Los cineastas nos acercan al modo de vida habitual de los pescadores de Urk.
Me parece bastante interesante, excepto cuando los personajes actúan (de manera estática, como si fueran estatuas parlanchinas). Esto último para mí devalúa el trabajo.

Qué es el amor? Ophüls nos traslada a través de sus ojos a la Viena de 1900, donde varios personajes hacen su “ronda” amorosa y de paso nos dan que pensar: qué es lícito? Qué es moral? Lo harán los demás también, o sólo yo?
Cine clásico entretenido, destacan para mí la sólida interpretación de Anton Walbrook, el vestuario, la luz y los decorados.

Aquí no hay endulzantes, ni efectos rimbombantes. Ni giros.
Este film de Bresson es como un grito desgarrador, del que no sale ninguna voz. Y si sale, nadie escucha.
Retrato de la desconexión humana, de su galopante miopía espiritual.

Relato de gente perdida (mental y emocionalmente). Historias mínimas, "prescindibles", del día a día, terrenales.
¿Mala película? Todo lo contrario: te adentras en un mundo real, en un film de actores, de emociones básicas, vitales.
Primer largometraje guionizado y dirigido -también interpretado- por el inconfundible Steve Buscemi. ¡Me encanta este tío!
Interesante también ver en papelón con que nos deleita Chloë Sevigny, en uno de sus primeros pinitos como actriz. Se la veía venir.
Y hablando de actrices, a mí siempre me encanta disfrutar a Debi Mazar en acción: atractiva en todo lo que hace, y en cómo lo hace.
¡Gracias Steve!

Por defecto, todo lo que haga Glenn Close procuro verlo en pantalla grande.
Y en el teatro: tuve la suerte el año pasado de ver en directo en Nueva York la producción de Broadway de "Sunset Boulevard", con Glenn Close como protagonista. De verdad, a la gente -yo incluido- se le saltaban las lágrimas de emoción, disfrutando de la profundidad con que Close desgranaba su personaje. Maravilloso.
Volvamos: la humanidad de Joan Castleman -"La buena esposa"- (con todo lo bueno y mucho de malo) avasalla, y me hizo pensar si yo sería capaz de vivir del mismo modo. Humildemente, no lo sé...
El film muestra con mucha sensibilidad las dos caras de la verdad: la de la apariencia externa, social, de cara a la galería (Facebook?) y la de puertas adentro, más auténtica, más profunda, menos desenfadada.
¿Porqué nos cuesta tanto a los seres humanos mostrarnos tal cuál, libres, descargados de pasado, niños?
La película no responde, pero sugiere la pregunta de manera inteligente.