Mi conclusión, tras finalizar esta serie, es que si querían hacer un thriller de ficción deberían haber escogido un tema diferente. Cómo cineastas que se han atrevido a tocar un tema tan serio como la violación, existe una responsabilidad de autoeducación y análisis profundo del contenido que crean cuando se trata de un tema tan delicado. Los mensajes implícitos y explícitos además de los personajes transmitan mensajes al público que perpetuan estereotipos de género dañinos y peligrosos. Podéis leer más ejemplos en la zona spoiler.
spoiler:
Por ejemplo, Clara la frutera, después de averiguar qué Cesar, el personaje de un policía corrupto y agresivo, que además ha amenazado a su sobrino-hijo y a Alba, le sigue dando oportunidades a pesar de ir descubriendo los delitos que va cometiendo, hasta aceptarlo como pareja al final de la serie e invitándolo a traer a su hija enferma de cancer que recibe tratamientos muy caros en Houston, lo cual es su excusa para perdonarle ser un criminal que para la familia Entreríos. ¿En serio? ¿Es sano hacer ver que no importa la de veces que te decepcione una persona, incluso con delitos graves como el asesinato de cuatro chicos jóvenes? ¿Está bien dar el mensaje de que si estás enamorado hay que perdonar y aceptar al hombre? Me parece muy fuerte.
Al mismo tiempo, existe el doble rasero de que Mercedes la villana de la poderosa familia Entreríos pierde el mando de la empresa familiar por ser extorsionada con un video en el que aparece quitándole el oxígeno al patriarca de la familia para que se muera. Al fin y al cabo los dos son asesinos, pero a uno se le pone en una luz más tenue y se le recompensa y a la otra se la castiga.
Y ni hablar del personaje de Alba, que da la imagen que después de ser violada por tres psicópatas, no solo acaba quedándose en el pueblo donde se los tiene que encontrar en cualquier momento, sino que sigue manteniendo relaciones con su novio que supuestamente también la ha violado (aunque al final no es así). Vamos a ver cariño, después de ser violada por un grupo de animales, no te conviertes en detective para investigar y tender trampas a tus violadores para poder acabando metiéndolos en la cárcel. El impacto psicológico de una violación es muy serio y no me parece adecuado dar el mensaje de que tienes que ser fuerte hasta el punto de hacer el trabajo de la policía para resolver tu propio caso de violación.
Y eso no es todo, durante momentos de la serie, parece que el novio de Alba, Bruno, parece ser más la víctima él que la misma Alba. Vale, al final resulta que no la había violado, pero él fue el que escogió tener como amigos a una panda de hijos de puta psicópatas que en ningún momento ocultaron sus opiniones sobre las mujeres, quienes para ellos no más son un objeto para usar y tirar. Perdona, pero Brunito, tu también tienes tu parte de responsablididad.
Y vamos, que no se salva ninguno porque hasta Tirso, ex novio de Alba y camello que le pasa drogas a los violadores, incluyendo la droga que se usa para que las víctimas de violaciones no puedan resistirse al ataque, se calla durante la serie entera que el tuvo su parte de culpabilidad por vender esa droga. Ahora así, al final de la serie se entrega a la policía y es un tío majísimo que continua siendo amigo de Alba y pasa a ser novio de la mejor amiga de Alba, Bego. Y todos tan felices y contentos. Vamos, que no es normal que el tío que vendió la droga usada para que violaran a Alba, haya estado de perrito faldero toda la serie apoyando a la victima de la violación y que al final de la serie, como acaba entregrándose, todos amiguísimos.
Bueno, podría escribir muchas críticas acerca de muchos otros personajes, pero captáis la idea ¿no? Esta serie está llena de mensajes machistas dignos del patriarcado más nocivo. Una pena.