Una película diferente a lo que estamos acostumbrados. Buen reparto (ya era hora de ver de nuevo a Edward Norton) y una trama con sentido pero protagonizada de una manera surrealista. Ralph Fiennes se come la cámara absolutamente en cada frase que dice.

Llevaba varias semanas esperando con ansia el estreno de este film, a sabiendas de que la VO probablemente supere el doblaje (bastante surrealista, por cierto, por ponerle alguna pega), pero quería esperar al estreno oficial.

En definitiva: me ha encantado. No es una película de llorones, pero me ha dado una sensación de respeto espectacular por la historia real y por el tema que trata, y no es que escatime en cosas rudas precisamente. El Oscar de McConaughey es más que merecido - a pesar de que creía que Di Caprio lo merecía más - y, mención especial, a Jared Leto (también merecidísimo el suyo), que se ha lucido desde el principio hasta el final.

Jennifer Garner algo floja, pero en su estilo, pega con el papel que le dieron y cumple con su cometido.

En definitiva, otra de las películas que no me voy a cansar de recomendar.

'Philomena' nos trae a las salas un tema bastante actual: el de los niños robados. Tan actual y tan visto que la película a mí me ha resultado predecible, incluso con algunos minutos de más, y eso que dura 1h 40min.

Le doy el 6 por algunos puntazos y por alguna escena buena inesperada, pero nada más.

Her es una excelente película que invita a la reflexión. Con numerosos motivos para hacerse con el Oscar (o, mejor dicho, LOS Oscar), 'Her' se ha convertido para mí en la mejor película que he visto en lo que llevamos de año (ya, ya sé que solo estamos en Febrero, pero sé lo que me digo...)

Siempre he creído que el buen cine es el que es capaz de empatizar con el espectador y meterse dentro de la persona que está viendo el film; el buen cine, aquel que es capaz de sacar lo mejor y lo peor de uno mismo sin ni siquiera necesidad de hablar. Con 'Her' pasa: el que está enamorado y feliz llega a sentir el dolor de Theodor y el desamor profundo, el desgarrador, el que te quita las ganas de vivir y de volver a sentir algo, ese desamor con el que crees que ya lo has sentido todo y lo que llegue jamás será comparable al pasado. Y el que está pasando por un mal momento llega a sentir la ilusión y la alegría cuando Theodor empieza a sentir lo mismo con Samantha. Obviamente con esta película terminas sintiendo ambas cosas sea por el que sea el momento que estés pasando, y eso la hace grande, ¿pero qué mejor que el hecho de que te haga sentir lo contrario a lo que siente uno mismo?

Se me saltaron las lágrimas en varias escenas, y reí en otras varias. Se me rompió el corazón y se me regeneró, sentí lástima y alegría. Lo tuvo todo, el guión es excepcional y Joaquin Phoenix lo borda, sabe poner cara de "me estoy empezando a enamorar" y cara de "estoy destrozado"... Que eso no lo consiguen tantos actores, ojo.

Me gustaría verla en versión original, ya que la dobladora de Scarlett Johansson me gustó mucho, así que su auténtica voz tiene que ser de Oscar también, aunque no esté nominada ni salga ni un segundo en la película.

En definitiva, es una película para ir predispuesto a sentir, sentir muchas emociones. Aún me quedan dos películas de las grandes nominadas a mejor película, y aunque no estoy del toda convencida, por la parte del guión creo que se merece la estatuilla, sin duda. Un gran trabajo con frases que se te quedan grabadas y que, si uno tiene mala memoria, intenta acordarse de al menos alguna parte para que, al llegar a casa, pueda buscarlas por Internet y volver a alucinar con ellas.

P.S: ¡Ah, se me olvidaba! No todo son llantos y emociones, hay un par de escenas increíbles que te dejan con la cara descompuesta. De hecho, a modo anecdótico, en una de ellas una pareja mayor decidió irse, se les veía indignados.

Entré sin mucha fe, obligada casi por mi pareja, ya que no he sentido pasión ninguna por la historia y película de Mery Poopins jamás, así que fui pensando que a ver, por probar.

Me he encontrado con una película emotiva, con toque serio, aunque quiza también con un exceso de edulcorante. Pero es una película Disney, ¿qué podríamos esperar?. El lavado de imagen de Walter Disney ha dado sus frutos, y con la gran compañía de Emma Thompson (a la cual daría un Óscar por esta película) el resultado final es una película entretenida, con gancho, emoción, carisma e intensa.

Sin duda una sorpresa.