La animación es de una calidad brutal, y la historia durísima. Pero, aunque en algún momento no sabe a qué palo jugar, creo que es una película bastante interesante.
Lo que más me gustó es como el personaje no puede alejarse de ese resentimiento que ha tenido durante tanto tiempo, aunque hay algún momento de reencuentro conmigo misma.
Me encanta la escena del pasado que se va mostrando hasta una resolución que no es la que nosotros pensábamos por los comentarios de la protagonista.
Lo dicho, una película que se puede leer a diferentes niveles y que en todos alcanza la excelencia.

Sin explicar la trama más allá de la sinopsis, en este documental se nos explica el encuentro de una pintora con uno de los ladrones que robó dos cuadros suyos.
La forma en la que está rodada, cómo juega con los puntos de vista de cada uno, dando el tiempo justo a cada escena, entendiendo fácilmente las motivaciones, los miedos y las preguntas que se plantean mientras se van conociendo.
El timeline que sigue hace que tengamos sorpresas en la historia, lo que nos mantiene en todo momento atentos a la misma.
Obviamente la historia es real, pero nos narra las cosas de una forma tan peculiar, que te olvidas de que es un documental y te encariñas con los protagonistas, lamentando tener que despedirte de ellos con un final muy poético y apropiado.

Ayer la ví en el preestreno, y es una pena cómo la película se va desinflando conforme avanza. E el inicio es espectacular, incluyendo la entrada en el mundo virtual de Sam Flynn hasta el encuentro con su padre y algo que sucede posteriormente que no desvelaré para no estropear nada.

A partir de aquí se acaban las sorpresas, y veo copia de escenas emblemáticas de Star Wars o situaciones enormemente similares, así como un regustillo de fondo a ciertas lineas argumentales de El Señor de los Anillos. Una pena que no haya querido ahondar en el mundo virtual para buscar una inspiración en un argumento algo más complejo.

Es cierto que la película TRON tenía un guión naif y unos efectos visuales revolucionarios para la época, pero tenía el encanto de la obra sin pretensiones que sin quererlo se convierte en película de culto. The Legacy ha querido ser directamente una película de culto (puede que con secuelas) y se ha quedado en la mitad de lo que prometía.

En suma, me quedo con la primera parte de la película, los efectos especiales y la magnífica banda sonora. Por cierto, si podéis no la veáis en 3D, es muy inferior en este aspecto a Avatar o a Cómo enseñar a un dragón.