No seguiré el formato de crítica que usaba antes; simplemente compartiré mi opinión y en spoilers, lo que me gustó o no.

"Poor Things" es una película que definitivamente no es para todos. Mucho tiene que ver la cantidad de escenas de contenido altamente explícito, así como situaciones que pueden considerarse bizarras en el sentido anglosajón de la palabra. Además, contiene imágenes que, están lejos de ser un "body horror", pueden resultar complejas para aquellos a quienes no les gustan. Sin embargo, en algunos casos ayuda conocer el estilo del director para saber que es lo que vas a encontrar en esta cinta.

Por mi lado, me pareció una película sumamente entretenida. El arte visual me pareció fantástico; en particular, me encantó la onda medio "cyber punk" que le agregaron, junto con los colores, el vestuario, la escenografía y algunos lugares que parecen sacados de los sueños de alguien. Si había una intención más allá de lo evidente del director en estos planos o algún mensaje subliminal, no tengo idea, pero vaya que sí los disfruté. Por otro lado, omitiendo la explicación de la trama, esta se centra en la evolución de Bella, la protagonista, y considero que ese camino de "la heroína", aunque tal vez no tiene tanta amplitud o profundidad en ciertos tópicos abordados, es lo suficientemente intenso y controvertido. El 70% de esto es producto de la magnífica actuación de Emma Stone, quien hizo el papel de su vida en este largometraje. Desde sus gestos, su lenguaje corporal, miradas, cambios en la personalidad y todo: 10 puntos. Mark Ruffalo también me sorprendió mucho, haciendo un papel que no estamos acostumbrados a ver en pantalla; su química con Emma es innegable, aunque también es sabido que él tuvo siempre a Emma como la protagonista y la dejó brillar. Evidentemente a cinta tiene a estos dos como pilares y es lo que sostiene lo vertiginoso de todo.

El ritmo de la película está en un punto medio. No creo que sea un bodrio, ya que tiene bastante sustancia interesante que te hace reir, sorprenderte, indignarte, avergonzarte (ese famoso "cringe" que la actual juventud tanto repite), pero tampoco es una película fácil de digerir, como para verla sin nada más. Sé que la crítica de varios va tal vez hacia el mensaje; algunos, por ejemplo, critican la forma de abordar a los personajes masculinos, otros están en contra del tinte ultra feminista que puede tener, mientras que otro grupo esperaba una mayor profundidad en otros aspectos de materia filosófica tales como la existencia, el ser o la ética, en vez del descubrimiento "carnal". Pero les digo algo, a pesar de que yo soy contrario a los extremos, disfruté mucho la película: me divertí, la pasé muy bien y, como dije arriba, esto es responsbilidad de la espléndida actuación de la protagonista.

En resumen, "Poor Things" no sé si llegue a ser la película del año...por momentos es algo errática y tiene resoluciones un tanto fáciles para lo presentado en la premisa; no obstante, en lo visual, en la parte estrambótica y en los momentos "más raros" que vas a encontrar, que garantizo no serán pocos, considero que posee una excelente ejecución. La película no es que sea pretenciosa, muchas veces la gente la vuelve así y de ahí sale el séquito de odiadores que les molesta cuando alguien es pretencioso con un largometraje que no les encantó.

“Milagro en la Celda 7” es una de las tantas películas de las cuales se ha venido hablando en redes sociales en esta época en la que gran parte de los países hispanohablantes nos encontramos en cuarentena y bastante sensibles como para ver un drama como este. En lo particular, ignoraba que se trataba de la adaptación de un largometraje coreano estrenado en 2013; sin embargo, a pesar de no haberlo visto, debo decir que esta cinta me gustó, me pareció en términos generales fluida e interesante, aunque también existen algunos detalles, de los que les hablaré en las siguientes líneas, que considero le bajan un poco la calificación general.

La historia gira en torno a Memo (Aras Bulita), un joven padre quien sufre de una discapacidad mental y que tiene una hija, Ova (Nisa Sofiya), quien quedó huérfana desde su nacimiento. Los dos viven con la abuela de Memo, él la ayuda con algunas labores como pastoreo de ovejas y a pesar de su condición, su objetivo por sobre todas las cosas es hacer feliz a su hija. La situación se complica cuando en un confuso incidente es acusado de asesinato y llevado a un penal de alta seguridad para que cumpla su condena.

