El hombre perfecto

Bien orientada; el argumento no ha sido explotado en exceso, y su resolución se manifiesta con acierto. Las primeras imágenes que el robot ofrece resultan un tanto frías, esquemáticas; sus charlas nos las venden como
algo bien estructurado, pero por supuesto, carente de alma.

La película me ha hecho reflexionar sobre "la calidad" de las relaciones que establecemos... yo creo que un gran porcentaje no nos implicamos, no sentimos al otro como parte de nosotros. EL HOMBRE PERFECTO, ofrece una visión avanzada de un androide programado para satisfacer, gustar, haciendo lo que se espera.

Pero... se repite, avanza poco, a los 30 minutos comienza a cansar. No puede surgir un amor de "algo" como eso... La visión que te queda es pobre, carente de emoción, y las que aparecen son todas impuestas de manera artificial.

"Soy tu hombre" introduce una variante andrógina en el género de las muñecas inflables. Bien: es un modo un poco inclusivo de hablar, ya que Tom, el protagonista masculino, no es exactamente un muñeco inflable, sino un robot que además de estar provisto de todo lo necesario para satisfacer necesidades prácticas tiene algoritmos que avanzan en el campo de las emociones que hasta ahora se concebían como exclusivamente humanas, incluyendo las mariposas en el estómago y las estrellas del amor.
Después de Harari y su "Homo Deus" nadie puede estar seguro de si uno es hombre o máquina. La gente se enamora de sus teléfonos celulares, los acaricia, argumenta con ellos y les dedica más tiempo que a sus tías y abuelas, y cuando la industria avance sólo un pasito más y les ponga ojos y pelo, calzado y apariencia general de personas seguramente ganarán las batallas civilizatoria y erótica de una sola movida y, para desdicha de nuestra especie, por jaque mate.
Así se impone Tom sobre Alma, vaya nombre sugestivo para la mujer que acaba por entregarle la ídem aunque al principio lo mirara con la condescendencia con que se suele tratar a un abrelatas eléctrico, por decir algo. ¡Es muy difícil resistirse a un varón tan efectivamente programado, tan capaz de cumplirle a una -concluye ella- los deseos circunstanciales tanto como los inconfesables!
Por lo tanto, llamar muñeco inflable a un superhombre de este tipo solo puede admitirse como metáfora. La cuestión es que hasta ahora era al revés: eran los tipos, en especial los fracasados, los que encontraban amor y consuelo en sus compañeritas de plástico. En este punto, el cine dio un gran paso adelante. Sin embargo, no hizo lo mismo por el lado del guión, bastante incongruente aun aceptando la convención de que "sólo estamos viendo una comedia". Con todo, la película interesa, y los actores son magistrales.

*La rareza de los estilos

Realmente, hay un costumbrismo extraño en todo lo que es la película. En, El hombre perfecto se mezclan estilos diferentes pero el match esta conseguido y enseguida, entras en la trama sin cuestionarte el porqué de lo que se esta narrando. Por otro lado, las secuencias son muy llevaderas en lugares muy comunes como una casa, una cafetería o incluso un museo. Sin duda, El hombre perfecto, tiene cosas que sorprenden y su duración es bastante acertada para ello.

Los diálogos, en muchas ocasiones, sustentan esos lugares que tanto conocemos. Sino, sería aburrido y desconectaríamos enseguida o pondríamos directamente el piloto automático. La trama en El hombre perfecto evoluciona y vas viendo poco a poco el cambio que tienen los dos personajes hasta que se desenvuelve en lo que aparentemente se espera. Sin embargo, el camino que emprenden los dos actores es sublime y la actuación, realza la historia. Sin ellos esta película caería en tópicos muy fácilmente.

En cuanto a la primera secuencia de El hombre perfecto parece algo que luego no es y esta llevada de una forma que piensas que esta historia la has visto miles de veces. Que es lo mismo otra vez. Y la verdad, que no lo ves venir porque es todo lo contrario.

*El match perfecto

El speech final de El hombre perfecto es excepcional haciendo hincapié en lo que significa estar vivo, la felicidad, los deseos o los anhelos. Si conectas con la historia, empatizas y te dejas llevar la recompensa será más que agradable. Te lo aseguro.

Más allá de las alabanzas, también hay cosas que no encajan o que simplemente hacen que la experiencia no se complete al cien por cien. Algunos planos o tiros de cámara en el montaje de El hombre perfecto no funcionan y en algunas ocasiones te sacan de lo que se esta contando en ese momento.

