Si, es el primer capítulo y queda serie por delante, pero lo visto no augura nada bueno. En algunos momentos me ha dado hasta vergüenza ajena por lo raquítico del guion y lo burdo del desarrollo. Si mejora cambiaré mi opinión....aunque dudo mucho que algo así llegue a pasar tras el bochorno inaugural.
Y tras varios capítulos más ( y van cinco), la cosa no solo no mejora sino que uno llegado a este punto se pregunta si solo pueden sacar adelante proyectos personas ya consagradas en ciertos ámbitos, por ejemplo televisivo como es el caso, dando por bueno cualquier ocurrencia o embrión de guion que se le pueda ocurrir al susodicho. Mal veo una parte importante de la creatividad en este país si depende de situaciones como las que aquí vemos. Y sobre todo de lo mal contadas que están.

Pues si, ésta miniserie de dos episodios de casi una hora cada uno no es ni mas ni menos que eso mismo: dos clarísimos homenajes, uno a la vida y su disfrute al máximo y de forma tangencial un homenaje a todo un estilo de vida definido por la música de Escocia y del sello Factory, que tuvo su apogeo desde los últimos años setenta hasta finales de los denostados ochenta. De los primeros tenemos a bandas como The Jesus and Mary Chain (camiseta al canto del primer álbum, Psychocandy), a los maravillosos Cocteau Twins en la boda,,, Y por otro lado a Shop Assistants, a The Fall, a Joy Division, a New Order , a The Smiths ....
Todo con un claro objetivo: más allá de la dignidad que supone una elección tan personal como la del protagonista está lo que te lleves que no es otra cosa que ese disfrute y goce que supone la vida exprimida a tope. Es lo que hay.
Un apunte para finalizar: Martin Compston es increíble.

Se podría decir sin ánimo a equivocarse que esta serie nos descubre lo importante que pueden llegar a ser los secundarios. Pese al correcto trabajo de su actriz protagonista, ya nada resulta igual prescindiendo de sus dos acompañantes: sostienen, potencian y dan un sentido enorme al conjunto. Un descubrimiento sin paliativos. La Banda Sonora , como no iba a ser menos, es para disfrutar hasta el infinito y mas allá.

Coral y atormentada obra que sigue la estela de la obra teatral original en la que se basa ( y que desconozco). La gran baza de la película sin duda es el trabajo de actores , grandes y mucho, siendo el pilar fundamental en que se sustenta el film. Retrata sin cortapisas la grandeza y miserias de la comunidad gay (en gran medida auto infligidas por sus propios miembros y que nos cuesta tanto admitir en ocasiones),. y el sabor agridulce que sobrevuela todo el metraje acaba siendo su mayor valor, es justo con lo que te quedas y lo que perdura en tu cerebro.

Parecía y prometía algo cercano a series como Paquita Salas y similares. Va a ser que no. Las protagonistas tienen menos gracia que ir a comprar al supermercado de tu barrio (obviamente sin ganas). Absurda hasta el paróxismo e increíble en su puesta en escena, los dialogos son estúpidos y sin gracia. Y yo que pensaba que esto iba a ser una comedia. De eso nada. Decepcionante. Es mala con avaricia y no merece más comentarios.