Normalmente, los remakes o extensiones de películas antiguas suelen decepcionar, sin embargo, “El origen del planeta de los simios” es un filme realmente bueno y de una calidad superior, tanto por su trepidante ritmo como por los efectos especiales de asombroso realismo. La historia cuenta todo un embrollo surrealista, pero lejos del ridículo, da credibilidad a lo increíble. Con todo esto y con un personaje estrella, César —interpretado de manera ejemplar por un gran artista: Andy Serkis—, nos dejan con ganas de más y con el deseo de ver la segunda parte que llegará a los cines en 2013.

Destacables los gestos y expresiones de los monos, que de manera muy natural y sin exagerar parecen reales, y aún y cuando más humanos se hacen, sus comportamientos y la comunicación entre ellos a falta de palabras —solo con miradas o señas— es apabullante. Un trabajo inteligente y brillante en el que el simio César y sus congéneres primates se roban el show, ya que aunque James Franco es un gran actor, en este filme está un poco descafeinado, y el personaje de la chica, se queda bastante al margen del argumento principal y de todo su interés.

Hace más de un año que se anunció en los medios la producción de esta película, una producción esperada entre los fans de Shrek y entre los fans de este personaje en concreto: “El gato con botas”. Las expectativas estaban muy altas y aunque no defrauda, tampoco se puede considerar la mejor película de animación del año.

El argumento de esta película, “El gato con botas”, se aleja completamente de aquel argumento original del cuento (que data del año 1600 aprox.) recopilado por Charles Perrault —aunque también se dice que fue recopilado por los Hermanos Grimm— en el que el gato con botas es la herencia que deja un molinero a su hijo menor, al que no le quedan más posesiones que su recién heredado gato, pero que acaba siendo de gran ayuda, ya que el felino con su astucia y basándose en ingeniosos engaños, consigue convencer al rey de que el hijo del molinero es en realidad un marqués y con algunas triquiñuelas logra que el rey acabe otorgándole la mano de su hija, la princesa, al supuesto noble.

La película de Dreamworks, por el contrario, está basada en el cuento de “Jack y las habichuelas mágicas” —también llamado “Juan y las judías mágicas”— en el que unas judías al ser sembradas, se convierten en un tallo enorme que llega hasta el cielo, donde se encuentra un castillo que guarda un increíble tesoro: un ganso que pone huevos de oro. La misión de nuestro gato aquí, es encontrar las judías y hacerse con el ganso, con lo que, en lugar de un cuento tenemos otro, pero no por eso es menos interesante.

Los personajes están muy bien definidos, todos ellos muy al estilo Shrek, y la voz de Antonio Banderas se lleva todo el mérito de la pícardia del protagonista, puesto que con sus frases coloquiales y su acento tan característico, hace que —por lo menos en España— se disfrute al máximo con algunas expresiones autóctonas que le dan personalidad al peludo forajido.

El gato, aunque humanizado, no deja de ser un gato, y cuando nos recuerdan que este animalito maulla, bufa, se lame o ronronea, entre tantas aventuras y persecuciones, es cuando se crea el contraste que consigue la gracia. Un buen rato con este minino y sus amigos —y enemigos— nos trae el género de animación este año a los cines, no obstante, este filme no llega a deslumbrar del todo, tal vez se deba a que con Shrek nos acostumbraron tanto a este peculiar tipo de humor, que ya ha dejado de ser una sorpresa.

Loco y estúpido amor —como ha sido llamada en castellano— es una película que no debería pasar desapercibida, pues aunque parezca la típica comedia romántica americana, esta cinta habla —de una forma ingeniosa y brillante— de amores de niñez, de adolescencia, de temprana edad adulta y de mediana edad adulta. Dotada de un variado reparto y de considerables dosis de acidez y dulzor, tiene un argumento curioso para reír e incluso para llorar en algún momento de emoción.

