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La pantera rosa

Comedia La seductora Princesa Dala (Claudia Cardinale) llega con su preciosa “pantera rosa", una magnífica joya en forma de felino, a un lujoso hotel, en el que conoce al elegante y amable Sir Charles (David Niven), bajo cuya inofensiva apariencia se oculta, sin embargo, un despiadado ladrón profesional conocido como “el fantasma”. De impedir que el astuto delincuente se salga con la suya, se encarga el inspector más torpe de la policía ... [+]
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Críticas 33
Críticas ordenadas por utilidad
16 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La típica comedia de los años 1950 y 60 con gente guapa de la alta sociedad europea y de EE.UU., disfrutando de la vida en los Alpes, París, Roma y otras bellas ciudades europeas. Con el típico granuja ligón, que borda David Niven, la típica princesa guapísima y riquísima de país exótico de opereta, que también borda Claudia Cardinale. Otros dos guapos son Robert Wagner y Capucine que cumplen con sus papeles también a la perfección. Quizás sea obra todo de Blake Edwards que es un buen director de actores.

Ahora bien, en el caso de Peter Sellers parece que este actor y "multiartista" se sale de la coherencia de la película y va más a su aire, quizás sea porque puede su egolatría sobre sus deseos de realizar una equilibrada interpretación. Parece como si el director le tuviera que dejar más libertad porque es el protagonista o el elemento más importante. Los "gags" o torpezas de Clouseau resultan demasiado previsibles y pesantes, añaden poco a la gracia que puedan tener las situaciones, y desequilibran algo la marcha general de la película. Quizás si hubiera tenido total control de Sellers el director, el producto habría salido redondo merecedor del 10.

Pero lo mejor de la película es la música, tanto el famoso tema, como las canciones y piezas de baile que aparecen en la trama, y también la música no diegética para acompañar las diferentes situaciones, que además surge de variaciones sobre los mismos temas de dichas canciones. Escúchese en especial la música durante la persecución con trineo, que conduce el personaje de Niven, a un coche con el ladrón del perrito de la princesa. Mi máxima calificación para el saxofonista que interpreta el famoso tema de "La pantera rosa" y sus infinitas variaciones en los créditos iniciales y en muchas otras ocasiones.

- Lo mejor:
La música
Los títulos de crédito iniciales
El glamour

- Lo peor:
Los "gags" de Peter Sellers
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mce21mc
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22 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un hotel-centro turístico de alta montaña va a tener lugar uno de los enredos más divertidos, inexplicables, elegantes y sorprendentes de cuantos nos hayan podido invitar.
Y en el epicentro de todo esto uno de los diamantes más famosos y espectaculares que hayamos podido ver: la "Pantera Rosa".

Un inesperado Blake Edwards dejaba al público sin aliento en 1.962 con "Días de Vino y Rosas", uno de los más desgarradores dramas que produjo Hollywood sobre los efectos del alcohol en la existencia del ser humano; la Mirisch Company le enrola entonces en un gran proyecto, una comedia sofisticada de holgado presupuesto que cuenta con un reparto de lujo con David Niven a la cabeza, pues se trata en esencia de un vehículo para él. Se produce entonces un contratiempo durante la preproducción: Ava Gardner y su esposo Peter Ustinov, contratados como secundarios, abandonan el barco.
Edwards les reemplazará entonces por la modelo y actriz francesa Germaine "Capucine" Lefebvre y el nativo de Portsmouth Peter Sellers, respetado actor (ya convertido en director) que poco antes sorprendía encarnando al Clare Quilty de "Lolita"; esta sería una sustitución vital para comprender hasta dónde llegó el éxito de la película gracias a su personaje, el inspector francés Jacques Clouseau, concebido de forma totalmente distinta a como él, haciendo uso de su destreza para la comedia física y ganándose todo el favor de Edwards por ello, lo acabaría interpretando. Para más inri se les une la "meravigliosa" Claudia Cardinale al rechazar su amiga Audrey Hepburn el papel.

