Muy buen argumento, honesta y triste, porque la vida en ciertos momentos también lo es. Pero lejos de ser sombría se muestra como una oda a la vida. Interpretada por dos grandes de la escena británica la actriz Jean Simmons, nos deleita con la interpretación de un papel que parece expresamente escrito para ella y, James Wilby, quien proporciona la tensión dramática de esta película. Incluso nos sorprenden con el actor Jamie Dornan en un papel intimista, en el que se nos muestra, que no son necesario los diálogos extensos para crear un buen personaje.

Excesiva, es el mejor adjetivo que la puede calificar. Excesio tiempo, excesivos flashbacks, excesivos el número de personajes por actor/actriz, más que nada por que no queda claro el por qué. Pero lo más penoso de esta película es el montaje, no entiendo la necesidad de cortar tanto las escenas y saltar de una época a otra sin ton ni son, a no ser que lo que se pretende es "liar al personal" de manera gratuita. Es la muestra de todo lo que no se debe hacer: desperdiciar una novela interesante y un gran elenco de actores.