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Críticas de Barón Vadeaux
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Críticas 61
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
9 de abril de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Re-cycle me atrajo rápidamente, su premisa resulta muy atractiva: una autora sin ideas se ve arrastrada a la dimensión de todos los borradores que ha abandonado, un mundo surrealista y extraño lleno de deshechos mentales. Genial. La película arranca bien y logra que el personaje empiece a parecer interesante, por lo menos al principio. Entrados quince minutos en la película, uno se encuentra con tópicos del terror asiático de pelos, cuando nuestra protagonista empieza a alucinar con apariciones.

Hasta ahí, todo es bastante vulgar, facilón y tópico. Cuando la escritora cruza a esa otra dimensión, el interés de la película crece poco a poco, pero luego vuelve a decrecer. Lo cierto es que los pasajes por sus ideas abandonadas no dice demasiado del personaje, y mientras que podría haberse hecho una apasionante historia introspectiva que nos ayude a profundizar en la psicología de la protagonista, lo único que nos dan es un pasaje del terror. Las escenas se suceden una después de otra sin excesiva relación, y aunque todas ellas tienen su gracia, la mayoría de ellas son meramente secuencias de escasa relevancia simbólica y argumental, un show de escenitas de terror, efectos especiales y buena dirección artística.

A su favor, decir que la película tiene personalidad propia, en contra, que no es muy buena personalidad. ¿Imaginativa? Sí, sin duda, y bien realizada. Pero tanta imaginación, si no está canalizada para decir algo, se queda en un museo de ideas chulas que no llevan a sitio alguno. El personaje de Angelica Lee podría haberse vuelto fascinante, y sin embargo es bastante neutro, todo lo que prometía al principio queda insatisfecho, ella es meramente un títere de la galería de efectos especiales, no despierta especial empatía. La resolución final tiene una cierta gracia, pero no logra en momento alguno que la película deje poso.

Vamos, si os apetece un paseo por un reino surrealista e imaginativo, probad mirar Re-cycle, pero si esperáis que os expliquen una historia satisfactoria con buenos personajes, mirad en otra parte. En Re-cycle, el guión es sólo un contexto sin apenas importancia para la exposición lujosa de buena dirección artística, nada más.

PD: Vi la película subtitulada, y yo no sé decir nada en chino, pero me dio la impresión de que la niña que acompaña a la protagonista es una pésima actriz. Además de una voz chirriante, parece pronunciar todo con énfasis y realizando pausas muy extrañas...y digo que no entiendo nada de lo que dice, pero parece recitar todo con estridencia y de memoria.
Barón Vadeaux
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3
31 de agosto de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El lobo estepario es un libro absolutamente fantástico, y no cabe duda que nadie que se haya dirigido a ver esta película lo habrá hecho sin haberse leído el libro. ¿Por qué? Pues porque no hay razón alguna para ver esta película- de la cual nadie se acuerda- si uno no ha tenido un primer contacto con el libro. Claro que entonces uno se lanza de cabeza y con entusiasmo, ¿y cómo ha adaptado el director esta obra tan compleja? ¿Lo logrará? La mayor intriga de la película no es el desarrollo del argumento- porque ya sabemos como termina- sino saber si al final la película será una obra maestra incomprendida o un bodrio.

Normalmente cuando una película es poco creíble y generalmente insoportable, la quito a mitad, pero hice una excepción con El lobo estepario. Cierto es que al principio parece que la cosa funcionará, cuando se lee el Tractatus de lobo esterpario con escenas de dibujos a lo Terry Gilliam, y Max von Sydow ofrece una interpretación más que satisfactoria de Harry. Pero todas las esperanzas se ven frustradas rápidamente por Dominique Sanda, esta hermosa señorita que por muy guapa que sea, actúa peor que una piedra con una cara pintada. Esta señora, que aparece todo el resto del metraje, parece hacerlo todo como si tuviera un palo en el culo y estuviese soltando todas sus líneas de memoria y sin entenderlas. Luego aparece Pablo, interpretado también por un chico muy guapo pero que, para contrarrestar lo aburrida que es Hermine, directamente se lanza a la sobreactuación de lo más amanerada. Además, qué mal canta el chico. Y finalmente está Goethe, interpretado por una especie de enano histriónico.

Pero yo no la quité, no. Me dije, "de aquí a veinte minutos, esto entrará en una psicodelia y paranoia de lo más entretenida, como en el libro". Efectivamente, lo hace. Pero no como en el libro, sino con escenas del libro convertidas en horrible psicodelia setentera de la peor calidad. La intriga se terminó: vale, Fred Haines no lo ha logrado. Porque mientras qu ela novela de Hesse es atemporal, el producto de Haines es una cosa de su época, y no una buena. Y con lo que me gusta a mi la psicodelia alucinatoria...pero es desastrosa en El lobo estepario. Tratar de sustituir la imaginación y la fuerza descriptiva de Hesse por fondos dibujados a lo Karel Zeman (pero en mal y cutre) y encima aderezarlo todo con horribles actuaciones y filtros...ay, ay qué cagada.

Steppenwolf demuestra que una adaptación fidedigna de un gran libro no implica una buena película. Y sí, la adaptación es muy muy fiel, a lo mejor por eso fracasa, porque intenta llevar al medio visual cosas que pertenecen a la literatura. Siendo sinceros, que esta peli no funcione...no es ninguna sorpresa. Pero que funcione tan mal...tan desastrosamente mal...

