No entiendo a los detractores de Malick. El director ha pasado por tres etapas en su carrera cinematográfica:

-Una primera, narrativa, en la cual la información se nos daba de la manera tradicional, esto es mediante diálogos, miradas, etc. Aquí pertenecerían filmes como "Malas tierras" o "Días del cielo".
-La segunda sería un híbrido entre la primera y la tercera. Tenemos una historia narrativa pero en la que empieza (o ya hay de manera considerable) una voz en off que sirve para mostrar los pensamientos y sentimientos de los principales protagonistas. "La delga línea roja", "El nuevo mundo" y "El árbol de la vida".
-En la tercera y última etapa la voz en off se impone a todo lo demás dejando de lado radicalmente el cine narrativo convencional. Aquí encontramos sus tres últimas películas: "To the wonder", "Knight of cups" y "Song to song".

Cuando digo que no entiendo a los detractores del último Malick (porque es habitual que se compare con el de su segunda etapa) es porque el proceso hasta encontrar su estilo depurado se ha dado poco a poco y de manera regular. Terrence volverá a dirigir otra película y su estilo volverá a ser el mismo: Una excelente fotografía con personajes atormentados lidiando con problemas de la talla de la búsqueda de la felicidad, las preocupaciones familiares, la búsqueda de la libertad, etc., mientras que esto se entrecruza con voces en off y pocos diálogos, así que no entiendo el reproche a éste, su último largometraje.

"Manchester by the Sea" es de una de las películas más desgarradores que he visto en mucho tiempo. Logra que durante sus más de dos horas de metraje tengas el cuerpo revuelto. Es una patada al estómago en toda regla.

Las actuaciones por parte del reparto son excepcionales: Tenemos como principal a un Cassey Affleck remordido por la culpa, a su hermano interpretado por Kyle Chandler y la sufridora ya por excelencia en cine independiente, Michelle Williams. A todo esto se le suma, la actuación de Lucas Hedges, cuyo personaje de sobrino de Affleck, que junto a este, es uno de los roles más vistosos de la cinta.

A ello se le suma el discurso basado en sostener el plano lo que incomoda al espectador durante todo el metraje, además del buen uso del flashback para dar información y presentar personajes o bien fallecidos o bien desaparecidos en el presente.

Lonergan crea una historia en la que las personas son egoístas, solo se preocupan por si mismas, y no miran a su alrededor. Hay escenas desoladoras donde nos encontramos con un hijo al que se la ha muerto el padre, y lo único que piensa es en intentar echar un polvo con una amiga, a la que engaña con otra.

La única pega que le puedo poner es que la he visto doblada al castellano, y no puedo esperar más para volver a verla en VO, con las voces originales de los actores y las múltiples lecturas que abra en sus voces, que se pierden en el doblaje...

Andrea Arnold construye a través de "American Honey" una radiografía de lo que es hacerse mayor y dejar atrás la juventud.

Filmada en 4:3, con una excelente fotografía y banda sonora, se hace uso de primeros planos para ponernos en la piel de esos jóvenes que viajan en una furgoneta para conseguir dinero con el que subsistir, centrándose especialmente en la figura de Star y Jake (formidable Shia LaBeouf).

Mismamente ese medio de transporte se volverá en símbolo de la vida misma, siendo las personas expulsadas de la empresa y las nuevas, gente que desechamos de nuestra vida o gente que entra en ella, respectivamente.

El filme explora temas como la pérdida de la inocencia, hacerse mayor, la inseguridad, el amor, la amistad, depositar confianza en personas para ser defraudado, lo difícil que es abrirse camino, entre otros.

Mucha de las críticas afirman que la película se siente de misma manera al principio que al final. No creo que sea así. Estamos ante la transformación del personaje de Star y como afronta los cambios en la vida que elige.

Por mi podría durar tres horas más.

En pocas películas se juntas las dos vertientes del cine: El arte y el entretenimiento. Esta es una de esas cintas, ya en peligro de extinción en los tiempos actuales.

Bajo una deslumbrante (de verdad, estoy cegado de buen cine después de verla) dirección a cargo de un magnífico realizador, el cual no conocerás porque solo dirigió esta película, asistimos a uno de los mejores argumentos que, al menos yo he visto hasta entonces, pero no diré nada, cualquier información podría estropear esta cinta de tal magna calidad.

Es una película que habla acerca de los muertos, de la delincuencia, de las bandas de moteros (en una hora de entretenimiento desmonta las 92 horas de "Hijos de la anarquía") y una sátira brutal (no vista ni en "La vida de Brian") hacía las funerarias, todo esto con un toque de filosofía griega y neozelandesa, pasando por crítica dogmática hacía los textos de Stalin cuando le daba de comer a los caballos.

Poco hay que hablar de las interpretaciones, hablan por si solas, y tampoco de los efectos especiales, ya que Steven Spielberg y James Cameron se inspiraron para realizar sus mejores obras en la escena del cadáver en el barril. No lo consiguieron.

Y para finalizar tan solo decir que este filme tiene dos de las mejores escenas que ha dado el cine de la segunda mitad del siglo pasado: La persecución en moto y la persecución por las escaleras.

Cine en estado puro, señores.

Siento no coincidir con toda la crítica especializada la cual se ha encargado de dejar a esta película por los suelos.
Me ha parecido una gran película, aunque bien es cierto que tiene cosas que no me acaban de convencer como alguna que otra solución a los enigmas que propone el filme y su banda sonora, que hay momentos (sobre todo al principio) donde parece que vamos a asistir a algo muy convencional.

Los actores cumplen sobradamente (mucha atención a la conversación que se mantiene en torno a una hoguera) y la dirección está a la altura, aunque no sea el Van Sant que opta por una planificación con planos largos como en sus anteriores "Elephant", "Paranoid park" o "Gerry", por poner algún ejemplo.

Y el guión está bien también, los protagonistas cada vez se van encontrando con más dificultades y la película se encarga de meterte en su propia piel, aunque repito como decía antes, que algún que otra solución está como muy cogida por los pelos, y esto irritará a más de uno.