Me he llevado una gran decepción, no sé si el libro será mejor, pero ya no tengo ganas ni de leerlo.
Un tío de 30 años se enamora de una niña de 15 sin venir a cuento y resulta que es la hermana de la mujer con la que hace poco tuvo un accidente. Jóder.
Se tira por lo menos 20 minutos mostrándonos a Luis Tosar en el coche o en la oficina con Extremoduro de fondo, cuando por fin habla con la chica, son todo encuentros con ella y conversaciones para conocerse mejor, con distintas palabras, pero que vienen a decir lo mismo.
Luego ya, cuando queda media hora, se pone algo interesante, con un teléfono y una persecución estropeados con un final que no tiene nada de sentido.
Es muy aburrida, me esperaba conversaciones más profundas o más emoción. Deberían haberle sacado más partido al personaje de la hermana, que descubriera la relación o algo por el estilo. Sería una típica película de amor en la que el impedimento es la familia, pero tendría más sustancia de la que tiene.

Daniel Sánchez Arévalo el director de Gordos y de otras tres películas más -y varios cortos- tiene ese don tan especial de dotar a los personajes de realismo y sobretodo de profundizar en su personalidad.
Gordos es una película coral, sus protagonistas son personas insatisfechas con su cuerpo y con sus vidas. El terapeuta, la alegoría de la hipocresía, el novio de una de las pacientes, un santurrón del calibre de Ned Flanders (en mi opinión, la historia de esta pareja es la mejor contada, la más realista y la más bonita, al final) y la familia de otro hombre que va a terapia, un hombre que en un principio no le importa estar gordo y un egoísta que piensa que sus hijos son un estorbo (esta historia, desde luego es la que más intriga tiene, en el caso que les pasa a los mellizos, aunque hay una cosa que no me cuadra y contaré en spoiler)*
El protagonista es Enrique, interpretado por Antonio de la Torre que pese a hacerlo muy bien, no es su mejor actuación, su historia es la más surrealista de todas; un comerciante de productos para adelgazar que finalmente engorda y como él se define "un heterosexual reprimido"
Respecto a las críticas a los desnudos y a las escenas de sexo, sí las hay, pero ¿decir que solo hay esto? Por favor, la película está llena de historias, situaciones y conversaciones interesantísimas y muy buenas. (Cito y comento algunas en spoiler)**
Cuando vi AzulOscuroCasiNegro, de este mismo director, escribí una crítica y dije que sus personajes "son el perfecto reflejo de la gente que sufre". Sí, es así, pero no dejaban de ser situaciones muy peculiares, en cambio en esta película lo vuelve a hacer con sentimientos que todo el mundo sentimos o hemos sentido alguna vez transportados a una experiencia personal.
Cabe decir que esta película fue la que menos me llamó la atención de las 4 (El tráiler no me incitó a verla) y en cambio, es la mejor de todas.
Si queréis sentiros comprendidos, vedla.

Tenía muchas ganas de ver esta película ya que si sigues eres seguidor del cine patrio, estás casi obligado a verla.
Pese a clasificarse en drama, yo he sentido, además, lo mismo que el protagonista (Juanjo Ballesta, la gran revelación del cine español de ese año del que ahora apenas se sabe algo) miedo o incluso terror, cuando te pones en la piel del protagonista, entiendes su mirada, sus silencios y no ves para nada raro sus "hijo de puta, ojalá te mueras". Es totalmente realista; no oculta nada ni exagera nada, las situaciones son totalmente cotidianas.
La recomiendo porque es necesaria aunque hay escenas bastante duras, bueno, sobre todo una, casi al final.

El corto trata de dos personas que tras bastante tiempo chateando, deciden conocerse en persona. Una cosa muy común en estos tiempo. Ricardo Gómez y Carlos Areces reflejan muy bien la inseguridad y el miedo que se puede sentir antes de ver a la otra persona.

No se me ocurre mejor título para la crítica de esta película; sin palabras. Cuando terminé de verla me quedé así, porque una película me ha comprendido mejor que muchas personas. Los sentimientos de los personajes son el resultado del reflejo de lo más oculto de gente que lo pasa mal.