Con esta premisa es que nos vamos involucrando en la parte central del argumento, que es la estancia de Memo en prisión y los posteriores acontecimientos que estarían definiendo su destino. En relación a ello, las actuaciones en su mayoría están bastante bien, destacando dos particularmente: la de Aras Bulita como el protagonista y la de Iker Aksum como Askorozlu, el líder de la Celda 7. A pesar de esto, ocurre que en el transcurso de la película se nos presentan diversos personajes que se conocen muy, limitándolos a ser ejecutores de acciones específicas que son necesarias para la trama sin ganar mayor detalle.

Respecto al desenvolvimiento de la historia, el ritmo es ágil y sin muchas complicaciones; el nudo principal se plantea de una forma razonable, pero considero que a partir de cierto punto antes de llegar a la mitad, los eventos se empiezan a volver predecibles, tal vez más de la cuenta e incluso faltando mucho para el final, tienes una idea clara de cómo terminaría. Por otro lado, los acontecimientos más tristes de la cinta están diseñadas específicamente para derramar lágrimas adrede y es que conforme avance el filme, este tiene un efecto que altera la sensibilidad de los espectadores; aunque también cabe recalcar que hay situaciones que resultan ser un alivio cómico para que la historia no sea tan trágica. Finalmente, hay ciertas eventos -las especificaré en Spoilers- que traen a colación momentos cumbre de otras películas hollywoodenses con las que comparte una esencia similar.
En cuanto a fotografía y música, considero que el director sí se preocupó bastante de ambos detalles, especialmente de la banda sonora y de las canciones cuidadosamente escogidas para las escenas más memorables. Técnicamente se podría decir que el filme cumple con lo demás sin sobresalir.

En síntesis, la película pese a tener una carga emocional muy fuerte, termina siendo no tan pesada, tiene momentos muy lindos para reír y llorar, buenas actuaciones puntuales y definitivamente nos hace pensar en el amor padre-hijo. Definitivamente, algo tierno y diferente para ver en estos días.

El personaje del Joker es sin duda en el mundo del cómic, uno de los más enigmáticos, complejos y fascinantes villanos jamás creados, tanto por su complejidad como maestro del crimen como por su personalidad psicópata que puso en más de una ocasión en aprietos a Batman. Desde su primer tráiler, “Joker” evidenciaba que estaríamos frente a una ópera prima de origen del personaje en la cual se calaría más en el realismo de su esencia, aislando por un momento cualquier concepto que ya teníamos sobre el villano y mostrándonos un punto de vista totalmente distinto. El objetivo no era fácil y la valla estaba alta, pero Joaquin Phoenix ha terminado deslumbrando en su actuación, lo ha entregado todo, en cada mirada y cada paso. Es un hecho que se avizoran nominaciones por el excelente trabajo efectuado, tanto para el Oscar como posiblemente para el Globo de Oro.

Ahora bien, ¿qué es lo que mejor funciona en “Joker”? En ese sentido, es importante entender el análisis que se puede hacer desde tres enfoques según mi criterio: la perspectiva del ferviente seguidor de DCU, el punto de vista del mensaje-crítica social y finalmente, como película independientemente a su género.

En el primer punto, no es difícil percatarse que muchos seguidores de DC han quedado deleitados con la cinta; definitivamente trasciende al género en cuanto a profundidad. Es casi imposible emparejarla con otro largometraje en que se haya deconstruido de tal forma a un antagonista tan icónico, con lo que para muchos ver esta personificación sumamente realista fue un elemento que sin duda sorprendió y complementa la información existente que tenían del personaje, los satisface en la forma de ver matices que son independientes a lo que ya habían visto en los cómics o historias previas; termina siendo algo nuevo que mágicamente les hace sentido absolutamente, como un amor a primera vista en el que saben y sienten que funciona. A esto hay que sumarle la sutileza con la que se han introducido algunos elementos sobre personajes y situaciones de Gotham que muchos fans han aplaudido.

