Un estupendo documento que hace ver a quién es 'ciego voluntario' lo que el mal llamado socialismo dicta allá donde arraiga. Tratan de ocultar sus felonías, aunque el 80% del Mundo sepa sobradamente de su "catecismo": Poder absoluto de unos embusteros y miseria total para el resto.

...está visto para sentencia el 'juicio' al comandante en cuestión. Reaccionar no es igual a simular; lo primero es esencial y lo segundo es eso, una simulación. Eastwood ha dejado latente el sinsentido de las Agencias de Investigación en casos análogos al que aquí, en esta película, se valora. Buen trabajo de Clint una vez más.

Muy breve:
Imagínense un pais enteramente terrorista, donde no hay un sólo policia legal. Bien, pues allí es donde va a reunirse toda la 'jerarquía' mandataria mundial. ¿Alguna lógica? Vaya porquería de tiempo perdido en visionar este bodrio.

Eso es lo que podría identificar a esta película, un claro ejemplo de lo que cotidianamente puede estar pasando cada día en cualquier parte de este mundo. Una historia sencilla, pero a la vez honesta, que refleja lo que cada uno llevamos dentro: bondad y maldad; dos conceptos que por ser antagónicos no dejan de ser 'amigos' en nuestro interior y que alguna que otra vez se alían para crear un final similar al habido en este film. Mi puntuación: 7 sobre diez.

...esa sustancia que vuelve al noble plebeyo y al plebeyo lo vuelve noble. Ese "manjar" desconocido, que cuando lo pruebas no puedes vivir sin él. Esa lastimosa realidad, que viéndola desde la 'barrera' no tienes ni idea de como puede "embestir", pero que si te metes en el ruedo y te coje... te mata.
Todos los que hemos hecho alguna "capea" con élla sabemos a toro pasado el peligro que encierra, pero como no nos ha cogido damos la experiencia por buena. ¡Mentira Puta! Nunca es una buena experiencia conocerla.
"No montes ese caballo, pa'pasar de la verdad, mira que su nombre es muerte y que te enganchará". Y lo que decía "el Ríos" era una inmensa verdad; verdad que sólo conocen, por desgracia, todos aquellos que pasan ese límite inapreciable, esa fina línea que divide la claridad de la oscuridad, una oscuridad que se me antoja densa, seca, espesa y que no debe haber forma de tragarla.
Es una suerte que los que no hayamos pasado esa línea lo podamos ver así. Otros, no han tenido esta "suerte" y se los ha tragado esa tenebrosa tiniebla, ese mar negro que los envolvió y los hundió en la más honda de las simas.
Si lees esto y estás "capeando" por las noches esa mala "vaquilla" deja de hacerlo. Podrías recibir esa cornada mortal de la que muchos nos hemos librado... de pura suerte.