En mi opinión, a esta película se puede llegar de dos maneras:

- Por casualidad. Te puedes encontrar con ella en una tienda o un videoclub, leer la sinopsis y cogerla.
- Por ser un friki. Eres un cinéfago incorregible ávido de serie Z y solo era cuestión de tiempo que dieras con ella.

Yo llegué a ella un poco de las dos maneras. La compré por 1 euro tras leer la sinopsis (casualidad). Al tenerla leí sobre ella y descubrí el tipo de peli que era. Leí alguna crítica de las que se despachan a gusto con ella (critican sus aspectos técnicos) sin haberse dado cuenta de qué va la vaina, ese tipo de críticas que me animan a ver este tipo de films.
Como aficionado a este tipo de cine, no me esperaba ninguna calidad a nivel técnico y no me sorprendió cómo estaba filmada. La dirección era muy torpe, pero estaba hecho así premeditadamente.
El problema llega cuando ves que no se aprovechan las posibilidades que te da este estilo. Normalmente estas películas se basan en humor grueso, sexo y casquería, pero aquí lo intentan sin conseguirlo. El humor lo intentan transmitir a través de unos largos diálogos que a mí particularmente no me hicieron gracia. La casquería y el sexo aparecen pero de forma muy comedida para mi gusta. Si a esto le sumamos la larga duración (excesiva para lo habitual en el subgénero), hace que resulte pesada y aburrida y eso es algo que no puede permitirse la obra.
Como puntos a favor podría citar que tiene alguna gracieta original, que hay una escena tórrida de Manuela Velasco que merece la pena y que tiene un correcto desenlace; pero no compensan el tedioso ritmo de la película.
En conclusión, no me esperaba una obra de arte pero sí pasar un rato divertido y entretenido y no fue así. Intento fallido.

Impresionante documento necesario para entender el movimiento punk en España. A través de testimonios de primera mano, relatados por los propios protagonistas del movimiento, nos introducimos en el universo punk (y hardcore) más auténtico. Poco profesionalizado, irreverente, radical, provocador y, sólo en algunos casos, hasta contestatario. Pocos de los protagonistas de este documental siguen en activo como músicos debido en gran parte a su negativa a profesionalizarse, no estaban en ésto para ganar dinero.
He de decir que yo nací cuando se produjo esta explosión de rabia y que, personalmente, prefiero escuchar música que se realice de forma más profesional y elaborada pero se me hace imprescindible conocer la historia de estos pioneros que muchos se empeñan en enterrar.
Y es este documental básico para entender las inquietudes que tuvieron y los problemas a los que se enfrentaron los integrantes esta generación de auténticos punks. Muchos perecieron, otros siguen en activo (Fermin Muguruza, Evaristo), otros están hechos polvo (no hay más que verles) y otros se apartaron del rollo y solo pueden darnos una visión nostálgica de lo que fue pero todos ellos contribuyeron.
Desde esta visión retrospectiva se alcanza a entiende el por qué y el cómo de muchas cosas. He visto muchos documentales sobre la música (y otras disciplinas artísticas) y la forma de vida de la época y éste me parece de los mejores. Básico.

Sorpresa en todo lo positivo del término es lo que me he llevado al ver este logradísimo thriller rural. Me esperaba algo bueno, de calidad, pero no tanto. Desde el primer momento te atrapa con su espléndida presentación de los personajes. Poco a poco te vas dando cuenta como se va desarrollando la trama y sin apenas darte cuenta estás metido en la peli de cabo a rabo.
Sorpresas, pero esta vez en lo negativo, se llevan todos o casi todos los personajes del film desde los protagonistas hasta los secundarios (aunque esta distinción no es del todo correcta ya que es una obra que resulta bastante coral). Personajes perfectamente definidos por el guión y muy bien interpretados que debido a la casualidad van entrando en un círculo vicioso del que es difícil salir.
También bien creada la atmósfera desasosegante gracias a una gran fotografía.
Thriller rural a la española de gran factura.

Espectacular documental sobre naturaleza con un punto de comicidad infantil. Una hora y media de impactantes imágenes que se pasan en un suspiro. No estamos ante el típico documental de ritmo tedioso sino ante una cascada de situaciones surgidas en el sur de África narradas de forma ágil y divertida. Jamie Uys siembra aquí el germen de lo que serían sus posteriores éxitos "Los dioses deben estar locos".
La comicidad viene dada principalmente por el guión, que parece hecho para los más pequeños, y que se ayuda de la música y algunos efectos sonoros para hacer que se esboce una sonrisa en nuestro rostro.
Quizá se eche en falta algo más de crudeza ya que la naturaleza en ocasiones es cruel (ninguno de los feroces depredadores que aparecen se sale con la suya) pero de ser así perdería su carácter alegre. Y es que el director no trata a sus personajes como si de un documental se tratara sino como si fueran sus propias creaciones y los quisiera demasiado para hacerlos sufrir.
Otro punto fuerte es el de no incluir el típico mensaje ecologista de manera explícita y pretendidamente moralizante (como en muchas obras actuales), aquí el amor por la Naturaleza está implícito en cada secuencia y se deja notar.
Tras casi 40 años no ha perdido vigencia. Obra a rescatar del injusto olvido.

Con una premisa, a priori, interesante se desarrolla esta regular película. La premisa no es otra que la de un rico que tiene que vivir como un pobre durante algún tiempo. Leyendo la sinopsis se puede pensar que nos podemos encontrar ante un film interesante. Pero nada más lejos de la realidad. Todas las dificultades que se plantean se resuelven con mucha facilidad convirtiendo el film en una serie de situaciones muy blanditas que no nos llevan a ningún lado. El dramatismo y desesperación que podríamos esperar, dado el punto de partida, no existe. Esto se podría perdonar si por lo menos hubiera algún gag efectivo o situaciones cómicas de algún tipo pero no hace esbozar ni una sonrisa. En fin que ni se aprovecha el potencial dramático ni el cómico que podría tener.
La escasa duración de la cinta (apenas una hora) es en este caso una virtud dado lo poco que nos ofrece.