Luego tenemos otro enfoque que está relacionado con el mensaje, la crítica social y reflexiva de la que incluso muchas personas han estado haciendo publicaciones en redes sociales, cuestionando (y extrapolando) situaciones a nuestra sociedad en donde existen víctimas del sistema y de la indiferencia. Lo más impactante del filme diría que es tener la perspectiva de la enfermedad mental de Arthur, cómo se enfrenta hacia la infinita crueldad que abunda en una ciudad violenta, oscura y que va perdiendo la esperanza de mejora. Ahí se puede ver a detalle el día a día de una persona que sufre sus condiciones, experimentamos milimétricamente sus emociones, temores e inquietudes, nos cuestionamos posibilidades tanto en la trama como en la realidad. No empatizar es difícil, así como no comparar situaciones ficticias con las diversas atrocidades que ocurren día a día. Lo que más funciona es justamente que la cinta cala profundamente en nuestra conciencia a partir de lo que Joaquín Phoenix nos transmite con su dramatismo, por momentos nos acongoja muchísimo y tales sensaciones nos llevan a una profunda compasión por el débil. Curiosamente, detrás de esa debilidad se escondía finalmente la maldad, la locura, la psicopatía; Arthur es víctima, pero también termina siendo un monstruo a quién jamás podríamos justificar alguna de sus acciones más allá de entender lo que lo arrastró a eso. Esa dualidad de sentimientos es lo que varios críticos y espectadores aclaman de “Joker”.

Finalmente, tenemos el tercer punto de vista que lo considero un poco más neutral, ya que al fin y al cabo una película tiene distintas aristas, no solamente es una actuación formidable o la interpretación libre de un mensaje poderoso que cada persona interioriza y procesa de distinta forma, sino también una suma de otros elementos que van desde la fotografía, banda sonora, complejidad de la trama y calidad en los diálogos, así también como originalidad de la película per sé. Seguramente no fui el único al que se le vino a la cabeza Travis de “Taxi Driver” o Alex de “La Naranja Mecánica” por poner solo dos ejemplos de filmes complejos que ya han integrado óptimamente el trasfondo de crisis social y no solamente dependen del protagonista, porque en “Joker” es imposible imaginarse alguna escena medianamente memorable sin Joaquin Phoenix y en líneas generales, eso es lo que termina sobreponiéndose. Al mismo tiempo, no es que técnicamente o en la forma haya algún error evidente. ¿El argumento sencillo funciona? Sí. ¿Los diálogos están buenos? Sí, en su mayoría. ¿Hay giros inesperados? Sí, algunos más impactantes que otros. Pero a pesar de que me pareció buena, no me terminó de llenar al 100%, algo repetitiva por momentos pero que sobre todo centraliza el vértigo en un solo individuo; un largometraje según mi perspectiva no puede depender exclusivamente de una interpretación ya que sin contar a Murray (Robert De Niro), considero que ningún otro personaje termina siendo un “cómplice alturado” en la trama y quedan pequeños vacíos donde se evidencia una “joker-dependencia” para que justamente no tambalee el ritmo la historia.

Para cerrar, sería bueno que hagan el ejercicio de cambiar a la figura de Joker por ‘Pepito Perez’ y la interpretación de Joaquín Phoenix por una más modesta… ¿la trama y película seguirían sosteniéndose sólidamente como para ser considerada realmente una obra maestra con todo lo que implica? Lo dudo y es por eso, a pesar de contar con una actuación de 10 de nota y un mensaje sensibilizador bastante poderoso, estos dos puntos pienso que terminan superando a la cinta como tal.

Comentarios sueltos en spoilers…

“Endgame” llegó a los cines y el misterio más grande de los últimos años logra resolverse, más allá de la gran cantidad de filtraciones que se dieron a lo largo de los meses recientes. Analizar el final de la saga de superhéroes más importante de toda la historia no es fácil ya que hay muchos componentes involucrados que podrían de alguna forma influenciar una opinión objetiva sobre el filme, no solo respecto al argumento o guión, sino también por los elementos colocados a servicio de los fans, los diversos guiños de cómics, en sí la carga emotiva de la película por todo lo que significa y, adicionalmente, por el despliegue de las escenas de acción sin precedentes que se aprecian. Yo creo firmemente que le dieron un digno final a la saga, con algunas variables que teníamos ya contempladas, otras que no, pero que justamente hacen valorar los 10 años de este mágico universo, con personajes que lograron desarrollarse en distintas entregas y que al final fueron determinantes para que el rompecabezas termine de armarse.