Le doy un tres por la actuación de Max von Sydow, lo único que hace que esta película sea preferible a una tortura con electrodos en los huevos.
Barón Vadeaux
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10
14 de marzo de 2009
128 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
Synecdoche (cuánto cuesta escribirlo) es una película que, lamentablemente, está condenada al fracaso comercial. Es cierto que Kaufman se ha llevado a si mismo demasiado lejos, el hilo está tan tensado que cualquier roce lo partiría. Synecdoche está al borde de ser una película verdaderamente insoportable. Esa fue mi primera impresión, cuando en mi primer visionado la quité a los primeros veinte minutos, hacía un sol precioso fuera y no era cuestión de amargar el día con algo así de grave y deprimente.

Dos días después, esta vez de noche, llegó la segunda oportunidad. Kaufman es genial, y se la merece. Poco a poco ese tono grave y casi agresivo del principio fue suavizándose- no demasiado- para dar paso a destellos de imaginería onírica, a escenas que parecen privadas de sentido, a un argumento tan retorcido que casi cuesta cierto esfuerzo asimilarlo. Pero si te has abierto a lo que el director te quiere contar, la película empieza a fluir de forma magnífica. Y no es para menos, las pretensiones que tiene son altísimas: a través de un personaje a veces penoso, a veces genial y principalmente ridículo, Kaufman trata de abordar tantos ámbitos de la vida que uno no puede sino quedarse anonadado con la facilidad con la que va de un extremo a otro, con su forma de retratar con estilos originales una filosofía del desarraigo. Principalmente es una película en torno a la muerte, sí, pero bajo un existencialismo según el cual la muerte es todo. Ciertamente es nuestra única certeza, un perfecto punto de partida para abarcar tanto. Al lado de esto, Adaptation es un juego de niños.

Es una película confusa, fluctuante, a veces deliberadamente disparatada, a veces surrealista, a veces brutalmente sincera. El truco para disfrutarla es permanecer abierto, intentar sentir más y entender menos. Una vez aceptada la invitación a este carrusel de apariencia inconsistente, se empieza a divisar una unidad en todo, la mente genial tras la extraña espiral de sucesos que rodea la película.

Las mejores obras de arte suelen requerir mucho del lector o espectador, requieren de la imaginación para rellenar espacio, para dar sentido a las escenas. Requiere saber jugar con lo presentado, dejarse llevar y llevar a la vez. Puede confundirse con pretenciosidad vacua, pero a mi parecer esto es genialidad. Rayuela no se lee como se lee Harry Potter. Del mismo modo, Synecdoche no se ve como se ve una película de James Bond. Hay que permanecer abierto, y entonces todo se revela por si solo. Pocas películas son capaces de conseguir esto. Si Kaufman no existiese, habría que inventarlo.
Barón Vadeaux
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8
15 de abril de 2008
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo quiero ser Takashi Miike. No me cabe ninguna duda. Alguien que es capaz de tener público y dinero y capacidad de producir aún haciendo lo que le sale de los huevos es alguien que se merece todo mi respeto.

Bien, seré breve: esta es otra de Miike, pero no es lo mismo (claro que nunca es lo mismo). Pero en el caso de Western Django hablamos de un nivel superior, sin alcanzar aún a "Bird people from China", pero siendo sin duda una de las mejores películas del japonés, terriblemente divertida a la par que dramática, con sus giros absurdos y sus momentos plagados de imaginación, creo que es casi imposible que cualquiera con una mínima tolerancia con el estilo particular de Miike no disfrute de ella.

Larga vida al sushi western.
Barón Vadeaux
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6
28 de marzo de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Planos de gente limpiando ropa! ¡Planos de gente comiendo! ¡Planos de gente durmiendo, y más gente durmiendo!

Sí, es cierto, esta es una de las películas más lentas que he visto en mi vida. Sí, cierto, en ocasiones es terriblemente aburrida. Aburrida con buenas actuaciones, buena fotografía, buena composición de imágenes, buen de todo pero aburrida. En otras ocasiones es hermosa e interesantísima, sobretodo hacia el final la cosa gana mucho, cuando Tsai Ming-liang pensó que tal vez hacía falta dejarse de planos infinitos de gente durmiendo y pasar a planos infinitos de escenas con más carga. Eso sí, antes de eso, una hora de escenas terriblemente largas. Sólo gente con mucha paciencia y mucho amor al arte podrá disfrutar de lo nuevo de Ming Liang, y yo tengo paciencia y amor al arte suficiente como para no odiarla, pero debo reconocer que por momentos me estuve planteando dejarla a medias. Si la película no tuviera su particular clímax y golpe de gracia cerca del final (y ese magnífico plano de cierre), seguramente le hubiera votado un cuatro por coñazo, los cuatro puntos por méritos técnicos (ah, hablar de poner notas al arte y de méritos técnicos, me hace sentir tan fabulosamente frívolo, tráiganme mi corona de laurel y mi brandy). Como al final la paciencia del muy paciente espectador es recompensada con una evolución magnífica, la considero cuanto menos interesante, aunque aún fallida para audiencias que, como yo, esperábamos algo más fresco al nivel Sabor de la sandía (que era lenta pero mantenía el interés).

Pero advertencia a los posibles espectadores: esta es una película compuesta por larguíiiiisimos planos, donde los personajes principales de la película no dicen ni una sola palabra (literalmente), salvo el trabajador indio que creo que debe tener tres o cuatro frases en las dos horas de metraje. Por ende, los que hayan leído esto, ya saben a lo que van, así que si no os apetece, realmente, mirad otra cosa.
Barón Vadeaux
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