Parece una buena historia, pero definida en el melodrama en vez del terror.
El conflicto real de la trama tarda en aparecer, y una vez se muestra, las situaciones y reacciones de los personajes se precipitan. Los personajes pasan de un estado a otro sin darle tiempo a la historia de haberlo construido, resultando acciones injustificadas. Eso sí, el elenco lo defiende, sin duda son unos actorazos.
Creo que los directores tratan de justificar el terror dando varias pistas: el oficio de sastre, el rígido pasado educacional, los dogmas religiosos... pero no consiguen integrarlos, dejándose llevar más por lo grotesco "por que sí".
Tiene buenas ocurrencias, pero necesitan una construcción. A nivel estético funciona muy bien.

Raúl Arévalo es muy lindo en cámara y prometedor director.
Me encantaron los detalles de planos y movimientos de cámara, la primera escena está muy bien hecha.
Los personajes están definidos, me gustó el trabajo de los actores.
Recomendable para los que echan de menos el buen cine español. Aunque la estructura de este trhiller ya la hemos visto antes (Oh! dioses de jollibud!), lo cierto es que funciona muy bien y a buen ritmo; además, se agradece el sabor de casa.

Es interesante descubrir todo el esfuerzo y dedicación que los actores demostraron a la hora de representar esta película, tuviero clases particulares para trazar los acordes y las disposiciones. Christopher Walken, hace, en mi opinión, un personaje muy sobrio, con su característica tranquilidad y enseña también un lado tierno dentro del círculo de relaciones que conectan a estos personajes. Sin embargo, no me engancha la trama, no aparecen grandes resoluciones ni considero que se reflejen grandes pasiones, que, sin embargo, son muy fuertes en la música que envuelve toda la película.

Se trata de una de esas películas para ver en el cine. Tiene una fotografía preciosa y la actriz, que también aparece en "Nader y Simin, una separación" (película ganadora de un óscar), es capaz de ponerte los pelos de punta. Buen comienzo y buen final, te descubre otro mundo a través de los ojos de la protagonista, que mezcla inocencia y emociones muy viscerales.
Sin embargo, aunque trata bien la trama, puede resultar lenta.

Imposible decidirse por Paul o Elizabeth en cuanto a interpretación. La película, da al público muchos más datos que la obra de teatro de Tennessee Williams. Está un poco masticada para no dejar recovecos, pero es igualmente buena. Aunque tiene otra estructuración que la obra, es muy acertada para la adaptación al cine.