La historia principal es simple: luego de que Thanos hiciera exactamente lo que prometió, una purga del 50% de todo el universo, el objetivo de nuestros héroes es revertir la situación, “cueste lo que cueste/whatever it takes” (una frase emblemática del segundo trailer y que podría develar algún desenlace triste para alguno de los protagonistas). A diferencia de su predecesora, en la cual nuestros héroes sufren en carne propia la ira del titán, con un par de palizas a domicilio incluidas, en esta entrega lo más resaltante es la carga emocional de los sobrevivientes; una gran parte de la película nos muestra su lado más humano, el estado de desmoralización y frustración al que los llevó ese chasquido de dedos y nos invita a explorar algunas facetas no vistas de los mismos. Estimo que este punto es la clave para las decisiones que cada uno toma posteriormente y además es el cimiento de toda la cinta, la humanidad de los héroes y la convicción de que todo tiene un propósito determinado en el instante determinado. La trama sin dudas va fluyendo, algunos eventos no podían ser tan impredecibles ya que tampoco existían muchos caminos de resolución, sin embargo, logran un equilibrio en situaciones cumbre que rememoran los mejores momentos de las películas anteriores con una dosificación de la acción, la cual se va intensificando progresivamente hacia la parte final. El tema humorístico es algo que Disney ya nos tiene acostumbrados; muy personalmente, hubiera querido que no esté tan presente en gran parte del filme ya que dentro de todo hubo gran cantidad de gags que, si bien fueron concebidos para neutralizar el “tono oscuro” de ciertas situaciones, considero que no venía al caso que sean tan repetitivos.

Sobre los personajes, es imposible no mencionar algunas cuestiones sin caer en el spoiler así que más adelante pondré algunas opiniones específicas, aunque para mí la mayoría estuvo a la altura de las circunstancias. El regreso de Scott (Ant-man) y Clint (Hawkeye) con la debida importancia del caso me pareció un gran acierto, la verdad que son dos personajes que se han hecho queridos, que en la historia perdieron mucho y tenían una gran necesidad de ser parte de este “arreglo mayor”. Endgame también nos muestra el lado más humano de Tony Stark (Iron Man), realmente su caracterización conmueve bastante en esta entrega y no es para menos, hemos visto una evolución interesante desde que apareció por primera vez en Iron Man y confirma lo trascendente que puede ser en el arco argumental. Insisto, sobre los otros protagonistas no puedo hablar demasiado sin caer en spoilers, sin embargo, me quedo con la unión de los Avengers originales y el accionar individual en cada uno de sus roles encomendados para resolver el conflicto principal.

Por otro lado, cabe mencionar que eventualmente va a haber un gran grupo de fanáticos de los cómics que van a hacer las comparaciones del caso; no siendo el primer filme, debería dejar de ser sorpresa cada vez que hay un giro inesperado diferente a su versión impresa, aunque contamos con muchas referencias y guiños de los que uno puede sentirse satisfecho. Como opinión muy personal, me parece que más allá de ser una adaptación con sus obvias diferencias, la cinta está muy bien lograda, tiene todo lo que un fanático de los largometrajes de superhéroes puede querer, sin siquiera mencionar la apreciación particular de cada uno sobre el Universo Marvel y sin dudar esta entrega logra posicionarse casi al nivel de Infinity War como película, que para mí es la mejor de todas; no obstante, me quedo con todo el contenido emotivo que evoca Endgame como la conclusión de una de las sagas más increíbles de la historia del cine que de lejos no pienso que pueda ser equiparada en un buen tiempo. Emocionante y conmovedora al mismo tiempo: el fin de una etapa que muchos la recordaremos con bastante cariño.

**** ATENCIÓN EMPIEZA LA ZONA SPOILER POR CUESTIONES DE ESPACIO****

Trama: Era difícil que el viaje en el tiempo tuviera más sorpresas. Complicado que no caiga en lo predecible, así también un poco cuestionable la rapidez con la que resolvieron las paradojas de regresar al pasado y crear líneas de tiempo alternas, creo que esto pudo haberse exprimido más, especialmente cuando tenemos ejemplares en largometrajes o series donde llevan esa premisa a un siguiente nivel, no obstante, siendo sensato con solo 3 horas no pueden estancarse en ese tema. Puntos a favor otorgan el regreso a momentos importantes en toda la gran historia para recolectar las gemas, pasando por dos escenarios de las películas principales además de esta: “Avengers I” e “Infinity War”. Estratégicamente genera bastante nostalgia, yo al menos lo sentí como un: “miren lo que hemos logrado, amigos espectadores, grandes recuerdos de los que ustedes fueron parte… ahora toca darle un cierre a este capítulo”.

