Película que se sube a la ola de la moda del cine con fotografía y efectos visuales maravillosos pero carentes de trasfondo y una historia interesante. La recreación de los años 70 americanos es fantástica, acompañada de una BSO acertada, los planos y las actuaciones son también destacables.

El problema, la trama es totalmente carente de sentido, con un hilo conductor aberrante con giros absurdos y de la cual es muy fácil desconectarse.

Que va a ganar premios ni cotiza, puesto que en los últimos festivales ha quedado claro que prima la puesta en escena sobre lo que se quiere contar.
La realidad, al menos para el espectador de nivel medio, es decir, la gran mayoría, a los 30 minutos esta película nos logra desquiciar y desconectar del todo.

Es una vuelta de tuerca más al manido tema de la segunda guerra mundial y el holocausta judío. En ese aspecto la historia está vista en una perspectiva nueva y original, todo ello en un entorno muy bien presentado con una fotografía cuidada al estilo memorias de África o Amar peligrosamente.
El problema es, bajo mi punto de vista, que la trama inicial es algo escasa y se pierde en líos amorosos y desamores que no quedan muy claros ni resultan muy interesantes.
Para mi gusto le sobra metraje, porque puede contar lo mismo en 90 minutos.
Lo más destacable la fotografía, la originalidad de la historia, bajo un punto de vista diferente, y la relación de la niña con los nativos.

Película con una ambientación acertada y cuidada tanto del país como del momento histórico y político. Mención especial a la interpretación de Forest Whitaker y James McAvoy.
Pero en mi opinión le sobra metraje pues la historia es bastante previsible y tiene pocos giros argumentales que puedan sorprendernos.
En conclusión, es un filme que merece la pena visionarlo, tanto por la calidad de producción como porque nos acerca a la triste y dura historia (una más) de un pueblo africano sometido a un autócrata sanguinario e irracional.

En mi opinión, se trata de una serie procedimental que combina muy bien la acción, el drama y el humor. A destacar sus efectos especiales magníficos (se nota que han metido pasta en su producción).
Por otra parte las tramas, sin ser historias que emocionarían a Spielberg, tejen un más que interesante fondo sobre los casos independientes que acontecen en cada capítulo, lo que hace que te enganches a la historia personal de cada personaje e incluso sientas cariño por más de uno de ellos. Los personajes están bien construidos y en su mayoría resultan creíbles.
Respecto a los casos o emergencias que acontecen y que son el hilo conductor de la serie, en algunos casos están basados en hechos reales, y aunque algunos son un poco surrealistas, la mayor parte de ello están curiosos, si bien no son recomendables para estómagos sensibles.

Por todo esto, mi conclusión es que esta serie está siendo "castigada" o juzgada con demasiada dureza con una nota que creo no merece. Cuando uno se pone delante de una serie como esta debe saber a lo que se enfrenta y juzgar en consecuencia, esta serie cumple con creces con los requisitos mínimos del género. Ya luego uno puede empatizar más o menos con la historia o los personajes, pero la calidad de producción es indiscutible, sin ser una obra maestra.

Como casi todos los filmes procedentes del cine francés, cumple con creces en el apartado visual con una fotografía cuidada, planos detallistas y en general un encuadre espectacular, trasladándonos casi de verdad a una cocina presidencial/palaciega. Las actuaciones también son reseñables, correctas.

A partir de ahí, la nada. Un magnífico y bonito envoltorio para un contenido vacío. Te pasas el metraje esperando a que llegue el conflicto que no acaba de aparecer por ningún lado. Es una pena porque los mimbres son buenos, pero se ha quedado en una película llena de buenas intenciones con mala ejecución.