Reconozco que soy un prejuicioso hacia las madres adolescentes, por lo cual, quizás eso me limite a la hora de analizar esta película.

Los diálogos y los estereotipos me parecieron bastante adecuados y buenos por su contexto. La película no te hará apreciar más a las madres adolescentes, pero sí llegarás a entender mejor su situación y comprender su condición humana (como es mi caso).

Me parece una excelente película-documental en clave de humor con tintes dramáticos de las madres adolescentes. ¡Es una imagen muy fidedigna! En ese sentido, la película se merecería un 10, pero hay otras cosas que no me gustaron.

A los protagonistas les falta más agresividad, todos aparecen siempre muy tranquilos, cuando tienen problemas y conflictos. Luego hay otro asunto, pero lo dejo para el Spoiler.

No sé si esta película era meritoria de un Oscar, pero la verdad, comparada con otras de la misma temática (me refiero a las que echan por las tardes los fines de semana en Antena 3 y Telecinco) es una joya.

La película es bastante satánica de por sí. Yo diría que "El exorcista" es una película para beatillos en comparación con esta (dicho sea entre comillas lo de "para beatillos").

Todo forma parte de la doctrina del Vudú, de la cual, el asesino que se reencarna en el muñeco de Good Guys es practicante. El niño de la película pide uno de estos muñecos (que ya son ganas, con lo feo que es el cabrón) y el muñeco desea realizar sus venganzas posteriormente.

Quizás uno de los mejores filmes del año, junto con "El curioso caso de Benjamin Button" y "Camino". Alejandro Amenabar recrea con fidelidad histórica, artística y científica la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, la tensión entre paganos y cristianos y la vida de Hipatia de Alejandría, una de las mujeres más admirables en la Historia.

Algunos pensarán que esta película se hace para atacar sentimientos religiosos y puede ser que algún que otro ateo amargado la utilice para decir "Mirad lo que hizo vuestra Iglesia", pero esa clase de personas son las que no han captado el mensaje de Ágora, que promulga la crítica de ideas mediante la razón y no mediante la agresividad. Por otro lado, aparecen aspectos positivos del cristianismo, como el perdón o la compasión hacia los más desfavorecidos.

Ágora nos invita a reflexionar constantemente, a darnos cuenta de que hay más cosas que nos unen que cosas que no separan (esto lo planteó Shakespeare en "El mercader de Venecia", con un monólogo del personaje judío).

La fotografía es estupenda y pienso que al verla en pantalla pequeña debe perder mucho.

Esta serie, al contrario que "Compañeros", "Al salir de clase" o "Física o Química" muestra el lado tierno del adolescente... Vamos, que de pasar a un adolescente ridículo hemos pasado a un adolescente maricona...

Una se queda preñada, está al lado de su padre, luego, el hermano, un freak de la vieja escuela, defiende a su madre. Al Adrián se le mueren los padres y se enamora de la prima de su ex-novia, y a partir de aquí no sé que ocurre. Luego hay un vampiro, que no sé lo que pinta en un colegio de estos lares (todos sabemos que los niños anticristos se van a EEUU).

Por suerte, la serie no duró para siempre y no sé qué fue de los actores. El que hace de Adrián salió en el Peque Prix (el Gran Prix de los niños, por si no habíais nacido en aquella época) pero aparte de eso...

Una de las peores series de la televisión española y del mundo. Los guionistas de estas series (véase Compañeros, Nada es para siempre, Física o Química) ven a los adolescentes como personajes obsesos con el sexo, pringaillos que se casan con inmigrantes y luego aparece el novio de la misma para endiñarle de hostias, mequetrefes que se meten en sectas, etc.

Lo peor de todo es que era una serie eterna, que nunca acababa. Bendito sea el día en que dejó de emitirse al fin. El guión no hay por donde cogerlo, si esta serie era vista es por las caras bonitas que aparecen, porque ya sabemos que a un adolescente le pones un par de tetas delante (en el caso de que sea varón) o un torso musculoso desnudo (en el caso de que sea hembra) y le da igual la mierda que le sueltes.