Hace un par de horas entré a la sala de cine con la intención de ver el preestreno de una película que prometía ser más o menos decente. Para ello, me llevé conmigo un enorme batido de arándanos (variedad Earlyblue), aderezado con unas gotas de Trøjka. Hora y media después, me hallaba potando este delicioso brebaje por doquier, mientras despotricaba soezmente (cual Payot) contra la directora y los actores de este blockbuster palomitero y veraniego. Y sí señores, el verano ha llegado y no porque se refleje en el tiempo, ni por las polleces que digan cuatro metereólogos, sino porque este tipo de filmes rancosos empiezan a brotar de todas partes.
A pesar de la corta duración de este mediometraje, su lento y monótono ritmo provoca hastío hasta tal punto, que te da la impresión de llevar lustros encerrado en el cine. A todo esto hemos de sumar la aséptica actuación de todos los personajes y, sobre todo, el pésimo final que, todo hay que decirlo, va a tono con el resto del argumento.
A tenor de lo dicho anteriormente, desaconsejo este film a todo crítico de Filmaffinity a la excepción de Carlos Boyero, el cual creo que amará fervientemente esta infame bacalada.

Serie del todo rancosa y lamentable.
Los actores son patéticos, especialmente el casposo y sudoroso Oscar Jaenada, que hace el paupérrimo papel del Jack Sparrow español. El resto son igual de lamentables, empezando por Aitor Mazo, el cual lleva un disfraz comprado en los chinos y unas patillas mal cortadas pegadas con superglue. Por otra parte, Pilar Rubio demuestra tener menos dotes interpretativas que Paquirrín y, a su vez, un buen par de atributos.
Si a toda esta bazofia le añadimos es masivo plagio realizado al blockbuster Piratas del Caribe (que por copiar han copiado hasta el logo), tenemos ante nuestros ojos una serie infumable y penosa.

Estaba el otro día en casa viendo la tele y, tras ver la mierda de programación de siempre, decidí poner el canal de cine. Ponían Pulp Fiction, una peli de la que me habían hablado muy bien, y como era de Tarantino, me puse a verla. Dos horas y pico después, me preparé un batido de mirtillos azules (variedad Earliblue) y reflexioné acerca de lo que había visto. Saltos temporales de locura (que me recuerdan a Mauro con su sixaxis), diálogos ingeniosos y sublimes, un Travolta resucitado, un Samuel L. Jackson soberbio, un Bruce Willis haciendo uso de una Olga Cotano (katana)...todo ello dirigido por la mano maestra de un Quentin Tarantino, que hasta tiene tiempo de darse unos minutitos de gloria en pantalla (como ya hizo en Reservoir Dogs).

Sigo sin entender porque a mucha gente de mi generación le gustaba esta cochambrosa españolada.
Es una serie con una trama fecal y simplona a la que, sin éxito, se le intentan sumar sucesos "emocionantes" y "espeluznantes", una verdadera lástima.
Los actores hacen actuaciones pobres y desenfocadas y lo único que se salva son las bufas de Teté. Además, Fran Perea no pintaba nada en la serie y la creación del grupo de música Santa Justa Klan fue el colmo del horterismo.

Nos hallamos ante otro blockbuster palomitero y veraniego de Peter Berg.
Se trata de una película que tiene un argumento completamente descafeinado y sinsentido, que no lleva a ninguna parte, y que no produce satisfacción alguna. Es más, te deja un sabor amargo y nocivo, que recuerda mucho al de los arándanos negros ("Bosccinium Angustifulium").
Por otra parte, la actuación de los personajes es bastante aséptica y solamente salvable en el caso de Will Smith.