En 2001, “A todo gas” de Rob Cohen, fue una cinta que entró de tapadillo. Las grandes apuestas de taquilla de Universal para ese verano fueron “Parque Jurásico III” y “El regreso de la momia”.
Ambas fueron películas de cuestionable calidad, pero pertenecientes a grandes franquicias, por tanto “The Fast & The Furious” no lo tuvo fácil.

La película fue en esencia un remake de “Le llaman Bodhi” aplicando el mundo callejero y fuera de ley a las carreras ilegales en vez del surf.
Fue una película destinada principalmente a hombres jóvenes que buscaban coches, chicas cañón y testosterona. ¿Tiene eso algo de malo? Si sabes a lo que vas, no.
La película no tiene grandes errores, pero tampoco tiene casi ningún acierto. El guión funciona para la historia tan cliché que propone, pero la atmósfera no es para todo el mundo, personalmente yo no conecto con ese ambiente barriobajero de trap, bandas y coches caros.
Más allá de los automóviles en cuestión, hay que mencionar a Vin Diesel, que ya había aparecido en “Salvar al soldado Ryan”, despegó justo en este momento.
¿Hizo una buena actuación? No. ¿Le pone todas las ganas? Sin duda.

Personalmente opino que los grandes descubrimientos en cuestión de reparto fueron el tristemente fallecido Paul Walker y la magnífica Michelle Rodriguez.

En conclusión, “The Fast & The Furious” (A todo gas), es una película dosmilera descerebrada, que simplemente se puede ver.
5/10.

Pd: Sobre el resto de la saga, la 2 era simplemente entretenida, la 3 y la 4 dos bodrios enormes, la 5 era divertida, la 6 y la 7 son blockbusters absurdos de gran calidad visual, la 8 es una pasada absurda pero muy divertida, y la 9 es un bodrio infumable.
A ver como sigue esta saga…

¡Ay, la madre! Hace años que no veía una película tan mala sin que fuese intencionadamente.
“Una rubia muy legal” puede no ser ningún peliculón, y realmente no lo es.
Por tanto, cabía esperar que si se hacía una secuela, no tendríamos mucho que perder. Al ser una cinta humilde, no habría forma posible de estropearla, ¿Verdad?
Ésto no es como lo que pasó con “Batman & Robin”, que se encargó de enterrar el legado cinematográfico de la saga clásica de Batman. ¡ES MUCHÍSIMO PEOR!
Si bien, he ido a comparar esta secuela con una de las películas y secuelas peor consideradas de la historia del cine, tengo que decir que ésta es peor que el film de Joel Schumacher de 1997.
Y si en la primera, el personaje de Reese Witherspoon caía simpática pese a parecer a priori bastante simple, en ésta secuela no nos queda ni eso.
La trama habla de leyes y políticas de Washington D.C, algo que ni me va ni me viene.
¡Para que la gente se queje luego de la política que aportó George Lucas a las precuelas de Star Wars!
Luke Wilson y Bob Newhart están rescatables. Todos los demás me sobran bastante. Creo que hasta Sally Field parece desubicada.

En resumen; muy mala. 1/10.

Básicamente George Lucas y el equipo del presente y pasado de Star Wars a fecha de 2002, nos hablan de R2-D2 como si fuese una estrella de Hollywood excéntrica a lo Robert Downey Jr o Carrie Fisher.

No os esperéis un documental serio sobre el obstinado cabezudo, es una parodia o falso documental, breve pero muy divertido.
Si sois fans de Star Wars, os lo recomiendo ampliamente.

En general puedo resumir esta crítica con un “¡Wi, wi, wiwiwiwi!, como diría el bueno de R2.

“No nos pelearemos nunca más”.

Porque ¡Madre mía!, ¡Qué desmadre de serie!, dejemos claro que “Jurassic Park” no es un Universo ficticio que dé para crear una basta y profunda historia llena de lore, personajes, conflictos y situaciones variopintas.
Ésto no es “Star Wars”, el mundo de Harry Potter, el universo de “Star Trek” o la Tierra Media de Tolkien.

