El buen cine uruguayo nos ofreció en 2004 la magnífica película "Whisky" de la que estaba muy orgulloso el celebrado cantante Jorge Drexler porque se alegraba de que su país tuviera presencia en la cinematografía mundial.
Con "Gigante", Uruguay vuelve a destacar en festivales de cine. Sin tener nada que ver con "Whisky" se parecen en la parsimonia narrativa. Ambas son películas que cuentan las cosas sin prisa pero que, sorprendentemente, nunca dejan de interesar.
En el caso de "Gigante" sin darnos cuenta nos metemos en la historia del grandón vigilante de supermercado y acabamos viviendo con él sus sensaciones.
Muy bien interpretada.

El cine italiano ya no puede hacer películas como esta. Porque si repasamos su actualidad no vemos un solo heredero de los formidables actores que la protagonizan, como Sordi, Tognazzi y Gassman. Ni de ellos ni de otros también formidables como eran De Sica, Totó, Manfredi, Fabrizzi o Salvatori.
Los episodios se suceden provocando la sonrisa, la risa y la constatación de que, aparte de unos formidables actores, les dirigían tres directores de la talla de Monicelli, Risi y Scola.
En el cine italiano de hoy destaca únicamente Benigni para la comedia, que es un mediocre al lado de los citados.
Tendremos que acostumbrarnos a la idea de que sólo nos queda el recurso de revisar de vez en cuando estas ingeniosas, críticas y bien interpretadas películas.

No es habitual encontrarse en estos tiempos con películas bien contadas. Esta es una de ellas. Desde los primeros fotogramas hasta el final es una sucesión de secuencias con la duración precisa y una excelente muestra de la evolución de los protagonistas.
Vale la pena verla.

Si esta película la hubiera producido la Disney ahora estaríamos contando por docenas los elogios y las buenas críticas de tanto crítico bobo que dice lo que le dicen que tiene que decir en lugar de tener opinión propia.
Esta película es interesante, simpática, sin moralinas y a ratos divertida.
Pero es alemana. Y no está promocionada como las americanas.

Francamente no entiendo como algunos han celebrado esta mediocre comedia. Se basa en una situación única alargada al máximo sin aportar gags dignos de recordar.
Comparada, por ejemplo, con "Cita a ciegas", comedia disparatada de Black Edwards y que deben haber visto sus guionistas, "Resacón en Las Vegas" está muy, muy, muy por debajo de ella.
Una película para pasar el rato y olvidarla. No vale la pena