Esta película agrupa un conjunto de 5 historias en diferentes ciudades, en las que la trama gira en torno a un taxista y la persona o personas que lleva en una jornada de trabajo a altas horas de la madrugada.

En general no me ha parecido que las historias tuvieran mucha chicha, ya que obviamente, no hay mucho tiempo en cada una de las ellas, pero tampoco aprovecha mucho el tiempo que tiene. Todas tienen, en menor o mayor medida, toques de humor y yo creo que ahí es donde esta película se salva. Por eso mismo y también por la gran actuación de Roberto Benigni, la historia de Italia es la más destacable.

La mayoría de actores están a un gran nivel, con personajes de lo más extraño, con por ejemplo, un gran papel de una jovencísima Winona Ryder.

Viendo esta película en el año 2021, 30 años después de su publicación, impacta el cambio generacional. A parte de la menor calidad de imagen, los coches se ven muy antiguos y extraña ver tanto tabaco, aunque creo que esto último fue aquí exagerado a propósito.

Eché en falta que no hubiera representación española, en la que sin duda, el Fary tendría que haber sido el protagonista.

Para quien le haya hecho gracia el rollo de esta película le recomiendo que vea la serie La cantina de medianoche: Historias de Tokio (2016), en inglés Midnight Dinner.

Historias independientes desgranadas en un discreto restaurante de Tokyo.
Gran variedad de situaciones y personajes, identificado cada uno con un plato típico japonés.
Argumentos profundos explicados con la tradicional sobriedad japonesa.
Un ambiente solitario pero a su vez acogedor y agradable.

(Vistas 3 temporadas)

Una 1ª temporada redonda, perfectamente hilada y resuelta.
Altas dosis de tensión y de comedia. Personajes carismáticos y entrañables.

La 2ª y 3ª temporada estiran el chicle de la 1ª. El argumento se fuerza en exceso y pierde coherencia.

(Vistas 10 temporadas)

Serie con muchos altibajos, hay capítulos y situaciones super interesantes, pero en otras ocasiones puede llegar a grandes niveles de absurdez argumental.

Me cuesta calificarla como serie de zombis, porque desgraciadamente estos afectan bien poco al devenir de la serie. Podrías substituir el apocalipsis zombi por un apocalipsis nuclear y poca diferencia habría.
Finalmente la serie se convierte en lo que muchas otras, conflictos entre diferentes bandos, muertes, venganzas y el dominio alternativo de unos sobre otros. Todo ello aderezado de un gore en ocasiones extremo y con poca justificación.

El carisma, la variedad y la evolución de los personajes hace que esta serie merezca la pena.

El transcurso de la serie dentro de un mundo post-apocalíptico, que podría considerarse incluso realista, la hace interesante solo por ese hecho. Además, durante las 7 temporadas consigue evolucionar ese mundo, renovando la frescura de la serie en este sentido y plantear situaciones novedosas continuamente, que puede hacerle a uno pensar.

Donde no estoy muy de acuerdo es en como la acción transcurre, que no me parece del todo lógica. Aunque las acciones de los personaje suelen ser acordes a su carácter, creo que en demasiadas ocasiones no es así, y como pasa en series como Perdidos, el afán de tener siempre conflictos y enemigos en la serie, provoca que esa coherencia se pierda. Va a lo fácil con demasiada frecuencia.

Eso sí, los personajes me han parecido bastante carismáticos.

La serie puede ser en ocasiones algo gore, pero creo que siempre de forma justificada.