“Parque Jurásico” es una fascinante aventura de dinosaurios, magníficamente realizada y filmada, una película que se basó ligeramente en una novela de Michael Crichton y dejó boquiabierta a toda una generación.
En 1993, ese film fue algo absolutamente sorprendente, y si bien ésta obra daba para expandir su historia a una o dos películas más, “Parque Jurásico III” ya fue un poco flojilla.
Y aunque no hubiera sido el mejor cierre de franquicia, ahora creo que lo mejor habría sido dejarlo todo ahí.
“Jurassic World” de Colin Trevorrow no me pareció mala película, y la idea de cruzar esta serie con la misma, es más que interesante.
Lamentablemente éso únicamente funciona en la primera temporada, sin embargo mi favorita es la segunda.
Todo lo que fue después es absolutamente desastroso, primero porque muchos personajes como Dave, Roxie o la pareja de cuarentones malvados de la segunda temporada, son extremadamente estúpidos e insoportables.
Y segundo porque con la cantidad de dinosaurios que hay, los guionistas se empeñan en seguir creando aberraciones de híbridos y dar importancia a las relaciones entre los personajes principales.
Ésto es especialmente llamativo a partir de la cuarta temporada, donde empiezan a meter robots, drones que controlan dinosaurios bajo la orden de hombres malvados, que son empresarios corruptos y amoríos adolescentes.
En esa temporada en particular, los guionistas lograron lo imposible; que un romance adolescente me interesase más que un espinosaurio.

Y esto es desgraciadamente aplicable en mayor o menor medida a toda la serie. Los dinosaurios son algo circunstancial que solo está de fondo, y los protagonistas son como seis versiones adolescentes de Eric Kirby, que son capaces de logros mucho mayores, y no son ni la mitad de carismáticos.
Tampoco existe un buen equilibrio entre personajes humanos y dinosaurios, y desde luego ni siquiera los dinosaurios tienen un protagonismo equilibrado.
Lo más positivo que puedo decir de la serie es que no abusa de los velocirráptores y el tiranosaurio rex, que por mucho que sean los mayores iconos de la saga, ya son bastante recurrentes en las películas.
Podría decir que mis dinosaurios favoritos de esta serie serían Toro; el Carnotaurus y Bulti; el Ankylosaurus.
Los Baryonyx y los Sinoceratops no están mal, y recuerdo también un cameo bastante chulo del ceratosaurio. Todo lo demás, me parece irrelevante.

Admiro especialmente la gran idea de los guionistas al llegar a la cuarta temporada; “Se nos han terminado las aventuras en Isla Nublar. ¿Qué hacemos? ¡Pues vamos a Isla Sorna!”

Puntuación: 4/10.

Después de tantas aventuras de José Luis Torrente que nos trajo Santiago Segura a lo largo de muchos años, nuestro simpático director, guionista y humorista madrileño que cuenta con tres premios Goya en su haber, decidió explorar nuevos horizontes en los que desenvolver sus mencionados talentos.
Y lo más interesante es que desde 2018 está trabajando mucho para poder presentar una película por año.
La primera de estas nuevas comedias, fue la divertida y “ocurrente” (Dentro de lo original que se puede ser en un remake) “Sin rodeos”, protagonizada por una maravillosa Maribel Verdú.
En 2019, llegó con “Padre no hay más que uno”, una divertida comedia familiar sin pretensiones, que era en realidad un remake de otra película argentina. Con esa película, pude pasar uno de mis ratos más divertidos del año en el cine, así que puedo afirmar que Santiago Segura sabe bien que a veces no hace falta crear películas extraordinariamente complejas para agradar al público.
Porque ni “Vengadores: Endgame”, ni “Star Wars: El ascenso de Skywalker” me ofrecieron una experiencia tan agradable en el cine.
La primera por ser demasiado larga, y la segunda por ser un cierre pobre y desesperado, así que claramente puedo decir “Padre no hay más que uno” me gusta bastante.

En 2020, se estrenó “Padre no hay más que uno 2” contra viento y marea, y con todo en contra por lo difícil que fue aquel año cinematográficamente hablando. También me gustó esa película, y fue especialmente necesaria en ese momento.

Para 2021, de forma muy inteligente, Santiago Segura se reinventó, y en vez de estrenar la tercera entrega de su nueva saga familiar, nos trajo otra comedia familiar de temática algo diferente.
Y si he de ser sincero, ésta película también me gustó mucho.
Es, ¿Como no? remake de una comedia francesa estrenada ese mismo año. Lo importante es que esa cinta estuvo especialmente bien para ofrecernos algo similar, pero con un sabor fresco y diferente.

En 2022, Santiago nos ha traído “Padre no hay más que uno 3”, una película que no ofrece absolutamente nada nuevo.
Tenemos más conflictos entre Javier y su familia, con la presentación de Carlos Iglesias en el papel de su suegro (Papel que originalmente iba a interpretar Antonio Resines), y a la pequeña Cristina, que nació en la película anterior.
La dinámica entre los niños puede ser divertida todavía, pero por desgracia ya parece más trillada que el origen de Batman, los cameos ya no son divertidos, y lo que termina pareciendo la cinta es un conglomerado de sketches sin un hilo conductor fijo.

Llevo yendo al cine a ver todas estas películas de Santiago Segura desde 2019, y sinceramente ésta ha sido la primera que no me ha hecho reír ni una sola vez. Así que podría decir que he salido ligeramente decepcionado.