Además la iluminación es bastante plana y te atrapa ni te envuelve como debería. La fotografía por ende esta sosa y le falta ingredientes cruciales para incentivar, conectar y engrandecer la historia y su propósito.

Eso sí, no se trata de la cáscara sino de su significado y por ello, no hay que quitarle mérito a El hombre perfecto.

*Conclusión

El hombre perfecto es una buena película que quiere explorar más allá y en consecuencia, eso hace que sea muy humana. Esa parte hará conectar con el espectador en esta historia a priori sencilla.

Escrito por Cristian Urriaga Sepúlveda

¿A cuanto renunciarías por la compañía, por el amor, por la felicidad? ¿Seríamos capaces de renunciar a la verdad, a la complejidad, a la incertidumbre? Unos se mienten, otros siguen siendo infelices mientras se convencen internamente de lo acertado de su decisión, aferrados a una verdad que quizá no sirva para nada.
La película vale más por los interrogantes que despierta en el espectador, por esa soledad, esa melancolía, por la vulnerabilidad de lo fácil que es caer, que por su propio desarrollo, que sin saber definir el porque parece quedar sin completar.
Quizá nos acabaría sucediendo como a Pinocho en sentido contrario, desear siempre que fuera real, que fuera de verdad, pero la vida no es eso, aunque lo deseemos. La pregunta que queda es si uno no acabaría mintiéndose, fingiendo, interpretando el papel solo por esa compañía. Al final ¿qué hay más humano que esa debilidad?

Sumario:

Notable película que con una gran sensibilidad e inteligencia y desde la ciencia ficción aborda una crisis de mediana edad y deconstruye el vínculo amoroso y el romanticismo, pero sin renunciar al mismo.

Reseña

Alma es una antropóloga que trabaja en un museo de Berlín en una investigación sobre escritura cuneiforme. Para conseguir fondos acepta participar en una prueba científica donde deberá convivir tres semanas con un androide programado algorítmicamente para satisfacer todos sus deseos.

La película de Maria Schrader (directora de la miniserie Poco ortodoxa y de la película Stefan Zweig: Adiós a Europa) logra con esta historia combinar y reflexionar varias cuestiones sin quedarse en la mera anécdota.

En primer lugar, el título en alemán, Ich bin dein Mensch, es significativo. No es “dein Mann” (hombre en el sentido de humano de género masculino) sino “dein Mensch”, que en el alemán significa hombre, pero como ser humano en general. Y esta distinción es relevante por todo lo que aborda el film. Y el “Ich bin” (yo soy) ubica el título en la primera persona del humanoide.

Desde ya que la película reflexiona y agudamente sobe las implicancias de relacionarse a nivel físico y afectivo con un humanoide y la afinidad basada en algoritmos y lo hace muchas veces en la voz de Alma (una extraordinaria Maren Eggert, como salida de un film alemán de los años 40), sobre todo cuando habla con el humanoide Tom (Dan Stevens, bello, perfecto y medido y hablando en alemán). Y el relato también se ubica del lado de Tom.

Pero la coguionista Maria Schrader va más allá de los planteos de la historia de ciencia ficción y la enmarca en la crisis de mediana edad que desencadena en Alma, una mujer que parece poner toda su energía en su profesión, que no está repuesta de sus heridas y que es capaz de cierto agresivo cinismo. Y le añade un lúcido estudio sobre las relaciones de poder y la alteridad en los vínculos amorosos, porque ¿qué implica relacionarnos con alguien cuyo objetivo principal es complacernos? ¿qué clase de vínculo puede establecerse bajo esta premisa? ¿existe un otro? ¿pueden prosperar el amor y la felicidad?

La película sabe plantear sus interrogantes no sólo con el discurso hablado y por supuesto esboza algunas respuestas. Pero su principal mérito entra en el terreno de lo inefable (hay una notable escena en un bosque en este sentido), en los climas (que incluyen un efectivo uso de la comedia) que sabe crear con una sensibilidad y delicadeza que por momentos se asoman al abismo y en otros a la esperanza, en este relato que deconstruye el vínculo amoroso y el romanticismo sin renunciar al mismo.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2022/09/04/el-hombre-perfecto-ich-bin-dein-mensch-im-your-man/