Bueno pues como película no es gran cosa, pero puede servir para que las mentes morbosas encuentren un aliciente más para rememorar la historia de una pareja de psicópatas canadienses, llamados Karla Homolka y Paul Bernardo.
Ahora que como un pequeñísimo aliciente ya que aunque el personaje de Paul está francamente bien interpretado por Misha Collins , el personaje de Karla , está alejado de la realidad si nos atenemos a buscar la veracidad con los hechos reales, en la película narran a una Karla más como víctima y no tanto como verdugo, esto último puedo yo misma confirmarlo ya que siempre me intrigó la historia macabra de esta Barbie y Ken, y desde luego hay cantidad de información que así lo atestigua, ella en la película quedó en bastante buen lugar ..un gran fallo y una falta de desconsideración-
Por otra parte la película tiene momentos bastante duros y bastante reales, como la violación a la hermana pequeña.
Lo mejor el principio, la banda sonora inicial una maravilla, te mete en el tema, lo demás si no hemos leido mucho sobre la historia real, se deja ver ,está bien dirigida.
Por lo menos no está exenta para nada de polémica, tardaron tiempo en conseguir productora y los familiares de las víctimas intentaron por activa y pasiva que no se llevara a la pantalla.

Esta historia te desgarra por dentro.
Te habla del amor en mayúsculas, de seguir tus sentimientos , tus principios, tus ideales...
El tozudo y soñador protagonista(Christopher Eccleston extraordinario) es íntegro hasta el final ...amando y deseando...padeciendo ..sufriendo (que mirada tan intensa), y fascinante Kate Winslet en un papel que exigia darlo todo y ella dió mucho más, voluptuosamente bella, creíble, palpable...

Pelicula intensa donde las haya, donde se entremezclan en un delicioso baile : el pecado, la lujuria, el amor, la desesperación....Brillante en su papel Jeremy Irons , con esa mirada intensa que te da un punzón en el corazón.

Como siempre su director Adrian Lyne, cuidando la luz, la fotografía,(como me gusta que se haya elegido un director tan poco hipócrita) el vestuario y por supuesto magistral Ennio Morricone que compuso una banda sonora impresionante e imprescindible para sentir "fuego en las entrañas".