Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Catalina Hepburn
Críticas 1
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
11 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La rasgada mirada de Barbara Streisand deja al espectador, una vez más, absorto en la pantalla de un televisor que nunca tendrá tamaño suficiente para hacer justicia a unos rabillos capaces de intuirse infinitos.

Y es que si algo recuerda el espectador de <<Tal como éramos>> al cabo de los años, además de su agridulce sabor (más dulce que agrio), es el azul de los tristes ojos de una Streisand que en la película se presentan más llorones de lo habitual, y más tristes por ende. Ella misma cuestionó en un principio a Pollack un guion que, según Barbara, recurría demasiado a la lágrima, y ella misma reconoció años más tarde que los momentos escogidos para hacer uso de la misma fueron los idóneos. Ni faltan ni se exceden. Además, al contrario de otras cantantes que prueban suerte en el mundo del cine, las lágrimas de Streisand sí son de las reales, de esas que hacen que el que llores seas tú.
En resumidas cuentas, una actuación brillante la de Katie, con un personaje muy definido que se va dejando amoldar a medida que avanza el filme para tratar de encajar en un mundo que ni comprende ni aprecia, con el único propósito de que su apasionado amor por el otro rubio protagonista no se vea desplazado a un segundo plano por la impetuosidad de unas creencias e ideales que normalmente dificultan el paso a todo lo demás. El quid de la película será, básicamente, si dicho amor es justificación para rechazar a las ideas que, en palabras de la protagonista <<forjan su persona>>.

En cuanto a Redford, en pocas películas sus silencios dijeron tanto. Es notable la diferencia de guion entre los dos actores (en términos de amplitud), obviamente a propósito del reflejo de dos personalidades opuestas. Calladito, carismático, y cómodo, pero absolutamente enamorado de una Streisand por la que durante toda la película te preguntas si va o no a luchar. La sensación que da su personaje es de que, a ratos, le cuesta quererla. Y de manera comprensible, parece preguntarse de manera constante hasta qué punto el amor es suficiente para precipitarse a la incomodidad de una vida activa, social y políticamente hablando, en una época donde eso de la política no era tan garantista como lo es hoy.

Dos personajes contrarios con un amor encontrado. Un amor fuerte, muy fuerte. De los que quedan en la retina del espectador, gracias en parte al talento de sus intérpretes, en parte a la maestría de su director. Mención especial a los primerísimos primeros planos del baile de Universidad, para mayor gloria de Pollack, que juega con el color, la luz, y los fundidos encadenados de una manera brillante de principio a fin.
Catalina Hepburn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow