La historia que se cuenta es por una parte extraordinaria y por otra totalmente humana.

Stéphanie Di Giusto trata maravillosamente una situación que fácilmente se podría deslizar desde la conmiseración al orgullo, mal entendido, de lo diferente. Sin embargo, la directora dibuja un personaje natural, autentico, rebelde, vital, singular, mujer. El rodaje de época que propone encaja a la perfección con el paisaje y los personajes sin distraer un ápice la crueldad y la emoción del guion-

La relación que mantiene el marido con su pareja, evoluciona desde la perplejidad, cargada de la experiencia vivida, hasta un romanticismo un tanto bravío que antepone el reconocimiento y el respeto, a las embestidas del pueblo ancestral infectado por la religión y los prejuicios.

Los dos personajes protagonistas sufren por circunstancias difíciles o imposibles que les ha traído la vida, que les hace mudar su disposición de ánimo hacia una naturalidad humanista, imponiendo un comportamiento difícilmente asimilable por el mundo que les rodea.

Nadia Tereszkiewicz está fantástica, hace creíbles los dos aspectos físicos que tiene que asumir en su papel, con teóricos aspectos desagradables. Es de valorar su significativa valentía artística para aceptar este trabajo.

La película se desarrolla en el siglo XIX, pero, como otras veces he pensado, posiblemente hoy día, los hechos se producirían de forma similar. ¡En las cosas importantes, que poco avanza la humanidad!

Si pueden, vayan a verla.

Thea Harrock nos cuenta una historia ambientada en los primeros años del pasado siglo, que si se piensa, bien podría también haber sucedido en el siglo XXI.
Una buena película que aprovecha las absurdas convenciones sociales de la época, la maldad inherente al comportamiento de los humanos y las excelentes actuaciones de las dos pricipales protagonistas Olivia Colman y Jessie Buckley.
De nuevo observamos, sin demasiada sorpresa, como los preceptos religiosos impactan negativamente en la vida de las personas, rompiendo hasta los incipientes lazos de amistad entre dos mujeres muy diferentes.
Un cierto toque de humor acompaña a este drama, con un guion excelente y unas interpretaciones maravillosas.
Merece mucho la pena. Vayan a verla.

A pesar de que básicamente la historia del debutante James Hawes ya la hemos visto en la gran pantalla, es de agradecer que de nuevo se ponga delante de los ojos de los espectadores el horror de los nazis.

Se nota, en mi opinión, la endeblez de los decorados y por tanto de la fotografía, pero se da por bien empleada la intención de contar la heroicidad de una familia como los Winton, interpretados por Anthony Hopkins y Lena Olin, magníficos cada uno en su lugar.

Últimamente hay muchas películas que declaran estar basadas en hechos reales, supongo que para atraer la atención del público espectador, pero en mi opinión, además de constatar en algunos casos la no verosimilitud de la trama, sobre todo en las películas presuntamente históricas, este hecho no es por si mismo suficiente. Prefiero un buen guion.

Una película que alienta el espíritu, aunque en muchas escenas se te haga un nudo en la garganta, y a veces los ojos se te llenen de lágrimas, es reconfortante para estos tiempos de avance de las ideas nazis.

Vayan a verla.

Película que trata de contar la historia de un delito cometido por amor, que en su momento provocó un gran escándalo en el conservador EE.UU., pero que a pesar de la fuerza de este argumento de partida, no da ni frio ni calor.
Todd Haynes dice literalmente "todas las vidas, todas la familias, son resultado de elecciones...". No lo creo. Las circunstancias de la vida son las que van configurando la historia de cada uno; sino, una historia tan singular y extraña, hasta delictiva en origen, como esta, estarían permitidas y no provocarían ningún rechazo en los demás.
No se entiende bien el propósito que persigue el director, el pretexto utilizado para desarrollar el guion, que puede estar bien en principio, el cine dentro del cine tiene buena prensa, en algún momento aburre y en definitiva, aunque lógicamente comprendes lo que va contando, pero su desarrollo es embarullado.
Dos grandes actrices como Natalie Portman y Julianne Moore, no aportan demasiado a la brillantez que se les supondría en una película como esta. Me da la impresión que, parece estar de moda que las actrices se involucren en la producción, la película está más a su servicio que a buscar las emociones del público que es lo que toca.
Si tienen algo que hacer, déjenla pasar.

Algo así se dice en esta excelente película. Algún iluminado dice "pequeña" y yo digo "grandiosa", una película no es grande por el presupuesto sino por lo que dice al espectador.
Emocionante, bonita, la forma de grabar las escenas de música te traslada y te hace estar sentado en la mesa donde se está tocando. Me recordaba a la música llanera venezolana, que hace 26 años escuche por aquellas tierras.
La interpretación hace que verdaderamente estemos ante un documental, Pepe Lorente, canta y toca maravillosamente y el resto del elenco hacen que te sientas involucrado en la historia.
Cuando llegué a casa, busqué, yo sabía que tenía un LP de Más Birras y encontré La Última Traición. Me transportó 30 años atrás.
La disfruté muchísimo y siguiendo la recomendación del Director la volveré a ver. ¡Hay tan pocas oportunidades de disfrutar así!
Vayan a verla y vivirán aplausos en la sala del cine que hace tiempo no se oían.
Hemos vuelto a verla ayer noche 18 de abril. Nuevo disfrute ante una película tan bonita. En esta ocasión voy a ponderar la actuación de Pepe Lorente, excepcional. Enhorabuena. Pueden ir a verla sigue en cartelera como una campeona. Disfruten un rato!!.