Steve Carell es conocido por títulos comerciales como Virgen a los 40 o Sigo como Dios, sin embargo, cuenta con algunas películas de calidad superior como Pequeña Miss Sunshine y ahora Crazy Stupid Love, y aunque no se aleje mucho de su repetitivo personaje, está correcto en esta cinta como padre de familia y marido en crisis matrimonial. El reparto cuenta además, con grandes nombres como Juliane Moore y Marisa Tomei, que le dan a esta comedia un aire más sofisticado; Kevin Bacon, que aunque tiene un personaje pequeño se hace notar; y Ryan Gosling, que realiza una interpretación bastante destacable y memorable.

Las diferentes historias y personajes se entremezclan, como ya es habitual en muchas películas y desde hace algunos años, no obstante, este filme tiene una chispa especial, con personajes con profundidad y con varios sub-tramas para que el espectador se sienta identificado en alguno de los aspectos de la vida sentimental: desde la idealización del primer amor, los posteriores desengaños, y la promiscuidad; hasta la rutina del matrimonio, cuando se ha estado casado durante muchos años con la misma persona.

Una serie que va ya por la quinta temporada y que lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en ella es: evolución. Un protagonista impecable, un actor impecable para un asesino impecable como es su personaje. Una historia dinámica, un guión bien preparado, un poco de sangre y he ahí los ingredientes de este boom televisivo que no es otro que Dexter.

La primera temporada nos dejó con la boca abierta a muchos de los espectadores de esta serie, más que nada por la brutalidad y la originalidad con que seguimos la vida de un asesino en serie como el good guy, y por lo sorprendente de el inicio de la historia, nudo y desenlace en toda la temporada. Parecía que sólo veías la serie por Michael C. Hall que desde el principio caló su personaje con absoluta precisión, y que aunque lo demás no se sostuviera sin él, solo seguirías la serie por no perderte esta genialidad de trabajo.

Sin embargo, a medida que transcurrían las temporadas, los demás personajes fueron ganando terreno, los demás actores fueron haciéndose a sus papeles poco a poco y ahora la serie como equipo de elenco ha ganado más fuerza a medida que transcurren los capítulos.

Eso sí, por otro lado baja la emoción de la primera temporada porque las cosas ya no sorprenden tanto como al principio. No porque la serie haya perdido calidad, el guión o sus actores, si no porque han acostumbrado a los seguidores a ese nivel de sorpresas en la trama y porque a medida que pasa el tiempo la historia va cambiando haciéndonos sufrir algunas veces más que otras.

Los ingleses no dejan de sorprendernos. Y es que ahora con Misfits le dan la vuelta a los estereotipos haciendo de ellos los personajes más originales y divertidos de los últimos tiempos. Una serie de TV sin prejuicios, sin protocolos y sin tabúes. Una serie de TV no apta para niños, pero si para adultos que aprecian el humor gamberro y ácido, que no temen a ver sexo y drogas en la pequeña pantalla. Y con un lujazo de banda sonora para acompañar el ritmo brutal de las imágenes.

De entrada el argumento no es nada del otro mundo: 5 chicos que adquieren super poderes cuando les cae un rayo en una tremenda tormenta. Series de super héroes tenemos a puñados en todas las épocas y de diferentes países, todas ellas con una entrada muy prometedora pero que a medida que avanzaban perdían gas hasta quedarse en el olvido. Misfits explota el argumento al máximo llevándote por caminos inesperados y dándote diversión por vena non stop.

Los actores están espléndidamente escogidos para sus personajes estereotipados y necesarios, que encajan en el grupo de los 5 como un puzzle perfecto. Humor irreverente, acontecimientos surrealistas y de delirio que te sacan muchas carcajadas de escándalo, y que sin miedos a la posible veta de algunos países, sigue contando las cosas como son en realidad en algunos sitios de las grandes ciudades y de como la viven algunos jóvenes. Eso si, todo contado entre super poderes y extravagantes situaciones. Vaya… y eso que ahora con la obsesión por el tabaco, prohibirán que los personajes fumen en televisión…. pues que harían con una serie como Misfits? Por donde empezarían a vetar?

Serie recomendable a tope!