Pero antes de viajar a Cortina d'Ampezzo, lugar que será el escenario primordial de la historia, viajamos veinte años atrás, a los pomposos aposentos del Maharajah de Lugash cuando éste promete a su hija Dala heredar el diamante más grande y perfecto, la "Pantera Rosa". Tras unos títulos de crédito míticos que ya han pasado a la Historia, con la susodicha pantera como dibujo animado acompañada de la memorable melodía compuesta por Henry Mancini, Edwards nos irá presentando a los diversos personajes que se unirán más tarde, repartidos por distintos lugares del Mundo.
Que son: el ladrón de guante blanco Charles Lytton, apodado "El Fantasma", su desvergonzado sobrino George y Clouseau, el inspector que lleva dedicando toda su carrera a cazar al ladrón con las manos en la masa. En el precioso centro turístico se acaban reuniendo, junto con Simone, esposa de éste último y una zorra mentirosa y oportunista, compinche de Lytton, y la princesa Dala, que huye de su país tras la muerte de su padre y el deseo de su pueblo de poseer el diamante. Pudiera parecer que el escenario se prepara, con esta gran joya y un escurridizo ladrón de por medio, para una gran intriga heredada de Hitchcock, Siodmak o los textos de Christie...pero nada más lejos de la realidad.

A lo largo de una entretenida y vibrante hora y media, el cineasta despliega en ese ambiente ostentoso y rimbombante una "screwball comedy" adscrita a los cánones de su época de mayor esplendor y muy en la linea de anteriores genios como Charles Walters, George Cukor, Ernst Lubitsch y el Hawks cómico. El elegante y seductor Lytton, la infiel Simone, el entrañable patoso de Clouseau, son los pilares de una comedia romántica y enredada, distribuida en interiores lujosos en su mayor parte donde se cruzarán por casualidad, evitarán, esconderán o tropezarán debido al nerviosismo. Y para rematar, el bonito número musical obligatorio de este tipo de films.
El mejor ejemplo lo tenemos cuando Lytton, su sobrino y el matrimonio Clouseau (mas un botones y una limpiadora) coinciden en el cuarto de éste último, regalándonos Edwards casi un delicioso cuarto de hora de equívocos y salidas y entradas perfectamente calculado en ese escenario interior; éste se perfila como un maestro de este género que, por desgracia, no hallaría en el paso del tiempo (gran enemigo del cine después del cambio de gustos en el público) su mejor virtud, y es que esta comedia, tan sofisticada, tuvo sin duda su época. Por eso introduce en ella un personaje tan inoportuno como Clouseau, generador del caos, ser bobalicón y destructivo, pero adorable.

Este Clouseau es todavía un esbozo; aún no se ha vuelto un arrogante mentecato, más bien es un pobre hombre engañado por todos al que la suerte siempre se le escapa, pero con el ingrediente humorístico de aquellos grandes del "slapstick", en quienes Sellers se inspira (su personaje es una extensión de los torpes ya creados por Chaplin, Lloyd o Keaton). Por eso cuando él no está en pantalla la película adopta un cariz más refinado y amable, sin perder de todos modos el incomparable absurdo que despliega Edwards (uno de los episodios más empalagosos tiene que ver con las trasnochadas maniobras de seducción de Lytton con la princesa Dala).
Este personaje, en lo que a un servidor respecta, no es en absoluto interesante (porque poco me interesa lo que le pueda pasar a una joven heredera caprichosa e insoportable de la realeza); por ello el director, siguiendo la condición disparatada de Clouseau, nos brindará un rocambolesco clímax a lo Wilder (como a él siempre le ha gustado hacer) comenzando en esa hilarante fiesta de disfraces en la mansión de la princesa. El brillante trabajo técnico se complementa a la perfección con la labor artística; en este sentido, Sellers robará el protagonismo a sus compañeros, incluso a la soberbia "Capucine" y a Niven (lo que no le sentiría nada bien a éste).

¿Y la "Pantera Rosa"? Casi un "macguffin" al que nunca prestaremos atención, porque esta, al fin y al cabo, no es una historia detectivesca pese a ciertos detalles inevitables del género. Pero sí fue un inmenso éxito que arrasó en taquilla y catapultó a Edwards y Sellers como uno de los mejores binomios cómicos de la época.
Al año siguiente prosiguió con las aventuras de su torpe inspector olvidando a los demás personajes, naciendo así una leyenda del humor y una saga que abarcaría tres décadas...
Chris Jiménez
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18 de abril de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera de la larga saga de la Pantera Rosa de Blake Edwars y Peter Sellers, esta primera película quizás no es tan divertida ni tan currada como las siguientes, pero sentó bases para lo que fue una saga muy conocida desde entonces y hasta nuestros días.

En esta ocasión, tenemos a una princesa poseedora del diamante más caro del mundo, ¨la pantera rosa¨, y por casualidades, acaban en un puesto de montaña ella, el inspector Clouseau, encargado de la protección de la joya, y un playboy seductor interpretado por un magnífico David Niven, que es el mismísimo ladrón que quiere llevarse la joya.

La película juega mucho con el tema de la torpeza de Clouseau, que va desde cosas muy tontas hasta momentos muy divertidos, y los distintos líos de faldas que hay entre los protagonistas, montando una especie de cuarteto amoroso.

Como decía, ni es la mejor ni la más divertida de la saga, pero entretiene bastante y va a mejor, hasta la magnífica y absurda parte final.
TANOMUERTO
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17 de junio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues esto es exactamente lo que es esta película. Una comedia de enredos. Tenemos por una parte a la princesa Dahla, interpretada por Claudia Cardinale, por otra parte tenemos a "El Fantasma", interpretado por David Niven y a su sobrino. Y por último tenemos como no, a nuestro queridísimo Inspector Clouseau y señora.

La cosa es que se juntan todos en un hotel, cada uno con sus propios intereses. Mientras que Charles (David Niven) y su sobrino (Robert Wagner) quieren robar la Pantera Rosa, que es básicamente un diamante, Clouseau se encuentra allí investigando e intentando averiguar quien es "El fantasma". La mujer de Clouseau (Capucine) es, básicamente una furcia que esta liada con Charles.

En el hotel ocurrirán una serie de situaciones graciosas, que acaban en una fiesta de disfraces y una persecución en coche, bastante divertida. Comentar que he visto la película 2 veces. Si bien en el primer visionado no termine
de cogerle el gusto, en este segundo visionado se me ha hecho mas llevadera.

Conclusión: No es la mejor película de la franquicia. No le gustara a todo el mundo,
pero no se puede negar que es una película muy bien trabajada por parte de Blake Edwards.
Yo le pondría un 6,5 de 10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Javi94
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9 de diciembre de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
334/07(08/12/23) Decepcionante comedia que tuvo un gran éxito, provocando con ello el nacimiento de una saga con varias partes (de las que se eliminó el componente de la pareja del inspector Closeau, y donde aquí es un reparto coral, en el resto el protagonismo absoluto es para el Inspector), e incluso el famoso spin-off en dibujos animados dedicado al mítico personaje de la Pantera Rosa, su fama no está ni de lejos a la altura de su calidad hueca de contenido. La he revisto con ocasión del 60 aniversario de su estreno (el 18 de diciembre de 1963), y mis sensaciones han sido incluso peores que la vez anterior, pues le ha resultado un thriller en formato comedia elegante muy arrugado por el paso del tiempo, su humor me ha sido francamente muy infantiloide, todo basado en la figura del roba escenas Inspector Clouseau encarnado por el genial comediante inglés Peter Sellers, pero 6 décadas después sus gags slapsticks me son del nivel teta, culo y pedo, todo basado nen su torpeza pueril, de golpes con puertas, caídas, y demás accidentes, nunca hay atisbo de algo de ingenio o mordacidad. Pero es que cuando no está él en pantalla el nivel ya baja al sub suelo, en medio de una trama caricaturesca, con ladrones de guante blanco irritantes en su pedantería, el epítome es por supuesto David Niven que parece parodiando de mala manera a su encasillamiento de gentleman british y con una princesa bellísima como a la que da vida Claudia Cardinale con un rol de florero hermoso, pero sin carácter, sin olvidarnos del adulterio ridículo protagonizado por la sexy Capucine, y teniendo de MacGuffin el diamante titular. Provocando un refrito de casi dos horas que termina por hacerse pesado, y eso siendo primordialmente una comedia es un crimen de cárcel mínimo. Curiosamente Niven era el protagonista nominal y Clouseau estaba destinado a ser un personaje secundario, sin embargo, el personaje resultó tan popular que el siguiente vehículo de Sellers (sustituyó en el ´último momento a Peter Ustinov), “Un disparo en la oscuridad”, fue rápidamente reelaborado para desarrollar aún más el papel de Clouseau.