(Sigue en zona spoiler...)

11.55 pm hora de Lima, el Centro Comercial está lleno de gente. La mayoría trae puesto un polo de Star Wars, haciendo cola para comprar pop corn o simplemente hablando en los pasadizos; algunos llevaron su sable de luz de juguete, yo llevé el de Mace Windu, uno de mis personajes favoritos de toda la saga. La sala sigue llenándose de a pocos, hay murmullos, mucha expectativa y emoción en el ambiente. Varios hacen su ‘refresh’ del Episodio VII, como para contar con detalles a la mano y no tener que estar engranándolos en plena película. Se apagan las luces, las personas se callan, transmiten dos trailers de Marvel y finalmente, se acaba la espera: “hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana”. Toda la sala aplaude y vitorea.

Tras los estrenos de “The Force Awakens” y “Rogue One”, el director Rian Johnson, mejor conocido por haber dirigido uno de los mejores capítulos de “Breaking Bad”, Ozzymandias, tenía el objetivo de plasmar un enfoque diferente a su predecesora, de la que muchos se quejaron por tener un parecido considerable con “A New Hope”, alinear nuevos acontecimientos memorables con una historia que realmente sorprenda, resuelva las dudas que quedaron rondando por ahí pero al mismo tiempo, que tenga esa emoción y vértigo que todos aplaudimos en la sorpresiva “Rogue One”. Esta tarea no fue nada fácil, sobre todo por el tener que satisfacer a tres grupos: los más fans que ya tenían en mente un ‘universo expandido’, los nostálgicos que crecieron con las películas y las nuevas generaciones que tienen a Star Wars como un clásico deseando un sabor más refrescante en las nuevas entregas. Puedo decir que efectivamente, lo ha conseguido.

El ritmo de la cinta es un punto bastante alto si la comparamos con la anterior, en ningún momento se me hizo lenta y los diálogos siempre estuvieron a la altura de las circunstancias de principio a fin. Las escenas de combate mejoraron sin caer en la exageración de efectos especiales abigarrados que, por ejemplo, solía ser marca registrada de la segunda trilogía. La banda sonora es otro tema también bastante remarcable, una historia sin buena música no pega igual y en esta ocasión el soundtrack respondió como debía. Respecto a la trama en sí, vemos una de las películas posiblemente más “bélicas” de toda la saga, además podría mencionar que en esta ocasión realmente no sabes qué puede suceder por más obvio que parezca, definitivamente hay giros interesantes que te dejan al borde del asiento con tu voz interior exclamando a todo pulmón “¡WTF!”.

Por otro lado, en esta entrega se evidencia que los personajes principales se han ido consolidando más. Vemos a Rey (Daisy Ridley) en la búsqueda de su lugar en esta galaxia muy muy lejana, mucho más decidida, enérgica y con personalidad que emana por doquier en las escenas que aparece; al renegado Finn (John Boyega) muy activo aunque manteniendo su escencia que vimos en la anterior película; tenemos a un Poe (Oscar Isaac) mucho más asentado, con mayor carácter y permanente protagonismo en la trama, definitivamente de lo más resaltante del filme. Luke (Mark Hamill) y Leia (Carrie Fischer, R.I.P) nos aportan lo que vimos anteriormente, con la diferencia que el Jedi que se hizo leyenda esta vez tiene muchas más apariciones. Kylo Ren (Adam Driver) aún falta que se consolide como un villano propiamente dicho, no obstante, sin duda es una versión mejorada la que vemos. La cuota de humor me pareció bastante acertada -hoy por hoy uno tiene cierto temor a los chistes tontos que Disney puede introducir- una vez más viene por parte de los droides, BB8 y C3PO, junto con los Porgs, unos pajarracos encantadores que sin dudas van a vender muchos peluches esta Navidad.

En conclusión, The Last Jedi da lo que promete, desde el tráiler hasta el desenlace del largometraje. Un argumento bien construido, acontecimientos bien hilvanados, impredecibles, llenos de acción y tensión; personalmente considero que aún está por debajo de Rogue One, de lejos de las mejores cintas del universo Star Wars, pero que en definitiva ha subido el nivel respecto a The Force Awakens. Un veredicto positivo al filme posiblemente más esperado de este 2017. Algunos comentarios finales en Spoilers.