por sí mismas, sin servir a una historia que tiende a esclavizarlas.
En un cuadro, no existe el contexto ni la historia que lo contiene. El espectador tiene la libertad de deducirlo o imaginarlo. De esta forma, la obra amplía sus límites.
En un sueño, uno cree que está en verdad sucediendo. No lo diferencia de la vida consciente. Y las emociones que produce son igual de reales.
Sus imágenes forman un conjunto coherente, pero ahora ya no dependen del guión. Se independizan de su corsé para adquirir entidad propia y capacidad de sugestión por sí mismas, sin servir a una historia que tiende a esclavizarlas.
En un cuadro, no existe el contexto ni la historia que lo contiene. El espectador tiene la libertad de deducirlo o imaginarlo. De esta forma, la obra amplía sus límites.
En un sueño, uno cree que está en verdad sucediendo. No lo diferencia de la vida consciente. Y las emociones que produce son igual de reales.
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