Dirige el sobrevalorado en la mayoría de su filmografía Blake Edwards (solo salvaría “Chantaje en Broadway” y “Días de vino y rosas”, resto es un reguero de un quiero y no puedo), con guion propio y Maurice Richlin (“Operación pacífico” o “Confidencias a medianoche”), siendo la primera entrega de la franquicia The Pink Panther. Su historia sigue al inspector Jacques Clouseau mientras viaja de Roma a Cortina d'Ampezzo para atrapar a un famoso ladrón de joyas conocido como "El Fantasma" antes de que pueda robar un diamante de valor incalculable conocido como "La Pantera Rosa".

No ayuda a mejorar el producto final unos diálogos sin chispa alguna, ninguno ingenioso, no hay un solo gag dedicado a una conversación. Un film que se cree mucho (pero mucho) más divertido de lo que es realmente, una cosa sin sustancia alguna, donde la dirección es perezosa no sabiendo medir el tempo de cada escena, careciendo con ello de ritmo ágil, y alargando muchas sin sentido, sobre todo en las que no sale el inspector. Es una comedia que lo más que me saca en contadísimas ocasiones es una mueca parecida a un gesto de media sonrisa. Lo único medio salvable es la manida secuencia de vodevil en la habitación de hotel donde dos amantes de la mujer del Inspector hacen ejercicios de escapismo para huir de ser descubiertos por el ‘avezado’ agente, ello ayudados por la infiel mujer, una secuencia de enredo con algo parecido al ingenio, pero realmente sobresale por el erial que es la película. He leído que también el tramo de la fiesta de disfraces con los dos gorilas y la persecución posterior es divertida, a mí me ha sido muy estúpido este segmento. Y todo coronado por idiotesco juicio, tirando de recursos de guion de mal escritor, propios de descartes de gags de malos programas de sketches. Para lo que en realidad es una oda a la inmoralidad, donde se ensalza el robo, el adulterio, o la estafa.

Solo queda para la posterioridad la Homérica música creada por el maestro Henry Mancini (que oigo mientras escribo), melodía jazzística de orquesta que cala y se te enrosca de modo melifluo en el subconsciente, con su clásico sonido de saxo, y sus toques con la batería y su solo de clarinete, uno de los temas míticos de la Historia del Cine, muy, pero muy, pero muy, por encima de la calidad de esta peli olvidable. Edwards inserta un clásico impasse musical, cuando oímos alrededor de la chimenea de un albergue de esquí cantar a Fran Jeffries la samba Meglio Stasera (It Had Better Be Tonight), con música de Henry Mancini y letra de Franco Migliacci y Johnny Mercer, nada trascendente; ; También queda el personaje principal de los créditos iniciales, una Pantera Rosa que pasó a tener su propia serie popular, siendo un personaje muy al estilo de Bugs Bunny; Pero esto de la música y la figura de dibujos animados está en los créditos del comienzo, lo malo es lo que viene justo después, un montón de situaciones sin apenas gracia, donde la inteligencia ni está, ni se le espera, con actuaciones que parecen decir: ‘Todos tenemos que pagar hipotecas’. Solo se salva Peter Sellers, no porque este muy bien, ha estado inmensamente mejor en otros trabajos, es porque parece tener ganas de agradar, aunque en ello vaya que su actuación parece de extraterrestre en el contexto de la historia. Impregnando a su guiñolesco rol de su más exacerbado histrionismo, con muecas mil, siempre solazándose en su desmaña, aunque cuando los has visto varias veces regodeándose en su torpeza ya agota, ye s que como sus números comediescos son tan burdos termina por generarte la nada en la mayoría de momentos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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